Nuria Roca: "Desde que nos conocemos, Pablo Motos siempre ha confiado en mí"

Este lunes generó una enorme sorpresa que Pablo Motos no estuviera al frente de 'El hormiguero 3.0' por primera vez desde que se estrenara el 24 de septiembre de 2006 en Antena 3. Su artífice y presentador podía haber estado en contacto con una persona positiva por coronavirus, por lo que la encargada de tomar su relevo fue una de sus colaboradoras estrella, Nuria Roca. Un reto para ella que solventó con creces, porque las redes sociales se llenaban de contenidos destacando sus cualidades e incluso algunos tuiteros pedían un programa propio para ella. Y de hecho, ya lo tiene y vuelve a TNT con la segunda temporada de 'Road Trip' este 5 de febrero, al lado de Esty Quesada y Carmina Barrios. Este mismo martes, Motos comparecía en redes sociales para decir que en una PCR había dado positivo, pero con una carga viral muy baja, por lo que se haría una nueva prueba este miércoles para determinar si finalmente está contagiado o no, aunque tranquilizó al manifestar que se encontraba perfectamente.

Nuria, a quien entrevistamos horas antes de esta nueva circunstancia, se encuentra en un momento profesional espléndido y no les vamos a decir lo que Mayra Gómez Kemp en en el mítico 'Un, dos, tres... responda otra vez', "hasta aquí puedo leer', porque ella misma nos cuenta cómo se prepara para su inminente debut en las tablas al lado de Antonia San Juan, y hace balance de una carrera que empezó hace 26 años y que la ha llevado por caminos a veces inesperados. También nos da las claves de una vida familiar plena, con su marido, Juan del Val, que triunfa en la literatura y en la pequeña pantalla, y tres hijos que educan bajo la premisa de que sean libres para encontrar su camino, sin olvidarse ni dar la cara ante los problemas que puedan surgir. El humor es un ingrediente clave en nuestra conversación, en un hueco que con gran generosidad nos hace en una semana llena de ensayos, porque a veces la vida, ya lo cantó La Lupe, es puro teatro. Después comprenderán por qué...

PREGUNTA: Las reacciones a tu sustitución de Pablo Motos este lunes no han podido ser más unánimes y favorables. Y no se cumplió aquello que dijiste, "me late tanto el corazón que se me va a salir una teta".

RESPUESTA: ¡No se salió la teta al final! -nos responde, entre risas-. Me siento un poco abrumada en el sentido de que todos los mensajes son muy positivos y bonitos. Te da calorcito, la verdad.

P: El reto era muy grande, porque Pablo nunca había faltado en su programa.

R: Esto es como cuando tu hermana te deja a tu sobrino a tu cargo. El programa es el niño de Pablo y es enorme la responsabilidad de ponerte al frente de 'El hormiguero' cuando no ha dejado de estar nunca en 15 años y en más de 2.000 programas. Ha tenido días complicadísimos, muy difíciles, y ha estado al pie del cañón. Los cinco años que trabajamos juntos en la radio antes de este programa, lo mismo. El momento era de gran responsabilidad y que él deposite en mí su confianza es muy de agradecer. Desde que nos conocemos, Pablo ha confiando en mí muchísimo, pero esto ha superado todas mis expectativas.

Evidentemente tú quieres hacerlo lo mejor posible. Sobre todo porque es su programa. Lo disfruté muchísimo, me lo pasé pipa. El equipo que hay detrás de 'El hormiguero' es fantástico. Conozco muy bien el formato y el programa. A mí los nervios me llegaron hora y media antes, que es cuando me dijo Pablo que tenía que hacerlo. En ese momento pensé: "Ay, que no tengo nada preparado".

P: Y eso que llevas más de 25 años en televisión. El cosquilleo en el estómago no se termina de ir nunca, ¿verdad?

R: ¡Por supuesto! En este caso por la responsabilidad, porque el tiempo de preparación era mínimo. A mí me pasa eso siempre, ahora que una vez me pongo delante de la cámara ya no hay nervios ni nada. Es un goce y un disfrute máximo si estás haciendo un programa que te gusta, como es este caso. Se trata de un programa con una estructura muy delimitada, con una escaleta muy cerrada y para disfrutarlo. Creo que 'El hormiguero' es un programa que se estudiará en las facultades de Periodismo y Comunicación por todo lo que ha supuesto dentro de la comunicación y por la manera ejemplar en la que se hace.

