Sayonara polvorones: Tamara Falcó y su escapada detox (y religiosa) tras Fin de Año
La marquesa de Griñón ha aprovechado los primeros días del año para coger impulso y fuerzas de cara a un 2021 lleno de proyectos y sobre todo de mucho amor
Tamara Falcó ha comenzado el año cuidándose. Tras un 2020 en el que la hemos visto presumir de abdominales en bikini y de un tipazo de lo más trabajado en mil y un modelitos de mañana, tarde y noche, lo primero que ha hecho en estos primeros días de 2021 es quitarse de encima los excesos navideños. Cuanto antes, mejor. Sayonara, polvorones.
Y es que, con una agenda tan intensa como la que tiene la nueva marquesa de Griñón, encontrar unos días de escape, relax y tranquilidad lejos de Madrid no es asunto sencillo. En un año en el que prácticamente no ha tenido vacaciones, no es de extrañar que ahora que está tan enamorada de su nuevo novio, Iñigo Onieva, entre los primeros propósitos a cumplir en este mes de enero fueran los de hacer un viaje juntos aunque fuera al Mediterráneo. Dos en uno.
Tras tomar las uvas junto a Isabel Preysler y Mario, su hermana Ana, su cuñado Fernando y sus dos sobrinos (el segundo nacido hace apenas unos días) Tamara ponía rumbo al Sha, el centro wellness de cabecera de la familia (y de otros famosos como Josie), donde depurar su cuerpo y también su espíritu.
Su fe, su refugio
Tal y como publicaba este fin de semana en sus redes sociales, la aristócrata no solo se ha paseado en albornoz por el centro entre tratamientos y estrictas dietas depurativas con vistas al mar, sino que ha aprovechado para cuidar también su parte más espiritual visitando varias iglesias en Altea. Mens sana in corpore sano.
El 2020 no ha sido un año fácil para Tamara. Tras el repentino fallecimiento de su padre al principio del estado de alarma a causa del covid, llegaron meses más tarde, los de su cuñado Jaime Carvajal y el de su tío favorito y hermano de su padre, el marqués de Cubas. Una sacudida emocional tremenda equilibrada con la llegada a su vida de su novio, Iñigo Onieva, con quien empezaba a salir tras varias idas y venidas, después del verano y el nacimiento, como decíamos, de su sobrino Mateo a principios de la Navidad.
Vaivenes emocionales que contrastan con su estabilidad laboral que este 2020 ha marcado cotas históricas. No solo se ha convertido en una de las favoritas de las marcas de lujo (de Tous a Ruinart), sino que ha posado en editoriales para revistas de moda, se ha consolidado como influencer y ha dado el salto definitivo a la televisión.
Una marquesa todoterreno que sin duda aprovechará estos días para coger fuerzas de cara a un 2021 lleno de proyectos para los que ha necesitado alquilar su propia oficina.
Tamara Falcó ha comenzado el año cuidándose. Tras un 2020 en el que la hemos visto presumir de abdominales en bikini y de un tipazo de lo más trabajado en mil y un modelitos de mañana, tarde y noche, lo primero que ha hecho en estos primeros días de 2021 es quitarse de encima los excesos navideños. Cuanto antes, mejor. Sayonara, polvorones.