Los hijos de Alfonso Cortina completan la transición de la herencia de su padre
El expresidente de Repsol, que falleció el pasado mes de abril, dedicó la última parte de su vida a la bodega Pago de Vallegarcía. Desde la semana pasada, su hijo Felipe es el nuevo presidente de la compañía
"En los Montes de Toledo, La Raña es algo más que el contraste entre las agrestes sierras y los frondosos valles, es donde conviven la vida salvaje y la vida cultivada. Con la ciudad imperial de Toledo al norte y las 39.000 hectáreas del Parque Nacional Cabañeros al sur, rodeado de valles y sierras, el viñedo de Vallegarcía se alza en La Raña, un lugar especial desde el que observar el mundo". Con esta imagen idílica con que describe la familia Cortina el entorno de sus viñedos, no es de extrañar que el añorado patriarca, Alfonso, se enamorara de este lugar y decidiera en los años 2000 poner en esta bodega todo su 'know how', su corazón y su pasión por el vino.
En un reportaje para 'Expansión', Cortina avisaba de que Vallegarcía no era "un capricho". En 1993 adquirió una gran finca de 1.500 hectáreas en Retuerta del Bullaque (Ciudad Real). "Buscando una actividad rentable para la propiedad, estudié dos alternativas: producir aceite de oliva o vino", explicaba en el diario económico. Se decantó por lo segundo y acertó, aunque en un principio su idea de producir vino en una zona sin tradición y con uvas foráneas generó cierto repelús entre los entendidos. En 2019, la dedicación de Alfonso Cortina se vio recompensada cuando lograron su propia denominación de origen protegida (DOP), coincidiendo con el 20 aniversario de la plantación de las primeras viñas.
Es cierto que, además de su esfuerzo, Cortina se supo rodear de un equipo "con una gran formación técnica" (como se explica en su web) y hoy Vallegarcía es una bodega de referencia cuyas botellas se agotan en el mercado. Aunque el empresario falleció el pasado mes de abril, sus hijos están decididos a que ese sueño le sobreviva. Felipe y Carlos Cortina Lapique siempre estuvieron involucrados de una forma u otra con la bodega. El primero como director de desarrollo de negocio, y el segundo como consejero ejecutivo. Hasta ahora, el presidente y accionista mayoritario de Pago de Vallegarcía SA, la empresa que ampara las bodegas, era Alfonso Cortina Alcocer. Sus hijos figuraban en los papeles como consejeros, y su madre, Miriam Lapique, como vicepresidenta. Pero, dentro del proceso de relevo lógico en estos casos, ha llegado la hora de que eso cambie.
El 27 de enero de 2021 se publicó en el BORME el nombramiento oficial de Felipe Cortina Lapique como nuevo presidente de la bodega, en sustitución de su padre. Felipe ya se ocupó de la internacionalización de Vallegarcía hace años, y conoce bien la empresa. Hace unos días tanto Felipe como su madre Miriam y su hermano Carlos fueron nombrados oficialmente consejeros solidarios de la bodega.
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"Detrás de los vinos de Vallegarcía existe un equipo joven, con una gran formación técnica, un profundo conocimiento del mundo del vino y sobre todo con una gran ilusión por compartir el fruto de su trabajo con unos consumidores cada vez más entendidos, que buscan vinos diferentes, vinos que transmitan sensaciones, vinos únicos que en definitiva emocionen. Al frente de todo este equipo, Alfonso Cortina de Alcocer junto con sus dos hijos Felipe y Carlos dirigen y apoyan el proyecto desde la solidez de su formación, reconocida experiencia empresarial y ante todo desde su pasión por los grandes vinos", se lee todavía en la web de los afamados vinos, que aún no ha actualizado el triste suceso.
Los conocimientos empresariales y económicos de Felipe y Carlos Cortina serán beneficiosos para la compañía, que en los últimos dos años ha cerrado en números rojos (en 2019 perdió casi 200.000 euros). A pesar de todo, su patrimonio neto es superior a los seis millones y medio de euros.