P: Esta semana de tantas emociones la completas el viernes, ya que estrenas en TNT la segunda temporada de 'Road Trip'...

R: ¡Claro! Estoy en una montaña rusa que no te puedes ni imaginar, porque estoy todas las mañanas de 10 a las 14:30 ensayando para la obra de teatro, 'La gran depresión', con Antonia San Juan y dirigidas por Félix Sabroso, porque estrenamos el 27 de febrero. Y el viernes, sí, se estrena 'Road Trip', así que todo muy guay, porque son cosas muy diferentes. Me divierte mucho hacer cosas distintas.

P: En esta nueva edición del programa, en lugar de desplazaros hasta la América profunda, viajasteis por España, repites con Esty Quesada (Soy una Pringada) y tenéis como nueva compañera a Carmina Barrios. ¿Cómo ha sido esta experiencia?

R: Ha sido otro regalo porque Esty y yo nos conocemos de la primera temporada y encajamos muy bien, nos entendimos fenomenal. Después del éxito de la primera, nos habíamos planteado ir a un sitio exótico tipo Japón, pero las circunstancias son las que mandan y nos hemos tenido que quedar en España. Ha sido un acierto, nos ha permitido conocernos de otra manera, ir a otros lugares que tenemos cerca y que no por no estar a 10.000 kilómetros son menos interesantes. Y la incorporación de Camina ha sido un revulsivo. Hemos estado rodando durante tres semanas, todos los días y muchas horas, pero ha sido más duro para el equipo que para nosotras. Ellos tenían que prepararlo todo y nosotras íbamos un poco a ver lo que pasaba.

P: ¿Carmina es tan divertida como parece?

R: Carmina es un personajazo maravilloso. Es tierna, inteligente, divertida, bruta, auténtica... ¡Lo tiene todo! Aparte de ser un descubrimiento que nos regaló Paco León, es un personaje que ha llegado para quedarse.

Nuria Roca: "En mi familia están todos bien, pero me preocupan nuestros mayores"

Juanra López

P: Me hablabas de tu obra de teatro, con la que debutas en las tablas. Tengo la sensación de que la vida te va poniendo retos todo el rato...

R: ¡Completamente! Me siento una privilegiada porque a estas alturas de la película pueda experimentar y hacer cosas nuevas. Es una maravilla que la gente apueste por ti, sea atrevida y valiente, porque yo lo soy y enseguida me lanzo, pero tiene que haber alguien más. Estoy encantada, aunque con mis nervios y mi presión, que forman parte del reto.

P: Ya habías trabajado antes en alguna serie de televisión como 'Javier ya no vive solo' junto a Emilio Aragón, pero en este caso no hay trampa ni cartón. No se puede repetir una toma...

R: ¡Claro! Además de esa serie también participé en episodios de '7 vidas' o 'La que se avecina'. La ficción me gusta mucho y he intentado en mis ratos libres prepararme diferentes cosas, cursos y demás. En eso dependes de los demás, pero cuando llega un proyecto interesante como este, allá que voy. En este caso voy de la mano de Antonia San Juan, que es una actriz maravillosa, y de un director como Félix Sabroso, que para mí es uno de los genios del guion en este país. Tiene un humor con el que me identifico muchísimo y me encantan sus personajes y las historias que escribe. Es una forma también de hacer un directo, que es a mí lo que más me gusta en televisión.

P: Tanto tú como tu marido estáis 'on fire', porque la figura pública de Juan está creciendo exponencialmente. ¿Cómo estas llevando que ahora los periodistas podamos llegar a escribir no 'el marido de Nuria Roca' sino 'la mujer de Juan del Val'?

