Tamara Falcó, besos y pasión en la noche madrileña con su novio Iñigo Onieva

No hay duda de que Tamara Falcó está atravesando una de las etapas más dulces de su vida. Tras un año devastador en lo personal, la futura marquesa de Griñón ha encontrado el amor y no se esconde de las cámaras que siempre están pendientes de sus movimientos. Anoche fueron testigos de los besos apasionados, las bromas y las carantoñas entre esta pareja cuya relación trascendía el pasado lunes en estas mismas páginas.

Y es que, aunque la hija de Carlos Falcó e Isabel Preysler lleva saliendo con este joven de 31 años desde después del verano, ya no puede ocultar su felicidad y, acompañados de su círculo de amigos más cercano, ella y su nuevo novio, Iñigo Onieva, disfrutaron de la noche madrileña dando rienda suelta a su romance.

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Besos y pasión en la noche madrileña

De hecho, regalaron a los presentes un derroche de amor y complicidad, con besos incluidos, ante los que sus amigos reaccionaron compartiendo varias bromas e incluso haciendo gestos de corazón con las manos y los brazos ante las risas de la pareja y la estupefacción de los que cenaban en las mesas cercanas.

Una velada de lo más agradable en la que hemos descubierto una nueva Tamara (la enamorada) que se derretía de amor sin tapujos ni vergüenza mirando a su pareja y disfrutando de todas sus atenciones, y que pone de manifiesto que su amor avanza viento en popa. Iñigo no solo conoce a los amigos de Tamara, sino que también ya ha compartido algún instante con su nueva suegra, Isabel Preysler, y su actual pareja, Mario Vargas Llosa.

Tras la velada, celebrada en uno de los locales de moda de Madrid, la pareja abandonó el restaurante por separado para evitar la foto juntos en el exterior. Mientras que Tamara regresó a casa en un coche de servicio público, Iñigo volvió a subirse a su moto, la misma en la que fue fotografiado horas antes a las puertas de su casa.

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Una cena después del trabajo

Tamara Falcó recuperaba ayer por la tarde su agenda pública tras convertirse en la protagonista de la semana el pasado lunes con la confirmación de su romance. Tenía un compromiso con una conocida revista de moda, con la que cumplió a pesar de las preguntas obligadas de los periodistas en la puerta del evento.

Aunque no quiso hacer declaraciones, Tamara posó sonriente a la entrada y a la salida con el mismo look con el que más tarde la veríamos en actitud cariñosa con su novio: un conjunto negro con topos blancos de Carolina Herrera que le sentaba a las mil maravillas.