Niñez, juventud y éxito de Pablo Alborán: hablamos con personas que han marcado su vida
El éxito de Pablo Alborán en una década ha sido un camino marcado desde su infancia y adolescencia. Entonces y ahora ha contado con grandes apoyos que nos hablan hoy de él
Cuando era pequeño, Pablo Alborán ya trataba de bucear en su propio universo musical. Pocas personas componen su primera canción con 7 años. Él lo hizo. La tituló ‘Malva’ y se la dedicó a su madre, recordando un vestido de ese color que ella tenía.
Durante su vida en el barrio del Limonar, en su Málaga natal, sus padres, el arquitecto Salvador Moreno de Alborán Peralta y la francesa Helena Ferrándiz Martínez, pronto detectaron que su hijo poseía talento e inquietud musical y no dudaron en proporcionarle clases de guitarra.
También recibió clases de canto en el Centro Cultural Manuel Estepa, en la localidad de Arroyo de la Miel (Benalmádena), de manos de la profesora María Adela Merchán, una persona clave en la carrera de Alborán y quien aún recuerda a aquel Pablo en sus inicios con gran cariño y admiración.
María Adela Merchán no dio crédito cuando escuchó cantar a Pablo por primera vez: “Su padre siempre me dice que soy yo la que tiene la culpa de que 'el niño' esté cantando. Vino con 16 años a la escuela, acompañado de su madre. Esta me dijo que a Pablo le gustaba cantar. Gestionamos la matrícula y empezó las clases. En la primera clase le hice una prueba. Siempre pregunto a los alumnos qué estilo de música les gusta, si han tomado clases antes... Ese tipo de cosas. Pablo me dijo que nunca había tomado clases de canto. "Necesito escucharte", le dije. Venía con una guitarra y era muy muy tímido. "Me gusta cantar canciones compuestas por mí", me contó. Cogió la guitarra y sin levantar la vista del suelo, se puso a cantar 'Desencuentro'. Se me cayó la baba... No daba crédito a lo que escuchaba... Cuando terminó, le pregunté: "Pero ¿tú de dónde has salido? ¡No tienes edad para componer esto!". Esa profundidad en la letra, en la melodía, esa capacidad... No era normal. Cada día me traía una canción nueva, a cual mejor. Era un prodigio, absolutamente extraordinario, algo insólito".
Con 12 años, Pablo Alborán ya componía sus propias canciones y logró actuar en solitario en un restaurante donde tocaba junto a una familia flamenca que lo apodó como El Blanco Moreno (Blanco por su color de piel y Moreno porque es su primer apellido). Pablo no podía imaginar entonces lo que años más tarde lograría.
"El padre quería que Pablo estudiara una carrera, pero él quería dedicarse a la música", nos cuenta María Adela, su profesora de canto en Málaga. "Pablo me pidió que hablara con su padre. Le expliqué a este que su hijo lo tenía todo para ser un cantante de éxito mundial. 'Es el próximo Alejandro Sanz', le dije. Con aquella conversación le di la oportunidad de que su padre reconsiderara los pasos de su hijo".
Contando siempre con un fuerte entorno familiar, Pablo no cesó en su empeño. Además del de sus padres, el malagueño siempre ha contado con el apoyo incondicional de su hermana, Casilda Alborán, 21 años mayor que él y a la que adora. También con el de su hermano Salvador, el mediano, que ha trabajado con Pablo en varias de sus giras, en el diseño de portadas y en videoclips. De Salvador fue la primera guitarra que Pablo Alborán cogio entre sus manos. Desde entonces no paró de componer.
Un 22 de abril de 2010, un Pablo aún anónimo sentado sobre un sofá blanco subía a YouTube algunas de sus composiciones. Tenía 21 años. El productor musical Manuel Illán le echó el ojo. Pablo estaba consiguiendo una enorme atención en redes sociales gracias a la magia de su voz y su guitarra.
Illán se empeñó en grabarle una maqueta donde incluía una versión del tema 'Déjame de volverme loca', de Diana Navarro. La cantante malagueña ya conocía a Pablo Alborán desde años antes. Ella misma nos cuenta cómo fue su primer encuentro: “Conocí al papá de Pablo, Salvador Moreno Peralta, en una entrega de premios de la prensa donde me premiaban en Málaga, en 2006. Me habló de su hijo y me contó que era muy fan de mí. Lo llamé y le dejé un mensaje en su contestador automático donde, cantando, él pedía que dejara un mensaje. Y yo cantando le dije que era ‘la Navarro’ y que quería conocerlo. Al encontrarnos le escuché cantar y sentí que llegaría muy lejos porque su manera de contar sus historias emocionaba de manera diferente”.
Diana Navarro añade que con el paso del tiempo, “le brindé a Pablo mis escenarios y era fascinante ver cómo el entusiasmo del público crecía por momentos. A partir de ahí, sacó su primer disco y empezó a brillar como merecía. Ahora sigue emocionando y está cada día más espléndido como autor y cantante. Es un gran ARTISTA”, rememora Diana Navarro.
Sergio Dalma fue otro artista consagrado que apostó por Pablo Alborán en sus inicios. Dalma habló de él en Warner Music para que pudiera grabar su primer disco. Hoy les une a ambos una gran amistad.