R: Estoy encantada, porque es verdad, soy su mujer. Juan y yo llevamos la mitad de nuestra vida juntos y hemos trabajado muchas veces juntos también. Y si no ha sido así, hemos estado pendientes el uno del otro para llevar a cabo todos los proyectos que hemos tenido entre manos. A Juan le está yendo de maravilla, lleva tres semanas como número uno de ventas con la novela, 'Delparaíso'. Está mal que yo lo diga, pero es un novelón, una historia absolutamente fascinante. Tenía mucha presión después de ganar el Premio Primavera, porque se esperaba mucho de él y lo está cumpliendo con creces, así que estamos muy contentos.

P: En plena promoción de la novela le preguntaban por qué no escribíais ya novelas a cuatro manos y respondía que te habías vuelto un poco vaga en esa faceta. ¿Qué hay de cierto?

R: Tiene razón, porque en cierto modo como que me he achantado un poco y él me ha cogido la delantera. Es algo que tengo ahí pendiente, que espero retomar en algún momento, porque sí sé lo que quiero hacer. Es importante saber cúando lo puedes hacer, en este caso, con todos los sentidos puestos en ello. Yo ahora mismo estoy en diferentes cosas. Nosotros como familia también nos tenemos que dividir un poco. El proceso creativo de la novela exige muchísimo, así que mientras uno está inmerso en eso, el otro tiene que estar haciendo la intendencia. Así que nos vamos dividiendo.

P: Cuando habláis de vuestra vida de pareja utilizáis habitualmente la palabra 'equipo'. Un equipo que también tiene que ir evolucionando, porque vuestros hijos van creciendo y van teniendo necesidades diferentes, ¿no?

R: Es cierto, porque nosotros tenemos tres y, además, cada uno en una etapa diferente. Conforme van creciendo, la cosa se va complicando. Parece que cuando son pequeños estás más atareado, pero las cosas son más simples, les pones remedio enseguida. Ahora conlleva mucho más esfuerzo y trabajo. Ahí vamos, ayudándonos todos y, en efecto, todos en esta familia formamos un equipo.

P: Tu marido declaraba recientemente que estabais educando a vuestros hijos con una serie de pautas, pero en un marco de gran libertad.

R: La educación de los hijos es bastante intuitiva. No te puedes desprender de tus principios, de tu cultura, de cómo te han educado a ti y de lo que acabas proyectando. Lo que quiero es que mis hijos sean seres humanos buenos, en primer lugar, e independientes, en segundo lugar. A partir de ahí tendrán que solucionarse la vida, intentar sufrir lo menos posible, pero que tampoco se aparten de los problemas, que sean conscientes de que existen y de que hay que afrontarlos. No es fácil educar, la familia hace una labor importantísima y el colegio también.

P: Juan, el mayor, fue el primero en dejar el nido, estuvo estudiando en Dakota, en Estados Unidos, y en los últimos tiempos se ha escrito mucho sobre él por su éxito en TikTok...

R: ¡Bueno, bueno, no exageremos! -dice divertida-. Se hizo viral y ya está...

P: ¿Cómo afrontas con tus hijos el buen uso y los peligros de las redes sociales?

R: Cuando todo esto tuvo un auge tremendo, porque se ponía muy en cuestión a qué edad debían empezar a usarlas e incluso si tener móvil o no, me planteé que todo en la vida hay que afrontarlo con naturalidad. Cuando me dicen que por qué saco a mis hijos en las redes sociales, respondo que porque forman parte de mí. No abuso de las redes sociales pero tampoco los escondo. A ver, que cuando iba al parque con ellos tampoco iba en una burbuja. La gente que estaba allí los veía, no pasa nada. Todo lo que se haga con naturalidad me parece bien. Es verdad que luego hay que tener mucho cuidado porque las redes sociales quitan mucho tiempo, absorben mucho y hay que ir con cuidado con los contenidos. Intento explicarles que hay que dosificar.

Recuerdo que le hice a Pau, al mediano, una cuenta de Instagram porque me lo pedía. Te contaré que la cuenta se le olvidó 50 veces, hizo otras porque se olvidaba las contraseñas. Muchas veces es el ansia de querer formar 'parte de' lo que les hace querer tenerlas. Mientras no se conviertan en un modo de vida o en una obsesión, está bien. Seamos realistas, forman parte de su día a día, se comunican a través de eso... Y más en estos tiempos.

