Jorge Fernández: "Desde que nació, mi hijo es el motor de mi vida, es para lo que vivo"
El presentador de 'La ruleta de la suerte' y 'El juego de los anillos', que terminó su emisión recientemente, es uno de los valores seguros de Antena 3
Aglutinar dos millones de espectadores es el sueño de muchas cadenas generalistas, especialmente en franjas que no son el prime time. Este hito es algo que está consiguiendo de manera habitual Jorge Fernández con 'La ruleta de la suerte', de lunes a viernes en Antena 3. Quince años después de su estreno, el concurso vive una eterna juventud y el propio presentador es muy consciente de esta situación no demasiado común en la pequeña pantalla, máxime cuando ahora la competencia se ha multiplicado exponencialmente con las plataformas de streaming.
"Pienso que no es que se haya erosionado la audiencia un poquito, es que vamos a mejor cada año. Es cierto que ahora hay más consumo de televisión por las circunstancias actuales, pero es una pasada superar esa cifra. Cada temporada vamos a más", nos dice Jorge Fernández en conversación telefónica.
Tras unos años difíciles por problemas de salud, a consecuencia de la enfermedad de Lyme, causada por la picadura de una garrapata, y una intoxicación de metales pesados, Fernández ha logrado sobreponerse físicamente y, lo que es más importante, ha vivido un enorme aprendizaje que le ha hecho mucho más fuerte. A medio camino entre Bilbao y Madrid, afronta estos momentos complicados para todo el mundo con la convicción de que las cosas pueden mejorar sustancialmente si ponemos de nuestra parte y ponemos el foco en el lugar adecuado.
PREGUNTA: ¿Dónde crees que está la clave del éxito de este programa, que es tradicional, blanco y para toda la familia, muy lejos de otras tendencias que triunfan en televisión?
RESPUESTA: Creo que has dado en la clave, que es para toda la familia. Es un programa para todos los públicos, porque se divierten lo mismo niños y niñas de tres, cuatro o cinco años, que ya empiezan con las letras o los colores en el cole, pasando por todas las edades, hasta llegar a los señores muy mayores, que, como me dicen por la calle, les ayuda a mantener el cerebro en orden y a seguir pensando, con cosas no muy difíciles. Además, otro de los secretos es que no necesariamente lo tienes que ver desde el principio. Lo puedes coger en cualquier momento y empezar un panel nuevo.
Al éxito contribuye también enormemente el engranaje que hay en el equipo después de quince años: todo el mundo sabe lo que tiene que hacer y cómo, nadie se mete en el trabajo de los demás salvo para ayudar. Tenemos muy buen rollo, y como se graban muchos programas seguidos, intentamos que se haga de manera coordinada y rápida para que no haya muchos parones, para que no nos agobiemos y que sea todo lo más natural posible. Esos ingredientes los metes en una coctelera y sale este programa en el que parece que está improvisado, pero en el que en realidad está todo muy bien atado.
P: Grabas los programas en Madrid y vives en Bilbao, ¿cómo te organizas entre dos ciudades a las que separan 400 kilómetros?
R: Es maravilloso, porque así no me aburro ni de una ni de otra. Me encanta porque me da la sensación de que estoy moviéndome todo el rato, de que vivo. A veces gente de mi entorno o familia me preguntan si no me cansa, si no me aburre tener que coger un avión, marcharme los martes y volver los jueves o los viernes, en función de cuándo tenemos que grabar. Y la verdad es que no, no me canso.
Generalmente lo hacemos a mitad de semana entre dos o tres días. Ahora compartimos equipo técnico con 'Pasapalabra', solemos hacerlo jueves y viernes porque ellos lo hacen martes y miércoles. Tengo un pisito pequeño en Madrid donde vivo y el resto de la semana lo paso en Bilbao. Todo lo que tiene que ver con tele, anuncios, bolos intento hacerlo allí, y en Bilbao me dedico más a la vida familiar y a otro tipo de negocietes que también tengo. Es algo que me gusta, no me supone ningún sacrificio ni esfuerzo porque cambio de aires, de amigos y me encanta ir a grabar.
