José Manuel Soto: "A mí me pusieron el cartel de facha y no hay quien me lo quite"
Hablamos con el cantante cordobés sobre su reinvención como empresario, el apoyo de su mujer, la pasión de su familia y sus polémicos tuits
José Manuel Soto, uno de los más conocidos exponentes del flamenco pop de finales de los ochenta, se reinventa en el siglo XXI como empresario. La crisis del coronavirus también le ha rozado de cerca y el cantautor, en una entrevista exclusiva que concede a Vanitatis, nos cuenta sus planes de futuro, que pasan por la creación de un lodge en su finca de Doñana con el apoyo de su hija Rocío, que ha estudiado Turismo. “Es una crack para poner en marcha el lodge de cabañas tipo Tanzania que queremos montar en este lugar mágico de Doñana en el que tenemos unas cuantas hectáreas, en la zona mas cercana al Rocío”.
Este negocio de turismo rural y ecuestre, para vivir en el campo entre caballos y árboles, “siempre ha sido uno de mis sueños incumplido”, explica. Así que ahora el artista se ata los machos, y con el azadón en una mano y en la otra la guitarra se dispone a hacer sus utopías realidades.
Soto tenía previsto presentar su nuevo proyecto el 14 de julio en la plaza de toros de Sevilla, pero el coronavirus truncó sus planes. “Fue fatal. Iba a estrenar nuestro espectáculo sinfónico en la Real Maestranza con la colaboración de grandes artistas. Veinticinco de mis temas. Lo teníamos todo preparado, pero al final no pudo ser. También estoy inmerso en un disco que se llamará ‘A palo seco’, en el que solo se oirá mi guitarra y mi voz. Eso para que se rían los que dicen que ya solo canto en las redes sociales”.
Sus hijos, los Taburete sevillanos
Este año, que se celebra el X Aniversario del Flamenco como Patrimonio de la Humanidad, el cantante sevillano no quiere perderse nada: “He pasado mala racha. Han muerto amigos míos, otros están muy malillos y mi mujer, Pilar, nos dio un susto tremendo que menos mal que no fue covid, pero nos asustamos mucho”.
El cantante habla con soltura. La fama le llegó, casi por sorpresa, con canciones tan pegadizas como ‘Por ella’ o ‘Déjate querer’, que se han convertido en un emblema en la historia de la música. “Yo era muy joven y, de repente, empecé a vender discos como loco. Esos álbumes después se han hecho antológicos. Hace poco, alguien me contaba una anécdota preciosa. Decía que a un familiar suyo que tenía en un hospital en coma le pusieron ‘Por ella’ y que se despertó cantando la canción. La música es magia y pone los pelos de punta”.
Y esa magia se la ha contagiado a sus hijos. Todos los vástagos cantan. “La que mejor canta, sin duda, es mi hija Rocío”. La segunda de los Soto Parejo es ya toda una empresaria que gestiona la finca La Maloca. Ella misma se define “como amante de la naturaleza, los animales, las sensaciones y la música”. Estudió la carrera de Turismo y ha puesto en marcha el proyecto Lamalocaclub, en el que trata de aproximar la naturaleza y los animales a los visitantes de su finca próxima a Doñana. Pronto, su padre se unirá para realizar un auténtico lodge de lujo en la inmensidad de la nada: “Mi padre era agricultor, y siempre hemos llevado ese amor a la tierra en la sangre. Y ahora es el momento de reinventarse”, significa Soto a este medio.
Marco y Jaime también ayudan en los quehaceres del campo, “pero son muy distintos los dos. Jaime es un talentazo y Marco va más por los derroteros espirituales. Se ha hecho muy yogui y está escribiendo ahora también un libro”. Los dos hermanos han creado el grupo musical Mi hermano y yo. Son los nuevos Taburete sevillanos: “Son rompedores”, comenta su padre. “Tienen muchos seguidores, los niños lo hacen muy bien, gustan y, sobre todo, se lo trabajan mucho”.
