Jorge Sanz 'off-tv': propiedades, empresa inactiva, casado, tres hijos y vida campestre

Parece que cada tanto en cuanto toca la pregunta: ¿qué fue de Jorge Sanz? Él mismo se reía de esa costumbre cuando creó con David Trueba la serie homónima en la que interpretaba a un actor fracasado que no tenía ni dónde caer muerto. Lo curioso de esa serie es que es él y no es él; es decir, en ‘¿Qué fue de Jorge Sanz?’, el actor interpreta la parte más crápula de sí mismo.

Ahora ha cambiado, se ha puesto las pilas en todos los sentidos: se ha casado, ha recuperado la relación con su hija mayor, ha vuelto a tocar la armónica, vive en el campo, donde cría animales, y tiene un huerto. Trabaja, trabaja más que nunca.

Lo vemos estos días en ‘Ven a cenar conmigo, gourmet edition’, también en ‘El desafío’, donde fue TT por su ‘enfrentamiento’ con Juan del Val. Hace unas semanas apareció en ‘Como sapiens’, el programa de cocina de Miguel Ángel Muñoz en TVE. Tras el confinamiento dio un discurso político en ‘Liarla Pardo’ que muchos todavía recuerdan. Además, colabora con la marca Red Series Motorcycles Boots, con la que diseña botas masculinas y tiene, dice, varios proyectos cinematográficos en marcha. Parece que sentar la cabeza le ha ido de maravilla.

“Tengo una familia cojonuda y soy un privilegiado; mi familia, mis hijos, me han hecho madurar”, dice Sanz, quien en primavera de 2016 se casó con Aurelie Domingues. Se conocieron cuando ella trabajaba en la empresa de representantes de él. Y ahora, Domingues, de origen portugués, es la responsable de Lambretta Catering, una empresa de comida a domicilio que elabora, desde 2017, deliciosas recetas caseras con toques actuales. Sanz tuvo en su momento su propia empresa, una agencia de representación, J. S. Producciones SL, que no tiene actividad desde 2015, año que cerró con pérdidas de más de 100.000 euros. Hemos contactado con su actual agencia de representantes, para saber su opinión sobre su empresa, y no hemos obtenido respuesta.

"Madrid no daba más de sí"

La década de los 2010 fueron años en los que todo cambió y dio otro paso de gigante: se cansó de la vida de la capital y se fue a vivir al campo. Tenía un piso en la calle Hortaleza y dice que se dio cuenta de que la vida en Madrid “no daba más de sí”. Lo comenta en una entrevista corta pero intensa que le hizo Pepe Castro en ‘Uppers’, una revista de tendencias en la que Sanz se desnuda con elegancia. “Creo que el personaje de mi vida soy yo mismo -dice sin bromear-. El éxito es perdurar en el tiempo, porque la gente se aburre de ti, como decía Fernando Fernán Gómez”.

Lo curioso de Jorge Sanz es que acaba de pasar los 50 pero parece un señor de otra época, quizás porque se crio como actor con los grandes del siglo pasado, como el citado Fernán Gómez, Manuel Alexandre y José Luis López Vázquez, a quienes cita como amigos y referentes. A Sanz le queda lejos la Movida, lo moderno y la alternativo. Nunca jugó ese juego y ahora, lejos del mundanal ruido, menos. Lo decíamos, decidió que se quería ir a vivir al campo y encontró lo que necesitaba.

Vida campestre

“Tuve suerte -dice-, buscando, buscando, encontré una casa abandonada en un parque entre Torrelodones y Galapagar, en el Parque del Guadarrama, y me hice con ella. Ahí vivo con mis hijos, mis ocas, mis gallinas, mis huertos. Mi familia”. Allí, en pleno monte, vive rodeado de animales, en una casa cuya hipoteca suscribió a su nombre en julio de 2018. En un terreno de 3.300 metros cuadrados con jardín, piscina, invernadero, pequeño garaje y pozo de servicios, se levanta la casa de poco más de 90 metros cuadrados donde este actor se siente feliz y realizado. Es muy querido en la zona, en la que vive desde al menos 2015, cuando se implicó en política en Torrelodones. Hasta dio el pregón de las fiestas de Galapagar en 2017.

Suele suceder a cierta edad, después de bregarse uno en los peores (y mejores) fangos profesionales, que la familia se aparece en toda su esencia. Le ha sucedido a este actor, quien ha trabajado con los mejores desde niño, que fue un ídolo de adolescentes (muchas calzan casi 50, no señalen a nadie) y que al final se ha dado cuenta de que la belleza está en los detalles. En sus hijos, en su mujer, en su casa, en sus aficiones. “Hacer lo tuyo lo mejor posible, aunque sea pequeñito, con mucho mimo”, dice este ‘flaneur’, como lo definen sus amigos, que tiene ya tres hijos de tres mujeres distintas y no le importaría incrementar la familia.

Los hijos

Hablamos de Marta, la mayor, de 30 años, a quien conoció con 18 y tardó un tiempo en recuperar como hija. Le sigue Merlín, un joven de 18 años que se decantó por la profesión de sus padres (es hijo de la fallecida Paloma Gómez). Este joven actor padece fibrosis quística, una enfermedad que se ha convertido en una de las causas de lucha de Sanz, quien busca que su hijo pueda llevar una vida plácida dentro de su dolencia. Luego está Lope, de seis años, fruto de su relación con su actual mujer. Además, apadrinó a un niño que ya tiene 19 años y que, según ha dicho en alguna ocasión, "es uno más de la familia".

Sanz tiene, además de su casa de Galapagar, varias propiedades en Madrid que comparte con sus tres hermanos, a quienes adora y de quienes habla siempre con gran cariño. Compagina su entrega a la familia con sus colaboraciones en programas de televisión y en sus proyectos en cine y series, de la mano principalmente de David Trueba, uno de sus mejores amigos.

Músico y motero

Y todo, además, mezclado con las clases de música que ha retomado y que le han llevado a tocar incluso con Los Secretos. Así lo cuenta él mismo en la citada entrevista: “Siempre he querido ser músico, y durante muchos años, cada vez que me mamaba, me subía a un escenario a tocar la armónica porque pensaba que era bueno. Y no. Como hace ya varios años que lo he tenido que abandonar todo, he retomado la armónica. Llevo tres o cuatro años tocando y me divierte muchísimo”.

¿Les falta algo para saber qué fue de Jorge Sanz? Pues es motero, pasión que se adivina en las botas que diseña y en el nombre de la empresa de su mujer. Con esa afición, forma parte de un club, el Nochnye Volki MC, del que es miembro el mismísimo Vladimir Putin. Este controvertido club motero ruso, el Lobos de la Noche, solo cuenta con dos miembros en España, y uno es Sanz. Genio y figura.