P: Es una suerte poder trabajar en algo que a uno le gusta porque no siempre es así...
R: Absolutamente. Eso lo pienso cada día que entro en Antena 3 o que cojo el avión. Es cierto que hay días que igual está lloviendo, hace un mal día y estás con tu hijo y piensas que te apetecería quedarte con él, pero luego pienso en la recompensa que tengo en el programa, en ese buen rollo en el plató, la buena audiencia del día siguiente. Por todos esos motivos me encanta ir a trabajar.
P: Hace un tiempo manifestabas que te habías organizado para no perderte nada en la vida de tu hijo.
R: Lo más gratificante de mi trabajo, además de lo que hemos dicho, es que he tenido la gran suerte de que no me tocara un programa en directo porque me hubiera perdido parte de la infancia de mi hijo y la adolescencia. Me lo hubiera tenido que llevar a vivir a Madrid, pero eso hubiera sido más complicado. Este programa ha permitido que pueda estar muchos días compartiendo vida con mi hijo, que es desde que nació el motor de mi vida, es lo que más quiero en este mundo y para lo que vivo, para darle a él todo lo que pueda. Compaginar mi vida laboral con él ha sido lo más maravilloso del mundo.
En ocasiones que he compaginado programas, como 'El juego de los anillos' u otros prime time como 'Esta casa es una ruina' o 'Quiero cantar', he tenido que quedarme cinco días en Madrid, pero sabía que era cuestión de semanas. Ahora es mayor, tiene 16 años, por lo que entiende perfectamente si me tengo que ir dos o tres días más, no pasa nada. Cuando era pequeñito, me daba más cosa...
P: En ti tiene varios referentes profesionales a futuro, como deportista de élite, modelo, presentador, hombre de negocios... ¿Crees que elegirá alguno de estos caminos?
R: Pues de todo eso que me dices lo que está claro es que va a ser un buen negociante, porque conmigo lo negocia todo -nos dice, con humor-. Le gusta el deporte, pero no a nivel profesional como yo, porque ese objetivo lo tuve muy claro desde que tenía su edad. Lo logré, aunque al final no pude continuar. Eso sí, es mucho mejor estudiante que yo. Estamos mirando qué carrera hará, pero haga lo que haga, lo hará bien, porque saca muy buenas notas, es muy tenaz y muy comprometido con lo que hace. Por supuesto, solo estaré ahí para apoyarle, para ayudarle y para indicarle en el caso de que me pregunte.
Seguiré el ejemplo de mis padres, que me dejaron hacer INEF, Educación Física, aunque ellos no era lo que más querían que hiciera. Fui feliz en mi carrera, aunque luego la vida me llevó por otros derroteros. Él estudiará lo que quiera, tiene que ser así. Una profesión no tiene que ser para que te dé mucho dinero o que creas que te lo va dar, sino porque te guste y te apasione. Si no, no hay futuro.
P: En tu perfil de Instagram decías en estos días que no había que confiar las cosas a la suerte sino que había que trabajarse las cosas. Eso sí, en tu vida el azar ha sido crucial por la lesión de tu rodilla, que truncó tu carrera en la ACB, y porque en un principio no veías muy claro lo de ser modelo y te animaron a presentarte a castings.
R: Siempre he creído más en la mala suerte que en la buena porque considero que esta es un compendio de muy buenas acciones. Cuanto mejores pensamientos tienes, mejores decisiones tomas. Y con mejores decisiones, mejores acciones ejecutas. Es lo que la gente llama buena suerte entre comillas. En defintiva, cuanto más trabajas, más suerte tienes. Sin embargo, sí pienso que existe la mala suerte por mi experiencia vital. Cuando me lesioné, en un principio pensé que era lo peor del mundo, pero al final aquella frase de 'no hay mal que por bien no venga' se cumplió. Lo que pensaba que era lo peor del mundo acabó siendo lo mejor. Desde ese momento, en el que tenía 27 años, aprendí mucho, y cuando me venían mal dadas, pensaba que podría venir después algo mucho mejor.
