Andrea Gómez-Acebo Finat y Pedro Méndez de Vigo: boda aristocrática en tiempos de covid

El covid ha causado la anulación de infinidad de bodas previstas para este 2020 que está a punto de finalizar, pero algunos han sido valientes y han decidido darse el 'sí, quiero' a pesar de las circunstancias y sobre todo de las limitaciones que la pandemia impone a los eventos de este tipo. Es el caso de Andrea Gómez-Acebo Finat y Pedro Méndez de Vigo.

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J. Madrid

Andrea es hija de Aline Finat Riva, condesa de Villaflor, y su padre es Javier Gómez-Acebo Saénz de Heredia. Su abuelo materno es el duque de Pastrana y su abuela paterna la marquesa de Vallcabra. Por su parte, el novio es sobrino del exministro Íñigo Méndez de Vigo. Los jóvenes se casaron el 24 de octubre en la que fue una boda prácticamente improvisada, pues España se encontraba en pleno estado de alarma.

Cambio de planes

La boda se iba a haber celebrado en El Castañar, una impresionante finca de casi 7.000 hectáreas que la familia de la novia posee en Mazarambroz (Toledo). Así se ha venido haciendo durante generaciones y ese era el deseo de los novios, que vieron cómo sus planes se iban al traste con la declaración del estado de alarma. A pesar de todo, ellos tuvieron claro que seguirían adelante con sus planes, “aunque eso implicara que nos tuviéramos que ir solos Pedro y yo delante de un sacerdote”, cuenta a Vanitatis la novia. Rápidamente se pusieron a reorganizar el día más importante de sus vidas y consiguieron celebrar el enlace en la Catedral Castrense. “Tenía un significado especial para nosotros porque es militar y además pertenece a la Orden de Malta. Y nosotros nos habíamos conocido en Lourdes haciendo voluntariado con esta Orden y desde entonces hacemos juntos voluntariado con la Orden de Malta en Líbano”.

La parte mala es que una boda de esas características tenía una lista interminable de invitados que, tal y como cuenta Andrea, hubo que ‘desinvitar’. “Tuvimos que anular a bastantes invitados con el agobio que eso supuso. Pero la gente fue maravillosa diciéndonos que lo importante era que nos casáramos”, nos cuenta. Finalmente, fueron muy pocos los que pudieron asistir, ni siquiera toda la familia pues ambos pertenecen a núcleos grandes. Andrea estaba espectacular con un vestido realizado por su amiga Victoria de Luneville y un fabuloso collar adaptado en forma de corona de su abuela, la duquesa de Pastrana. Sí que asistió el exministro Iñigo Méndez de Vigo, tío del contrayente, con el que además mantiene una estrecha relación. La celebración fue improvisada en el exclusivo Club Puerta de Hierro. “¡Pero en la piscina porque había otra boda!”, añade Andrea riendo.

Amigas ilustres

Andrea, que es prima de la conocida instagramer y joyera Casilda Finat, vio con pena cómo ni siquiera su prima, con la que mantiene una estrecha unión desde niñas, pudo asistir. Tampoco Tamara Falcó, una de sus íntimas amigas, que había bloqueado en su apretada agenda una fecha tan especial para acompañarla. De hecho, Tami (como llaman a Tamara en su grupo de amigas), cuando fue protagonista del programa de Bertín Osborne, disfrutó de una comida televisada junto a Andrea, su hermana, Casilda Finat y su hermana melliza, Ana. “Lo pasamos fenomenal”, recuerda Andrea, “no sabes lo que nos reímos”.

A pesar de pertenecer a una familia en la que los títulos nobiliarios acompañan al nombre de prácticamente todos sus miembros, Andrea es una joven con los pies en el suelo. Accede a hablar de su boda con este medio de forma amable y narra, divertida, cómo tuvieron que improvisar todo, lo que muestra la positividad de la joven. Sencilla cuando se le pregunta cómo es ser aristócrata en el siglo XXI, afirma -bromeando- que es “como no serlo”, restando importancia a un aspecto de su vida que no la ha marcado en absoluto.

Especialista en branding

Profesionalmente, Andrea Gómez-Acebo capitanea Andesany, una agencia de branding. Tras estudiar Periodismo y Publicidad y trabajar en un par de empresas, descubrió que lo suyo era el diseño. Hizo un máster y buscó agencias donde trabajar esa parte de branding que tanto le entusiasmaba. Los principios no fueron fáciles, pero ahora tiene como clientes a un gran abanico de emprendedores que confían en ella para desarrollar su marca, así como alguna que otra gran empresa como Asisa dental.

Al 2021 afirma que, personalmente, no le puede pedir mucho: “Me considero muy afortunada, pero sí que espero que mejoren las cosas porque hay demasiada gente pasándolo mal a todos los niveles”.