Susanna Griso y su sorprendente pedida de mano a muchos metros del suelo

Si el año pasado nos sorprendía en su programa dándonos detalles sobre los secretos mejor guardados de su boda, celebrada por cierto en el túnel del terror del parque de atracciones barcelonés del Tibidabo, ahora la presentadora ha querido compartir con los espectadores de 'Espejo público' las poco convencionales circunstancias que rodearon a otro momento importante: su pedida de mano.

Aunque Susanna Griso, según sus propias palabras, guarda "un recuerdo borroso" de su enlace, sí que tiene más nítido el día que se comprometió con su marido, Carles Torras. Y lo ha contado después de que en el programa se emitiera un vídeo en el que un pasajero aparecía por sorpresa y le pedía matrimonio a su chica, una asistente de vuelo, en pleno viaje.

"No recuerdo si me lo pidió él o se lo pedí yo", aseguraba en directo la popular comunicadora, aunque quiso aclarar que "no fue una pedida como tal, lo hablamos", y sucedió en el aire, cuando la pareja regresaba en avión de Nevada.

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N.C.

Susanna y Carles forman una de las parejas más estables en el mundo de la comunicación, dado que ambos comparten profesión y se conocieron en Catalunya Ràdio. Felizmente casados ya desde 1997, la pareja tiene tres hijos: Jan, Mireia y Dorcetta, esta última adoptada en Costa de Marfil.

"Mi marido... Incluso cuando dirige programas dicen que el marido de Susanna Griso está dirigiendo tal cosa y no ponen su nombre. Y yo digo: '¡Hombre, tiene nombre y apellidos!'. Yo agradecería también que se le citara", decía la presentadora sobre su esposo durante otra emisión de su programa.

Sobre las diferencias ideológicas entre ambos, la presentadora confesaba en una entrevista con 'Diez Minutos' que "una de las cosas que llevo mal es que estoy casada con una persona que en lo ideológico y político está muy alejado de como yo pienso. Siempre ha sido así".

Pero de inmediato añadía que eso no ha supuesto un escollo en su matrimonio. "Al revés, ha sido estimulante en el sentido de que hemos discutido mucho, lo que hace reír a nuestros hijos", aseguró. "Desde fuera no resulta comprensible que dos personas puedan tener posturas ideológicas distintas, políticas equidistantes, y a la vez compartir una vida en pareja y criar hijos en armonía", añadía.