De hecho, estas dos patologías que he tenido han propiciado que así sea. He pasado cuatro años bastante duros, pero no los cambiaría por nada del mundo por lo que estoy aprendiendo, la gente que estoy conociendo, hacia dónde ha ido mi vida... Estos posts que estoy haciendo en Instagram son reflejo de cómo me está yendo la vida y hacia dónde va y lo que quiero hacer. Todo tiene un porqué. Que haya una piedra en el camino no es que haya una piedra, sino que el camino es así, con piedra incluida. Pues tú verás... Puedes quejarte todo el rato o aceptarlo. La aceptación y cómo consigues dar la vuelta a las situaciones desfavorables es lo que va a determinar que tengas un éxito o un fracaso.
P: Decidiste dar la cara para hablar de tus problemas de salud ante las especulaciones que estaban surgiendo, ¿ser un libro abierto puede ser la mejor de las estrategias ante rumores infundados?
R: Sí. Al final tuve que hacerlo público porque se estaban diciendo un montón de tonterías. No estaba al cien por cien ní física, ni anímica ni psicológicamente, por lo que todo lo que leía en este sentido me llegaba a molestar mucho. La gente que me sigue sabe que no suelo hacer este tipo de cosas y mi vida privada siempre la he mantenido al margen de la televisión, excepto lo que cuento en 'La ruleta...'. De hecho, la gente que me sigue en el programa desde hace quince años me conoce mejor que mi madre. No escondo mis opiniones ni mis reflexiones porque soy bastante transparente.
Lo que más me ha ayudado en estos cuatro años ha sido empoderarme, aprender, estudiar por mi cuenta, aunque sabía muchas cosas de anatomía y fisiología por mi carrera... Cuanto mejor entiendes lo que te pasa, antes vas a salir de ello. No era suficiente tomarme algo solo porque me lo dijera el médico. Una patología para curarte, sobre todo si requiere tiempo como este caso, tienes que entenderla y saber por qué haces las cosas, porque si no puedes deprimirte por todo lo que te están diciendo sin entenderlo. Entender las cosas siempre será muy favorable para tu recuperación.
P: ¿Estás completamente recuperado?
R: No estoy al cien por cien todavía, aunque claramente he salido del hoyo. Estoy muchísimo mejor y hago vida normal, algo que no pude hacer hasta hace un año. Me ponía a hacer deportes que me gustaban, pero no tenía energía para nada... Tenía el estómago destrozado. Todavía tengo algún problemilla, porque son temas largos de resolver, puesto que afectan a la macrobiota y a temas hormonales. Cuesta resolverlo y debes contar con diversos médicos interrelacionados para que compartan información y hablen entre ellos. Estoy en la buena dirección, ya sé lo que tengo que hacer. Cuando tienes una patología con una sintomatología que no se cura, lo que más te mata es la incertidumbre, algo que ya no me ocurre. Es lento, pero por lo menos ya no hay incertidumbre.
P: Cuando hablas de ti mismo en las redes sociales enfatizas que cada persona debe buscar su propia solución, que cada quien debe recurrir a sus nutricionistas y obrar en función de sus propias necesidades. Y ni mucho menos recurrir a remedios o dietas milagro.
R: Me fastidia mucho todo esto que rodea al mundo de la nutrición de dietas milagro, pastillas milagro, zumos detox milagro... Puede ser muy perjudicial para la salud y no son eficientes. Este tipo de 'remedios' lo que hacen es reducir las calorías durante un mes muchísimo para que no comas, y si no comes adelgazas. Sin embargo, de lo que se trata a la hora de adelgazar es de perder grasa sin perder masa muscular. Y en algunos casos habría que aumentar la masa muscular, dependiendo de la persona. Yo me centro en los hábitos saludables perdurando durante mucho tiempo. La nutrición tiene que ser muy individualizada. Hay que utilizar bien las herramientas para conseguir tus objetivos.
