Baltasar Garzón cumple 65: las mujeres de su vida y su nuevo 'nidito de amor'

En 2012, Baltasar Garzón, el juez que destapó el caso Gürtel, fue condenado a 11 años de inhabilitación y expulsado de la carrera judicial por el Tribunal Supremo. Ahora es el coordinador de la defensa del líder de Wikileaks, Julian Assange, y salta a los titulares más a menudo por asuntos personales que profesionales.

Muy comentada está siendo por ejemplo su relación con la que fuera ministra de Justicia y actual fiscal general del Estado, Dolores Delgado. Ambos casados y con hijos, su amistad dura ya 25 años. Se conocieron cuando ella fue destinada como fiscal a la Audiencia Nacional en 1993 y él, que ya había alcanzado el estrellato tras la famosa operación Nécora, era titular del Juzgado de Instrucción Central número 5, y se volvieron inseparables.

El abogado y la exministra mantienen una relación amorosa que ya no ocultan –a principios de octubre se les vio juntos en un restaurante extremeño y fueron también cazados en una romántica escapada a Roma–, aunque el exjuez no haya formalizado legalmente la separación de su mujer, Rosario Molina, con la que se casó en el año 1980.

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Junto a esta discreta profesora, a la que cariñosamente apodan Yayo, Garzón tuvo tres hijos: María, Baltasar y Aurora, que le han dado dos nietos con los que está encantado ejerciendo de abuelo. Su hija mayor es la más mediática, ya que en las elecciones europeas del año pasado dio el salto a la política como candidata número tres del partido Reacciona y Actúa, formación cuyo cabeza de lista era Gaspar Llamazares y en la que su padre concurría en el número seis.

María y Baltasar siempre han estado muy unidos. De hecho, ha presidido la fundación del exmagistrado que tiene por objetivo la defensa de los derechos humanos y ejercido de apoderada en su despacho. Y precisamente en el mismo edificio donde están situadas sus oficinas es donde acaba de adquirir Garzón un piso de unos 130 m2 con vistas al parque del Retiro.

Según informa 'El Mundo', el piso salió a la venta en alrededor de 800.000 euros y podría ser un paso adelante para una mudanza y para formalizar así su relación con Dolores Delgado, ya que el exjuez sigue residiendo en la misma vivienda que comprara con su mujer en 1989, un piso de 315 m2 en Pozuelo de Alarcón.