P: Además se manejan en unos códigos que generacionalmente no son los tuyos, así que imagino que también aprendes de ellos.

R: Claro, tengo mogollón de dudas de cómo se hace esto o lo otro y me las resuelven ellos. Es increíble, parece que hayan nacido con un chip incorporado que les resuelve los problemas informáticos. Creo que voy a tocar una tecla y me va a explotar el ordenador, y ellos lo hacen todo con una naturalidad maravillosa. Forma parte de tu generación.

P: Mientras preparaba tu entrevista y por lo que ya sabía de ti de antemano, pensaba en lo importante que ha sido el azar en tu vida personal y profesional: comenzaste a trabajar en la tele por casualidad, porque estabas estudiando Arquitectura Técnica, al igual que cuando conociste a tu marido, porque fue a hacerte una entrevista.

R: Es cierto que mi vida está llena de casualidades. Muchas veces las tenemos y no las aprovechamos. No ha sido mi caso porque por mi forma de ser me gusta lanzarme a la piscina y probar cosas. Dejas aparcados otros proyectos u otros caminos que tenías emprendidos. La vida te va llevando. Ahora es cierto que hay mucha gente que se dedica a cosas que no son las que había estudiado y no pasa nada. Hace 25 años era más raro.

P: Cuando les dijiste a tus padres que ibas a trabajar como presentadora, ¿cómo se lo tomaron?

R: Yo había ido a la televisión a concursar para ganar un dinero para el viaje de fin de carrera y de ahí me llamaron directamente para presentar un programa. Lo comenté en casa, que no hay ninguna tradición artística, y me dijeron que me dejaban siempre y cuando acabara los estudios. Yo, que fui siempre una niña muy obediente, no abandoné los estudios, mientras compaginaba mi trabajo con la tele. Hasta que no acabé, no me enfoqué de lleno a ello.

P: Tu hijo Juan estudia Marketing y Publicidad, así que va a seguir en cierta medida vuestros pasos, aunque en un ámbito distinto.

R: Es un niño muy creativo y entiende muy bien ese lenguaje. Soy partidaria de que la gente tiene que estudiar lo que le guste, independientemente de las salidas que tenga o el futuro que tú te dibujes, porque luego la vida te va a llevar por otros lados. Yo con 18 años estudié Arquitectura Técnica, aunque tendría que haber hecho otra cosa, pero en ese momento querías hacer una carrera, acabar rápido, independizarte... Un año más, un año menos en la vida no te lleva a ningún lado, y lo que hay que hacer es lo que te guste, formarte y aprender durante toda la vida.

P: ¿Cuando empezabas hace 26 años te imaginabas tener una vida así? Porque te sale todo bien, o casi...

R: Intentas quedarte con lo mejor, pero en 26 años en este camino hay de todo. Sí que es cierto que soy una afortunada y una privilegiada, porque no he dejado de trabajar en ningún momento. Independientemente de los proyectos, que unos han ido mejor y otros peor, he disfrutado muchísimo. No pensaba que después de tantos años iba a seguir así de contenta y de ilusionada. La ilusión es lo más importante y el día que te falte debes plantearte cosas.

P: ¿Cuando estáis en casa Juan y tú, desconectáis del trabajo?

R: No -dice y rompe a reír a carcajadas-. Para qué te voy a mentir. Además es que nos gusta... Nos gusta la profesión, el medio... Forma parte de nuestro día. Desconectas porque haces muchas cosas, pero es que es nuestra vida.

P: Por cierto, que la gente está muy pendiente de si te cortas el pelo, de si no, de si te has puesto esto o lo otro... ¿Cómo llevas ser un referente estético?

R: ¡Me he hecho un poco influencer! No, mira... Yo creo que es un juego, forma parte de la evolución de las redes sociales, que se han convertido en un escaparate en el que aparece de todo, desde un look a un cambio de imagen, a la ropa, a los viajes, a la comida... Tienes que tomártelo con sentido del humor y con la seriedad que requiere. También forma parte de mi profesión, la mayoría de la publicidad entra por las redes sociales. Yo hago campañas, pero todas tienen su parte de redes sociales y muchas enfocadas solo a las redes, porque es la forma más directa ahora para llegar a la gente.