P: Según has develado, sigues tus hábitos o tus normas, por así decirlo, en un 90% y te dejas un 10% restante para darte permiso... Un buen consejo, porque hay gente que se obsesiona con la vida sana y puede ser contraproducente.
R: Marcos Vázquez dice que "el mismo problema tienes si no puedes dejar de comerte todos los días una palmera de chocolate que si un día te la quieres comer y no te la comes". Desde luego, si un día vas por ahí con tus colegas y te apetece una pizza o una hamburguesa 'guarra' te lo puedes permitir, o en tu casa... Puede hacer un poco de 'comida trampa', siempre que respetes el otro 90%. Lo mismo ocurre con el deporte, si haces un poco menos no pasa nada. Hay cuatro claves fundamentales, la gestión del estrés, la nutrición, la actividad física y el descanso. Si hacemos ese porcentaje bien durante toda la semana y el resto nos despistamos un poco, puedes estar muy saludable en todos los aspectos.
P: Ahora estamos viviendo una época de mucho estrés por la pandemia. ¿Con qué ánimo la estás viviendo?
R: Mentalmente me considero bastante fuerte y afortunadamente toda mi familia está bien, pero siempre hay que ponerse en la situación de los demás. Yo no del todo estoy bien, porque aunque lo esté a título individual, veo que una gran parte del mundo no lo está, que la situación no es buena, que el ambiente tampoco lo es, que hay tristeza. Por no decir los muertos, los contagios, familias que están viviendo situaciones muy desagradables, amigos que se han quedado en el paro o en ERTE. Aunque mi micromundo esté más o menos bien, es imposible sentirte plenamente feliz.
A mí me afecta en que no puedo ir a hacer los deportes que me gustan, pero es una tontería al lado de todas las desgracias que está habiendo. Aun así, por muy fuerte mentalmente que sea, se me está haciendo largo, e ir a trabajar donde no hay nadie, nos han quitado maquillaje y peluquería, ves las redacciones vacías, las cafeterías cerradas. No hay vida. Te afecta psicológicamente, porque además no puede haber contacto. El ser humano es un animal de relaciones y son muy beneficiosas para nosotros a nivel anímico y psicológico.
Lo peor de todo es la incertidumbre. No sabemos lo que va a pasar. Eso de que íbamos a salir más fuertes está claro que no. Y el cuándo tampoco se sabe. Todo el mundo ha puesto su ilusión en la vacuna, pero ya estamos viendo lo que está pasando, porque las farmacéuticas son lo que son y viven de lo que viven. Fíjate los problemas que hay con la distribución y con las puestas.
P: En alguna ocasión ya manifestaste que las vacunas no llegarían tan pronto como nos decían... Te mostrabas un poco escéptico.
R: Sí, porque fíjate lo que está ocurriendo. Ojalá seamos como Israel y estemos todos vacunados dentro de un año, pero soy muy escéptico, veo lo que hay y no me pongo una venda en los ojos. Es muy importante seguir las tres medidas que nos dicen, distanciamiento, manos y mascarillas, pero solo son la punta del iceberg. Nos quedan mil cosas por hacer que no se dicen y en eso me muestro crítico, no por destruir sino por aportar para que se acabe cuanto antes. Deberíamos recurrir a los buenos hábitos, porque está demostrado que con un sistema inmunológico competente el virus es mucho más débil. Hay gente que se cree que con ponerse la vacuna ya está todo resulto y no es así. Incluso la OMS ya ha avisado de que podemos mejorar pero que no va a erradicar la pandemia.
Aglutinar dos millones de espectadores es el sueño de muchas cadenas generalistas, especialmente en franjas que no son el prime time. Este hito es algo que está consiguiendo de manera habitual Jorge Fernández con 'La ruleta de la suerte', de lunes a viernes en Antena 3. Quince años después de su estreno, el concurso vive una eterna juventud y el propio presentador es muy consciente de esta situación no demasiado común en la pequeña pantalla, máxime cuando ahora la competencia se ha multiplicado exponencialmente con las plataformas de streaming.