Con este movimiento en las bodegas, se completa el proceso de transición en las empresas familiares que comenzó a finales de verano. El pasado mes de septiembre, Felipe Cortina fue nombrado oficialmente administrador único de Las Iruelas, una entidad vinculada a las bodegas dedicada al cultivo. Una semana antes, el mayor de los hermanos se convirtió también en administrador único de Pair Wise SL, otra de las entidades de su padre dedicada a la consultoría. Además, Alfonso tenía intereses petroleros, una extraordinaria colección de vinos y obras de arte.
Una de las imágenes más tristes de la pandemia fue la protagonizada por Felipe y Carlos Cortina, con guantes y mascarilla, tremendamente solos en el último adiós a su padre. Alfonso Cortina, expresidente de Repsol y miembro relevante de la mejor clase empresarial española, falleció a principios de abril víctima del coronavirus. El empresario se hubiera marchado en condiciones muy distintas de no haber sido por la crisis sanitaria. En aquellos momentos solo les quedaba el consuelo de comprobar el cariño que se le tenía a este bodeguero por vocación y empresario de altura.
Los hermanos nacieron con apenas año y medio de diferencia (Felipe cumplió en enero 39 años, Carlos acaba de hacer los 37) y tienen un vínculo muy intenso. Ambos estudiaron en colegios y universidades en Estados Unidos y pasaron por las mismas aulas de CUNEF, donde estudiaron Business Administration. Felipe Cortina, el primogénito, cursó un grado superior en finanzas en la Universidad de Berkeley y un MBA en la NYU Stern School of Business tras su paso por CUNEF. Su nombre es muy conocido en el sector textil, donde logró encontrar un hueco en el mercado al poner en marcha la firma de calcetines Jimmy Lion.
Carlos, por su parte, escogió la Universidad de Columbia para complementar sus estudios con un MBA. Tras varios años trabajando como analista y en el Departamento de Banca de Inversión de Mediobanca, donde cubrió la asesoría de Fusiones & Adquisiciones y Soluciones, Carlos fichó como jefe del equipo de asesoría del presidente de Endesa. Después voló a Londres, donde desde 2015 es socio de Península Capital Advisor, un fondo de capital riesgo liderado por Borja Prado y del que también forma parte uno de los hijos de Sarkozy (Jean). Este verano, además, Carlos fue nombrado consejero dominical de la matriz luxemburguesa del BDK Financial Group, el grupo bancario hispanoafricano impulsado por su tío Alberto Cortina y presidido por el ex consejero delegado de Santander, Alfredo Sáenz.
Desde octubre de 2019, Carlos es además presidente del Grupo Veterinario Petsalud, que aspira a ser el primer grupo español de clínicas y hospitales veterinarios. También a finales del año pasado el joven constituyó Ve Tinvest para llevar a cabo "actividades de intermediación en operaciones con valores y otros activos". En ambas aventuras le acompañan amigos y colegas como Pepe Ruiz-Gallardón, Javier Prado y Javier de la Rica (también de Península), o Guillermo Castellanos O'Shea.
"En los Montes de Toledo, La Raña es algo más que el contraste entre las agrestes sierras y los frondosos valles, es donde conviven la vida salvaje y la vida cultivada. Con la ciudad imperial de Toledo al norte y las 39.000 hectáreas del Parque Nacional Cabañeros al sur, rodeado de valles y sierras, el viñedo de Vallegarcía se alza en La Raña, un lugar especial desde el que observar el mundo". Con esta imagen idílica con que describe la familia Cortina el entorno de sus viñedos, no es de extrañar que el añorado patriarca, Alfonso, se enamorara de este lugar y decidiera en los años 2000 poner en esta bodega todo su 'know how', su corazón y su pasión por el vino.