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Carmen Posadas: "Al investigar he descubierto que Franco le pasaba una pensión a Victoria Eugenia"
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ENTREVISTA

Carmen Posadas: "Al investigar he descubierto que Franco le pasaba una pensión a Victoria Eugenia"

En su último libro 'La leyenda de la perla Peregrina', recrea la historia de una joya que hizo infeliz a muchas mujeres porque representaba la infidelidad de sus maridos

Foto: Carmen Posadas. (Foto: Carolina Roca)
Carmen Posadas. (Foto: Carolina Roca)

Carmen Posadas forma parte de la élite del mundo editorial. No solo como escritora sino también en calidad de jurado de premios importantes como el Planeta, del que en su día fue ganadora. Escribe artículos y ensayos para revistas y periódicos. Participa en charlas y conferencias, y fundó un taller de escritura.

En tiempos en los que la lectura no está de moda, sus libros se traducen a 25 idiomas. En el último, ‘La leyenda de la perla Peregrina’, recrea la historia de esta joya que hizo infeliz a muchas mujeres porque representaba la infidelidad de sus maridos. En el libro aparecen personajes como Franco, que pasaba una pensión a la reina Victoria Eugenia, que a su vez envió a su sobrino Alfonso de Borbón Dampierre al rescate de la joya en Nueva York; la duquesa de Alba, 'envenenada' con las pinturas de Goya, y siglos después, su descendiente Jacobo engañando a la prensa por amor a su reina. Carmen Posadas habla en este entrevista de las luces y sombras del Rey emérito y de la muerte de varios amigos por el coronavirus.

P: ¿En qué consiste 'La leyenda de la Peregrina', tu nuevo libro?

R: Siempre me han fascinado los objetos que pasan de una mano a otra y las historias que podrían contar. Había escuchado hablar de la perla Peregrina, pero desconocía que había tenido una andadura tan increíble a lo largo de los siglos: de Felipe II a Elisabeth Taylor.

P: La perla estuvo en manos de muchas de las mujeres que a través de la historia fueron infelices en el amor.

R: Sí, lágrimas y también carcajadas. Quería que fueran episodios donde hay traiciones, amores, desgracias y adulterios que ayudan a entender la cara B de la historia porque la A ya la conocemos. Por ejemplo, en el capítulo donde sale la duquesa de Alba aparece su posible envenenamiento por las pinturas de Goya.

placeholder Carmen Posadas.
Carmen Posadas.

P: ¿Quién ha sido la mujer más desgraciada propietaria de la perla?

R: Sin dudarlo, María Luisa de Orleans, a la que casaron con un engendro que fue Carlos II el Hechizado. Es la portada del libro.

P: Utilizas la perla Peregrina como recurso para novelar la vida de sus propietarias, ¿en tu vida hay alguna joya fetiche?

R: Mi madre tenía un anillo con zafiros que antes había sido de mi abuela en forma de broche y anteriormente fue un colgante en un collar de mi bisabuela. Fue cambiando de mano y cada una de sus propietarias tuvo una vida diferente. Y ahora la sortija la tiene mi hermana. Yo tengo un collar de perlas que me regalaron mis padres cuando me casé la primera vez y es una réplica de uno que tuvo Barbara Hutton. Es mi Peregrina.

P: La reina Victoria Eugenia acumulaba un gran joyero. Alfonso XIII le regalaba una por cada infidelidad. Una de las más importantes fue esta perla, aunque después cuentas que no era la verdadera

R: Fue otro engaño más del rey, además de los cuernos. La Peregrina estuvo mucho tiempo perdida hasta que salió a la venta y se la ofrecen a Alfonso XIII. Le parece muy cara y compra otra de menor precio. Se la entrega a su mujer como la verdadera y le dice que por fin la joya vuelve a la Corona de España, cuando la legítima la adquiere en 1969 Richard Burton por nueve millones de euros para regalársela a Liz Taylor.

P: Hay quien duda de que no sea a la inversa. La reina Sofía, que la recibió de la condesa de Barcelona, la ha lucido en muchas ocasiones y la reina Letizia también.

R: Esa mentira se pudo mantener durante un tiempo hasta que se subasta la verdadera. La diferencia radica en que la de Elisabeth Taylor no está perforada y la que regaló Alfonso XIII a su mujer sí.

P: Cuentas cómo Victoria Eugenia encarga a su nieto, Alfonso de Borbón Dampierre, que recuperara la verdadera en la subasta de Nueva York.

