Exclusiva: Susana García-Cereceda reclama 100.000 euros a Joaquín Torres en los tribunales
El arquitecto insinuó, en un artículo de opinión titulado 'Reservados y cámaras oculta', que en el restaurante Zalacaín, propiedad de la familia Cereceda, se pudieron grabar conversaciones entre comensales
La pugna entre Joaquín Torres, arquitecto y antiguo socio de Luis García-Cereceda, promotor de la urbanización La Finca, y la hija de este, Susana, vuelve a los tribunales. El pasado 6 de noviembre, Torres insinuaba, en un artículo de opinión titulado 'Reservados y cámaras ocultas', que en el restaurante Zalacaín, que también fue propiedad de la familia Cereceda, se pudieron grabar conversaciones entre comensales, “incluso pudo ser él (Luis García-Cereceda) el que presentó a Villarejo a su hija Susana”.
Las manifestaciones sentaron tan mal a García-Cereceda que, dos días más tarde, el diario 'El Mundo' tuvo que publicar una rectificación en la que la abogada de La Finca aseguraba que “las afirmaciones destacadas en negritas son inexactas y hasta injuriosas”. Dicha rectificación no ha impedido que el caso acabe en los tribunales. Según ha podido constatar Vanitatis a través de la pertinente documentación judicial, los abogados de Susana García-Cereceda han demandado a Joaquín Torres por delito contra el honor previo a la querella criminal. En el escrito, admitido a trámite por el Juzgado de 1ª Instancia número 4 de Madrid, se solicita un acto de conciliación (paso previo a la querella) entre ambas partes.
También se pide al demandado que “reconozca” las afirmaciones que hizo en el artículo “con el indudable ánimo de desacreditar” a Susana García-Cereceda “y a las empresas que preside” y que las ha hecho “a sabiendas de su falsedad y en descrédito de la fama y la dignidad” de la demandante. Los abogados de García-Cereceda también solicitan a Torres 100.000 euros “en concepto de daños y perjuicios” que ella “entregará a una asociación benéfica”. El juzgado ha solicitado que ambas partes, la demandante y la demandada, comparezcan el próximo 22 de enero en la Sala de Vistas del juzgado.
Puestos en contacto con el abogado de La Finca, este ha declinado hacer declaraciones sobre el proceso a este medio. No así Joaquín Torres, que afirma que este nuevo paso de Susana García-Cereceda es “una medida de presión” contra él. “Está imputada en el caso Land de Villarejo por espiarme a mí y a su hermana. Ella ya ha reconocido los hechos para pactar con el fiscal”, dice a Vanitatis, refiriéndose a una noticia que saltaba a los medios el pasado 29 de julio. Ese mes, la propietaria de La Finca admitió haber contratado al comisario José Manuel Villarejo para espiar a su familia en la disputa por la herencia de su padre, lo cual hizo que la Fiscalía Anticorrupción rebajase la petición de condena para ella de 16 años y 10 meses a menos de dos años.
Varios frentes abiertos
La batalla entre Joaquín Torres y la hija de su exsocio viene de lejos. El director del estudio A-Cero presentó, el pasado marzo, un escrito de alegaciones en el que informaba al juzgado del caso Land, la pieza desgajada del caso Villarejo que implica a Susana, de ataques a nivel personal y profesional y a sus empresas por parte de García-Cereceda. “Un par de clientes me comentaron que en Procisa les decían que no me encargasen a mí el proyecto porque ellos consiguen las licencias mucho antes que nosotros”, comenta Torres a Vanitatis.
En el texto que los abogados de Torres presentaron en el Juzgado Central de Instrucción número 6 de Madrid, se alegaba que en la tramitación de las licencias se detectaron hasta ocho meses de demora. También se solicitaba una copia de los expedientes de Procisa. El Ayuntamiento de Pozuelo de Alarcón negó en su momento trato de favor hacia Procisa y aseguró que los expedientes de obras los tramitan funcionarios públicos, tal y como publicó el diario 'El Mundo' en el mismo mes de marzo.
Torres también ha insistido en que García-Cereceda estaba detrás de la revelación de su condición de homosexual. “Mi salida del armario fue orquestada por Susana García-Cereceda y Villarejo para tratar de chantajearme, pero no lo consentí”, contó el arquitecto durante una entrevista en 'Espejo público' emitida el pasado mes de julio. Fuentes cercanas a Susana Cereceda han asegurado a Vanitatis que su respeto por la condición homosexual del arquitecto “es absoluto”, no así por su reiterada “presión que Torrres ejerce contra la empresaria, a quien no le perdona haberle cesado de su privilegiada posición de arquitecto de La Finca”
El nuevo frente abierto entre Torres y García-Cereceda se dirimirá en los tribunales a partir del próximo mes, pero la guerra entre ambos parece no tener fin. Al menos, próximo.
La pugna entre Joaquín Torres, arquitecto y antiguo socio de Luis García-Cereceda, promotor de la urbanización La Finca, y la hija de este, Susana, vuelve a los tribunales. El pasado 6 de noviembre, Torres insinuaba, en un artículo de opinión titulado 'Reservados y cámaras ocultas', que en el restaurante Zalacaín, que también fue propiedad de la familia Cereceda, se pudieron grabar conversaciones entre comensales, “incluso pudo ser él (Luis García-Cereceda) el que presentó a Villarejo a su hija Susana”.