Andrea Pascual nos detalla cómo serán sus navidades más "tristes": sin doña Pilar y con Simoneta de anfitriona

“Van a ser unas navidades un poco tristes para todos porque siempre va a faltar alguien”. Andrea Pascual, esposa de Beltrán Gómez-Acebo y nuera de la infanta doña Pilar, tristemente fallecida ahora hace casi un año, se enfrenta a unas navidades tan diferentes como las del resto de españoles con el agravante de que no podrá ir a ver a sus padres. Valenciana de nacimiento, la empresaria de moda ha tenido que cambiar los planes de su familia en el último momento por el cierre de la Comunidad gobernada por Ximo Puig (PSOE), que ha restringido las entradas y salidas de su territorio a personas residentes y no a familiares. “Serán diferentes pero intentaremos disfrutarlas al máximo”, nos ha confesado mientras elegía los adornos para su mesa de Navidad.

Y es que esta es la primera vez desde que se casó que a Andrea Pascual le toca decorar su propia mesa en estas fechas tan señaladas. “Hasta ahora he tenido la suerte de que la ponía mi suegra o la ponía mi madre. Si este año me toca ponerla, voy a tener que improvisar”, bromea mientras ultima los detalles de un espectacular adorno para el centro de la mesa en Brumalis, su floristería favorita.

Allí nos ha recibido a poco tiempo de la cena de Nochebuena, que por primera vez en la familia de su marido celebrará (si las restricciones lo permiten) su cuñada Simoneta como anfitriona. “Mi suegra celebraba unas cenas maravillosas, donde reunía a sus amigas, toda su familia, sus nietos, los Zurita…”, recuerda con emoción. Una tradición que tratará de mantener su hija aunque este año parezca imposible: “Como han reducido el aforo permitido de 10 a 6 personas, tampoco está muy claro dónde podremos cenar”.

Entre dudas de planes, tradiciones congeladas en el tiempo y sus secretos para ser la anfitriona (improvisada) perfecta, Andrea nos ha confesado su menú navideño, sus planes con su hijo Juan (de cuatro años) y sus propósitos para el año nuevo.

Andrea busca entre coronas, ramas de acebo y poinsettias.

¿Cómo vais a celebrar la Nochebuena este año, la primera sin doña Pilar? 

Si te digo la verdad, hasta hace dos días tenía pensado irme a Valencia a ver a mis padres, que no les veo desde el mes de agosto, pero como han cerrado la Comunidad Valenciana, no vamos a poder ir. Hemos tenido que cambiar todos los planes a última hora y nos vamos a quedar en Madrid. La noche del 24 la íbamos a pasar en casa de Simoneta. Como este año no está mi suegra y normalmente cenábamos en su casa, este año cenamos en casa de mi cuñada, que ha cogido el relevo.

Un plan que, tal y como nos ha confesado, también está un poco en el aire. “Como han reducido el aforo permitido de 10 a 6 personas, igual ni podemos ir. Esto va cambiando por minutos. El otro día me decía Beltrán que buscáramos la forma de organizarnos toda la familia por turnos para, por lo menos, vernos un poco aunque fuera por separado. Unos a las 7, otros a las 9… Lo importante es poder pasar tiempo de calidad en familia.

¿Y el día 25?

El 25, que en principio nos íbamos a Valencia a estar con mis padres, ya no podemos ir. Si te digo la verdad, tenemos que decidir hoy qué vamos a hacer. Una opción es ir a visitar a unos primos de Beltrán a Extremadura y pasar allí unos días hasta fin de año, o quedarnos en Madrid y celebrar la Navidad con mi hijo Juan. Los hijos de Beltrán, los mayores, pasan el 24 con nosotros y el 25 con su abuela materna. Van a ser unas navidades diferentes para todos, y hay que asumir que es diferente y ya está. Lo importante es que estamos bien de salud.

Hablando de mesas, ¿cuál es tu secreto para poner una mesa perfecta? ¿Habrá algún recuerdo de doña Pilar sobre el mantel? 

He tenido la suerte hasta ahora de que la ponía mi suegra o la ponía mi madre. Este año, que igual me toca ponerla a mí, pues la verdad es que voy a tener que improvisar (risas), pero como hemos heredado unas vajillas maravillosas de la familia de mi marido, igual es un buen momento para estrenarlas. Son unas piezas preciosas de Alfonso XII y Alfonso XIII que es una suerte y un privilegio tener. Como dice mi marido, las cosas hay que usarlas y que disfrutarlas. ¿Y qué mejor momento que la Navidad?

Seréis menos sentados a la mesa, pero seguro que el menú se mantiene... ¿Qué no falta nunca? 

El foie, que nos encanta y compramos la víspera de Navidad, y marisco, que es otra tradición.

Y en cuanto a tradiciones, ¿en casa sois más de Papá Noel o de Reyes Magos?

Yo soy de Papá Noel. Como Reyes es al final de las navidades y al día siguiente ya hay cole,  era mejor darnos los regalos el 25 para poder jugar y disfrutar de ellos todas las vacaciones. Luego en Reyes me encanta hacer merienda de roscón y cumplir con las tradiciones, pero en casa somos de Papá Noel.

¿Qué has puesto ya en tu lista de imprescindibles de regalos? 

Pues, mira, no les he pedido nada. Creo que es un año tan raro, está todo el mundo pasándolo tan mal, con tantos negocios cerrados, la nueva ola de coronavirus, que tengo de todo y no necesito nada. Si mi marido quiere tener algún detalle conmigo, me hará muchísima ilusión, pero pedir no he pedido nada. Que pase esto pronto.

Andrea posa con el top Midnight de Sabina Musayev para Mimoki.

¿Algún plan de Navidad en familia previsto para estas fechas?

Es muy difícil hacer planes estos días porque nos cambian los planes casi a diario... Son navidades de estar tranquilos, de intentar no perder la magia de estas fechas, sobre todo en casas donde hay niños como la nuestra, que tenemos uno de 4 años. No queremos que le afecte y que pierda la ilusión y la inocencia de las navidades. Y como plan, me encantaría haber llevado a Juan a ver la iluminación del Jardín Botánico, pero no ha habido manera de encontrar entradas. Otro año será.

Hablas de que vuestro hijo no pierda la ilusión, ¿hay alguna tradición que recuerdes con emoción? 

Desde que me casé paso las Navidades en Madrid con la familia de Beltrán, así que he perdido algunas tradiciones que tenía de niña. Antes siempre pasaba estos días en Valencia con mi familia -Andrea también viene de una familia grande como su marido-, la tradición era reunirnos en Navidad todos los primos, los tíos y los sobrinos en casa de mis abuelos, nos poníamos todos en fila y mi abuelo nos daba las estrenas (el aguinaldo). La verdad es que desde que murieron mis abuelos no lo hemos vuelto a hacer, pero es una tradición que igual podemos retomar porque hacía mucha ilusión. Me da mucha pena que mis padres no vayan a pasar este año ningún día de la Navidad con mi hijo.

¿Qué esperas para este 2021? 

Lo primero de todo, que acabe el covid y que se recupere la economía. Y luego, los mismos propósitos de todos los años (risas): hacer más deporte, comer más sano, viajar… Tengo ganas de volver a viajar y sobre todo pasar más tiempo con la gente que quiero. Dejar de decir que no a los planes y disfrutar más de todo.

Los imprescindibles