R: Cuando la reina se entera de que se va a subastar, lo envía para que puje de una manera anónima. Llega un momento en que el precio sube tanto que ya no es posible, y es cuando la consigue Burton. Alfonso era su nieto preferido, aunque una prima de la reina le dice que su nieto atrae la mala suerte.

P: Un día después de la subasta explicas la mentira del duque de Alba, padre de Cayetana Fitz-James Stuart.

R: Como Victoria Eugenia no quiere reconocer que su perla no es la buena, le dice al duque que organice una rueda de prensa explicando que la falsa es la que se encuentra en poder de la actriz. Menudo papelón tuvo que hacer...

placeholder La reina Victoria Eugenia. (Getty)
La reina Victoria Eugenia. (Getty)

P: Descubres también una información desconocida hasta ahora.

R: Ha sido una sorpresa. Al investigar he visto que Franco le pasaba una pensión a la reina Victoria Eugenia, que, por otra parte, no le tenía ninguna simpatía.

P: Las historias relacionadas con las monarquías siempre interesan. Acaba de emitirse la nueva temporada de ‘The Crown’ con gran éxito, siguen acaparando titulares Meghan y el príncipe Harry, Lady Di es tendencia y la reina Letizia también. Y no digamos el Rey emérito.

R: En mi caso, que soy sudaca, esto de las monarquías siempre me ha parecido historias muy antiguas de dragones y princesas. Me doy cuenta de que los reyes causan una fascinación que no es mi caso, pero es bastante universal. Por ejemplo, en Latinoamérica, que es un continente republicano, la gente se echa a la calle cuando van los reyes.

P: ¿En España se está perdiendo ese aprecio a la monarquía?

R: Cuando dejan de ser ejemplares, pierden mucha autoridad. Dicho esto, los países europeos más adelantados son monarquías parlamentarias.

P: En el caso de don Juan Carlos, las acusaciones que hay contra él por supuestos delitos, ¿invalidan su papel como rey?

R: En absoluto. Cuando se haga un balance, pesarán más las luces que las sombras. Lo que sucede es que ahora estamos en el momento más horrible y solo se tiene presente lo malo.

P: ¿Escribirás tus memorias alguna vez?

R: Por ahora no tengo necesidad, pero lo que sí es cierto es que he vivido situaciones e historias que otros han contado y que no tienen que ver con la realidad. Eran fantasías moriscas.

placeholder Carmen Posadas. (Foto: Carolina Roca)
Carmen Posadas. (Foto: Carolina Roca)

P: ¿Cómo has llevado el confinamiento?

R: Me ha venido bien porque iba muy retrasada con la novela. Con los audios de libros me hacía ocho kilómetros pasillo arriba, pasillo abajo. Llega un momento en que te vas acostumbrando a la soledad, y la verdad es que no sé si es bueno o no. Hay escritores que necesitan el ruido, como Vargas Llosa, que lo hacía en un café. En mi caso, necesito el silencio.

P: ¿Estás de acuerdo con este comentario que dice que la pandemia ha servido para que los malos sean más malos y los buenos más buenos.

R: Salíamos al balcón para aplaudir, para cantar, y luego te das cuenta de que lo que ha servido es para sacar todo lo peor del ser humano y también lo mejor. Lo que sí ha servido es para darnos cuenta de nuestra fragilidad. ¿Quién imaginaba que en el siglo XXI se podía paralizar el mundo?

P:¿No has pasado angustia de no poder estar con tus hijas y nietos?

R: Miedo no, pero sí tristeza. Cuando empiezas a llamar a los amigos y te das cuenta de que algunos ya no los vas a volver a ver porque han muerto. Y no solo mayores sino también jóvenes. Una cosa que pasó en el confinamiento duro es que no vimos muertos, féretros, y eso quizá fue un error.

P: La prensa tenía miedo de que se la acusara de amarillista...

R: Solo la portada de ‘El Mundo’ y efectivamente hubo muchas críticas, pero creo que debería haber sido necesario. Fue una especie de pacto no escrito, pero el dolor también se tiene que mostrar.

Carmen Posadas forma parte de la élite del mundo editorial. No solo como escritora sino también en calidad de jurado de premios importantes como el Planeta, del que en su día fue ganadora. Escribe artículos y ensayos para revistas y periódicos. Participa en charlas y conferencias, y fundó un taller de escritura.

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