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Hogar, familia y sueldo: lo que gana Salvador Illa apostando por Cataluña
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POLÍTICA

Hogar, familia y sueldo: lo que gana Salvador Illa apostando por Cataluña

El ministro más valorado lo deja para convertirse en el candidato del PSC a la Generalitat. La decisión tiene un componente personal. Durante meses ha vivido en Moncloa y apenas ha visto a su mujer y a su hija

Foto: Salvador Illa, con la cartera de ministro. (Reuters)
Salvador Illa, con la cartera de ministro. (Reuters)

Salvador llla compareció ayer tras el Consejo de Ministros para despedirse de su cartera, de los medios y de los españoles. Llevaba escritas unas palabras a boli en una hoja de papel. Logró no emocionarse, ni cuando dibujó en una frase la épica de lo que ha significado este año al frente del Ministerio de Sanidad: "Me llevo conmigo a todas las familias que han perdido un ser querido y a todos los que han sufrido la enfermedad". "Para mí ha sido un honor servir a todos los españoles. Me voy con mucha pena: dejo en Madrid, que es una ciudad fantástica, a muchos amigos, dentro del Gobierno, por supuesto, pero también fuera".

"Yo no me he movido nunca por conveniencias ni comodidades personales, estoy donde puedo ser más útil. Eso he hecho en estos últimos meses apasionantes, en los que he sentido que ha sido un honor servir a este país en esta posición pero que cómodos no han sido. Me voy a otra responsabilidad que también anticipo que no va a ser cómoda justamente. Pero me he movido siempre así, buscando aquello que mis compañeros y yo mismo consideramos que pueda ser más útil". Su próximo destino, como se sabe, será el de pelear por llevar a los socialistas a la victoria por primera vez en unas autonómicas catalanas.

Foto: Salvador Illa. (EFE)

El exministro llegaba hace un año al Ejecutivo para sustituir a María Luisa Carcedo en la misma cartera que ostentara el mítico Ernest Lluch en tiempos de González, para muchos un guiño claro a su futuro político, más allá que acá. La pandemia, no hace falta decirlo, lo cambió todo, e Illa, profesor, político y licenciado en Filosofía, tuvo que arremangarse la cosa catalana para ponerse al frente de la lucha contra el virus. Desde entonces ha estado "al 101%" en su tarea, como lo estará en la campaña que está a punto de empezar en Cataluña. La decisión de tomar otro rumbo justo ahora es una apuesta arriesgada desde el punto de vista político, aunque cuenta con ciertos beneficios para su vida personal, puesta en suspenso desde que empezó la pandemia.

Cuando Sánchez le llamó para ser ministro, Salvador Illa llegó a Madrid 'con lo puesto' y se fue a vivir a un hotel. No le dio tiempo a buscar una casa antes de que el tsunami de marzo le llevara por delante y decidiera instalarse temporalmente en una vivienda de uno de los edificios que componen el complejo de Moncloa. Se trata de la misma residencia en la que ya vivieron los vicepresidentes Manuel Gutiérrez Mellado y Alfonso Guerra, según publicó 'El Español'.

En la primera ola, estuvo meses sin poder ver a su familia, que reside en La Roca del Vallès (Barcelona). Después ha podido viajar algunos fines de semana para pasarlos con ellos. Los periodistas que le siguen aseguran que le brillaban los ojos cuando decía que iba a pasar Nochebuena, Nochevieja y Reyes con su mujer y su hija adolescente. Después de este año, para él era un planazo encerrarse en casa con ellas.

Foto: Carolina Darias y Salvador Illa. (EFE)

Marta Estruch es la segunda mujer de Salvador Illa. Trabaja en el departamento de comunicación y marketing de una conocida empresa de alimentación donde también está, por cierto, uno de los hermanos del ministro. Hasta ahora ha disfrutado de su anonimato, y apenas hay alguna imagen de ella durante los días que pasaron este verano en la comarca del Matarraña. Fue el 'Diario de Teruel' quien localizó al exministro y a su esposa, que se alojaron en una pequeña localidad de 600 habitantes, Cretas, para pasar unos días de descanso.

Aunque el trabajo que le queda por delante tampoco va a ser "cómodo", en sus propias palabras, si logra hacerse con la presidencia de la Generalitat, Salvador Illa tendrá a su familia mucho más cerca. Sus padres, que sortearon con bien el coronavirus, su esposa y su hija. En La Roca tiene una bonita casa con jardín en una calle tranquila desde la que se divisa el paisaje despejado de la comarca del Vallés Oriental. En este pueblo del que fue alcalde, la mayoría le estima y le protege (aunque en 2018 los CDR le llenaron la fachada de pintadas). No olvidan que bajo su mandato se puso en pie La Roca Village, un outlet de lujo que ha traído mucha prosperidad a la zona.

La casa está a tres cuartos de hora del centro de Barcelona. Los presidentes de la Generalitat cuentan con una 'residencia oficial' adyacente al Palau de la Generalitat, aunque generalmente no se usa. Quim Torra sí estuvo viviendo allí mientras estuvo de cuarentena por el coronavirus, pero lo habitual es que los políticos sigan residiendo en sus domicilios particulares.

Foto: El ministro de Sanidad, Salvador Illa. (EFE)

Además del calor de hogar, hay otro asunto más mundano en lo que Illa podría salir ganando si su apuesta por Cataluña se traduce en una eventual victoria, y es que duplicaría su sueldo. Como ministro de Sanidad, Salvador Illa cobraba un sueldo bruto anual de 74.858 euros en doce pagas. Como presidente de la Generalitat, Quim Torra cobra un poco más del doble de esa cantidad: 153.235,50 euros brutos anuales. Además, al haber estado un año como ministro, Illa tiene derecho (otra cosa es que lo haga valer) a una indemnización, una paga mensual durante un año del 80% del salario que haya estado percibiendo mientras haya ejercido.

No parece Salvador Illa un hombre seducido por el poderoso caballero. Su brevedad en el cargo ha impedido que apareciera en el BOE su situación patrimonial (tampoco es diputado). Lo suyo, dicen, va más por los placeres intelectuales, el cuidado del huerto y la tranquilidad. Aunque a veces sorprende. 'El Periodico de Cataluña' reveló una conversación entre el exministro y su esposa que tuvo lugar el día de Reyes. "Salvador, cuando termines tu trabajo en el ministerio te tomarás un descanso, ¿no?". A lo que él contestó: "Oh, no, no. Ni hablar. Yo soy candidato para ganar. Y voy a ganar".

Salvador llla compareció ayer tras el Consejo de Ministros para despedirse de su cartera, de los medios y de los españoles. Llevaba escritas unas palabras a boli en una hoja de papel. Logró no emocionarse, ni cuando dibujó en una frase la épica de lo que ha significado este año al frente del Ministerio de Sanidad: "Me llevo conmigo a todas las familias que han perdido un ser querido y a todos los que han sufrido la enfermedad". "Para mí ha sido un honor servir a todos los españoles. Me voy con mucha pena: dejo en Madrid, que es una ciudad fantástica, a muchos amigos, dentro del Gobierno, por supuesto, pero también fuera".

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