Pedro Trapote, dueño de la mítica discoteca Joy Eslava: "No cierra, se transforma"

El empresario Pedro Trapote, dueño de las míticas discotecas Joy Eslava y Pachá, tuvo que cerrar sus locales cuando comenzó la pandemia. Él mismo confirmaba a Vanitatis que seguir abiertos “era imposible dadas las circunstancias que se establecieron con distancia física y horarios. Abrir significaba una pérdida económica importante. Desde que se decretó el estado de alarma el 14 de marzo hasta ahora, no hemos vuelto a abrir”.

Esta era la explicación de Trapote, que representa el ocio nocturno de Madrid. El que fuera Teatro Eslava es una de la joya de la corona del mundo lúdico que adquirió Trapote hace cuarenta años. El 25 de febrero de 1981 abría sus puertas, dos días después del golpe de Estado del 23-F. Durante todos estos años, el local ha servido también para presentaciones, eventos, celebraciones de todo tipo y rodajes televisivos. Además, siempre estuvo abierta los trescientos sesenta y cinco días del año. El empresario cuenta en qué momento se encuentra el establecimiento.

“Nunca hemos cerrado y ahora ha sido por cuestiones sanitarias. La Joy Eslava no está en venta y tampoco ha echado el cierre definitivamente, como se ha publicado. Seguirá funcionando una vez que termine esta situación tan anómala”.

Trapote explica que la confusión se puede deber a las nueva obras de remodelación del local, que se van a iniciar en breve. “Hay que renovarse, y una de las maneras es reutilizar lo que ya tengo. Tanto Joy como Pachá son de mi propiedad y ahora aprovechamos este momento para buscar nuevas alternativas y una de ellas es reestructurar este templo del ocio nocturno. Va a ser una oferta impresionante, excepcional. Habrá discoteca, lugar para conciertos en directo, zona para restauración de alto nivel y además contaremos con los últimos adelantos en tecnología. Por ahora no puedo contar más, pero sí aseguro que será algo que hasta ahora no se ha visto ni en España ni en Europa. Totalmente innovador”.

Pedro Trapote cuenta que también fueron pioneros cuando transformaron los teatros en discotecas: “Joy es uno de los pilares importantes de mi vida empresarial. Han pasado cuarenta años y varias generaciones de gente joven. Los abuelos, los hijos y ahora los nietos forman parte de la familia Joy. Para mí es mi vida”.

Por la discoteca, que ahora se prepara para una nueva aventura lúdica han pasado desde presidentes de Gobierno y mandatarios extranjeros hasta los grandes del mundo artístico internacional. “Recuerdo a Sofía Loren, a Yves Montand, al doctor Barnard, Almodóvar y su grupo celebraron aquí el Oscar, Stewie Wonder, Julio Iglesias... Cualquier personaje que llegaba a España pedía ir a Joy. Y así seguirá siendo”.