Pilar, su amor durante 35 años
José Manuel ha conseguido que hasta Pilar Parejo (“El amor de mi vida y madre de mis hijos, ya a su lado más de 35 años casados”) se subiera, con toda la familia, a un escenario. “Si hubiera sido por Pilar, yo no me habría dedicado nunca a la música. A ella le hubiera gustado que me mantuviera al margen de esto por todo lo que conlleva. Pero, mira, ella canta muy bien y hasta he conseguido subirla a las tablas alguna vez. Lo que más nos gusta es cantar en familia”. Pilar Parejo es hermana de Lourdes, la suegra de Fran Rivera: “Francisco está encantado desde que está con mi sobrina porque ha descubierto, de verdad, lo que es estar en familia, un baluarte que le ha dado estabilidad. Todos le queremos mucho”.
Soto presume de tener una familia que es una piña: “Tengo la gran suerte de que Pilar es una mujer muy centrada. La responsabilidad de una familia y unos hijos pesa mucho, y ella siempre ha tirado de este carro: se ha ocupado de llevar a los niños al médico o al colegio porque yo estaba cantando por ahí. Yo soy lo que soy gracias a esta gran mujer”.
La familia de los Soto-Parejo estuvo a punto de emparentar con la de Carlos Herrera. Jaime y Rocío, la hija del locutor, iniciaban una historia de amor que acabó rompiéndose. La sintonía entre ambas familias era perfecta, incluso el cantante por aquel entonces escribió este tuit: “Enhorabuena a mi querido consuegro Carlos Herrera por su premio Mariano de Cavia. ¡Olé las familias con arte!”. La relación sentimental no tuvo futuro, “pero todos nos llevamos muy bien y nos queremos mucho”.
"No soy el músico de los pijos"
Últimamente, Soto se ha convertido en el azote de las redes sociales. En Twitter dicen que no deja títere con cabeza. “Que no es para tanto, hombre”, se ríe. “Que mis hijos no me han dado clases de informática. Que para poner un tuit no hay que ser Aristóteles”. Lo cierto es que, sin pelos en la lengua, el cordobés no se priva de nada a la hora de hablar sobre política. Defiende a capa y espada al Rey emérito y nos confiesa que ha estado alguna vez cantando en Zarzuela: “Don Juan Carlos ha sido un Rey estupendo para España. Ha hecho un papel impresionante uniendo a todas las fuerzas políticas. Lo mejor de todo es su cercanía. Creo que ahora se le está juzgando injustamente. Él no se ha quedado con nada tuyo ni mío. Los árabes le hicieron un regalo y él se lo quedó, y ya está. Van a por él”.
Carmen Calvo a la Casa del Rey: "Mientras gobernemos nosotros, el rey Juan Carlos I no volverá a España"
— Jose Manuel Soto (@JOSEMANUELSOTO1) December 17, 2020
Aquí puede entrar cualquiera menos el Rey q trajo a España la democracia y nos trajo los mejores años de progreso y convivencia de toda la historia https://t.co/JJtigHwHyV
A don Juan Carlos le gustan las canciones de Soto y cuando le preguntamos cómo se siente cuando le llaman ‘el cantante de los pijos’, se sacude la pregunta: “Es un sambenito que me han puesto pero que no es real. Yo le puedo cantar al Rey como puedo cantar en una humilde feria de pueblo. Esas son tonterías que dice la gente. Yo voy donde me contratan: a la casa de los ricos y a la de los pobres”.
Tanto es así que nos confiesa que si le llamaran Pablo Iglesias e Irene Montero para actuar en su chalé de Galapagar, iría encantado: “Ese estigma de facha que me han puesto tampoco es cierto. Yo soy independiente, pero a mí me pusieron el cartel de facha y no hay quien me lo quite”. Respecto a los zascas que ha recibido de alguna feminista por una de sus canciones (“No me niegues un beso, solo por eso, mala mujer"), el cantante esgrime: “Hay algunas que ya no saben cómo sacar punta al lápiz. Adoro y respeto a las mujeres como el que más”.
José Manuel Soto, uno de los más conocidos exponentes del flamenco pop de finales de los ochenta, se reinventa en el siglo XXI como empresario. La crisis del coronavirus también le ha rozado de cerca y el cantautor, en una entrevista exclusiva que concede a Vanitatis, nos cuenta sus planes de futuro, que pasan por la creación de un lodge en su finca de Doñana con el apoyo de su hija Rocío, que ha estudiado Turismo. “Es una crack para poner en marcha el lodge de cabañas tipo Tanzania que queremos montar en este lugar mágico de Doñana en el que tenemos unas cuantas hectáreas, en la zona mas cercana al Rocío”.