Para el proceso de selección de lo que sería su primer disco, Alborán volvió a utilizar las redes sociales y publicó varios vídeos tocando algunas de sus canciones en YouTube. El milagro volvió a obrar gracias a la magia de su voz. Pablo traspasó fronteras y llamó la atención de la cantante Kelly Rowland, una de las integrantes del grupo Destiny’s Child junto a Beyoncé y una consagrada artista internacional. En redes sociales, Rowland se mostró extasiada con la voz de Pablo. El vídeo se viralizó, el boca a boca surtió efecto y el éxito de Pablo se hizo posible.
Los traslados a Madrid fueron cada vez más frecuentes. El trabajo le obligó a ello e incluso terminó comprando una casa en la capital, aunque el malagueño nunca ha dejado de escaparse a Málaga y convivir con su familia en casa de sus padres siempre que ha podido.
Pablo Alborán debutó en 2011, con el lanzamiento oficial de su primer sencillo, 'Solamente tú', canción perteneciente a su álbum debut, ‘Pablo Alborán’, lanzado el 1 de febrero de 2011, hace hoy 10 años.
Dicho debut alcanzó el primer puesto en su primera semana en ventas, Pablo se convirtió en el primer solista que firmaba un álbum debut al completo, que lograba posicionarse en lo más alto en España desde 1998.
El cantautor lideró las listas de ventas durante varias semanas consecutivas.
Vorágine de sensaciones
En 2012 se convirtió en el artista más vendido en Portugal. En España lo logró durante años (entre 2011 y 2018), sumando 30 discos de platino en Europa, dos discos de oro en América y uno en Portugal.
Su éxito se ha prolongado hasta hoy. A mediados de diciembre de 2020 salió a la luz su último trabajo, ‘Vértigo’, su quinto álbum de estudio que se gestó mientras el cantante pasaba la cuarentena del coronavirus con sus padres en la casa de estos, en Benalmádena (Málaga).. Una vez más, Pablo está triunfando con sus canciones. Este nuevo álbum está teniendo una acogida inmejorable y ha sido número 1 en ventas durante tres semanas.
Entre medias de su primer éxito y el último, Pablo ha vivido una vorágine de sensaciones. Ha tocado el cielo, pero también el suelo que sostiene la incertidumbre y el agotamiento de la fama, las giras interminables, la autoexigencia y el exceso de trabajo.
En 2019 confesó que había sufrido ansiedad durante su última gira y también en 2014, tras tres años de un éxito abrumador. Aseguró que había requerido la ayuda de un especialista para encontrar el equilibrio en la fina cuerda de la fama y el éxito, esa que separa un camino bien trazado del desequilibrio.
En 2016 frenó en seco, un acierto porque si no, según él mismo confesó, habría “petado”.
Su profesora de canto siempre fue consciente de la vorágine en la que se podía ver envuelto Pablo y así trató de advertírselo cuando este era adolescente. María Adela venía del mundo de la televisión y del espectáculo, y sabía bien la presión que el medio puede ejercer en un artista: "Le advertí que se preparara para lo que se le venía encima. Te puedes meter en una vorágine que no tienes tiempo de gestionar. Lo que le ocurrió a Pablo fue muy fuerte. No te da tiempo para estar preparado. Doy gracias de que aquí ha tenido su refugio. Ese mundo puede ser una locura y todos necesitamos descansar en algún momento".
Pablo regresó con fuerza en 2018, con nuevo trabajo: ‘Prometo’. Lo hizo renovado, ilusionado y más libre que nunca.
Alborán aprendió a coger las riendas de su carrera pero también a dejarse llevar más y a mostrarse como era. Sentía, sin embargo, que en esa búsqueda de la verdad, faltaba algo.
El 17 de junio de 2020, para sorpresa de muchos, decidió contar que era homosexual. Aseguró después que, si bien nunca había mentido, sí había ocultado ciertas situaciones en según qué momentos. No le hacía sentir bien y aquel día de junio decidió poner fin a una actitud que le incomodaba.
Fue la guinda de un pastel de sinceridad y libertad que venía amasando hacía tiempo.
La actriz María Esteve es una de esas amigas que Alborán se encontró por el camino. Hoy es una de sus personas imprescindibles. Ella misma lo ha definido como "un regalo" que la vida le ha brindado y asegura estar muy orgullosa de cada decisión que el cantante ha ido tomando.
"El éxito de Pablo no solo ha radicado en su talento y su amplio repertorio, sino también en haber sabido mantenerse fiel a sí mismo y no olvidar a las personas que le han apoyado y querido", nos cuenta María Adela, quien destaca que el cantante sigue en contacto con ella: "Ayer mismo me estaba enviando mensajes con él. Sigo en contacto con él y con toda la familia. Yo aparezco en los agradecimientos de su primer disco y siempre me dice que se acuerda de mí y de tanto momentos vividos...".
Cuando era pequeño, Pablo Alborán ya trataba de bucear en su propio universo musical. Pocas personas componen su primera canción con 7 años. Él lo hizo. La tituló ‘Malva’ y se la dedicó a su madre, recordando un vestido de ese color que ella tenía.