"Eres mi hermano, mi amigo, mi confidente, mi refugio... mi vida. Sé que estás bien, que estás con papá, a quien tanto echabas de menos. Nada será lo mismo sin ti, no puede ser nada igual. Siempre he dicho que nadie se va, mientras se le recuerde así, que vas a estar conmigo siempre y con todos los que hemos tenido la suerte de conocerte. Ahora, vuela y llega a tu nuevo destino, donde sin duda te espera gente que también te adora. Me queda un camino difícil pero confío en que me ayudes a recorrerlo”, ha continuado la artista, que ha querido reflexionar también sobre el duro trance de perder un familiar en unas condiciones tan difíciles como las actuales. Eran las palabras con las que María del Monte despedía y rendía homenaje a su hermano Antonio, que fallecía el pasado mes de abril víctima del coronavirus.
La reina de las sevillanas, género musical que ella llevó a un nivel de popularidad inusitado, recibía este terrible golpe en un año que está siendo muy difícil para todo el mundo, pero al que ella está poniendo su mejor cara, pues una de las características fundamentales de la artista es el sentido del humor. También la fortaleza y la entrega a sus seres queridos, en especial a su madre, Bibiana, de 94 años, de quien está pendiente en todo momento. Así, el pasado 12 de octubre compartía un vídeo en el que aparecía felicitando a todos los españoles la Fiesta Nacional.
María del Monte, en el tanatorio de Chiquetete, hace dos años. (EFE)
María del Monte ha conjugado en su persona dos cualidades que a priori parecen antagónicas, pero que en su caso no lo son. Es un personaje tremendamente popular no solo por sus discos, de los que ha vendido millones de copias (insistimos, un hito en su género), pero al mismo tiempo apenas han trascendido detalles de su vida personal, porque ella misma no se ha prestado a ello.
Mediados los años 90, quien escribe estas líneas compuso sus memorias para la revista 'Semana', en las que hicimos una semblanza de su vida, desde su más tierna infancia, cuando descubrió su verdadera vocación, la música, aunque sobrevolaba la posibilidad de haberse convertido en médico, como su abuelo paterno, pero, sin embargo, se impuso la profesión que acabaría convirtiéndola en estrella. Debo subrayar que no cobró por ellas, pero no se admitieron preguntas sobre Isabel Pantoja ni Chabelita. Esta fue la condición que puso para que pudieran realizarse.
María del Monte, en 'Volverte a ver'. (Mediaset)
Primero ganó 'Gente joven' y comenzó su carrera cantando copla y grabó un disco con temas del maestro Solano, artífice también de algunos de los primeros éxitos de Isabel Pantoja, pero serían su segundo y tercer discos de sevillanas los que la situarían en un nivel estratosférico. Aun así, la artista, que también ha presentado diversos programas de televisión, siempre tuvo los pies en el suelo y siguió llevando la misma vida discreta de siempre.
Su momento de mayor exposición mediática fue por su amistad con Isabel Pantoja, sobre la que nunca se ha pronunciado, pese a haber tenido seguramente ofertas muy suculentas para narrar qué ocurrió entre ellas para que se distanciaran y siguieran caminos divergentes. Algo más explícita sí ha sido al afirmar que no veía a Chabelita Pantoja, su ahijada, pero, de igual manera, nunca ha traspasado ciertas líneas rojas. Algo que difícilmente cambiará.
A sus 58 años, María siempre ha mantenido también su vida sentimental al margen del foco mediático, y nunca han trascendido detalles en este sentido ni ella se ha pronunciado. Quizás la mejor definición para María del Monte, que tampoco se ha metido en algunas de las polémicas y problemas que ha tenido su sobrino Antonio Tejado, sería el título de una de las películas más celebradas de Marlon Brando y Elia Kazan: 'La ley del silencio'.
