El lujoso viaje en jet privado del gato de Georgina Rodríguez y Cristiano Ronaldo
Pepe, la exótica mascota de la mediática pareja, sufrió un atropello y tuvo que ser trasladado hasta España para recuperarse junto a la hermana de la influencer
Hasta los lujos más desorbitados no son óbice ni cortapisa cuando el dinero no es un problema. Igual que Christina Onassis se gastó 30.000 dólares en una ocasión para enviar un avión privado a Estados Unidos solo para comprar Coca-Cola light, Cristiano Ronaldo y Georgina Rodríguez no han dudado en poner su jet a disposición de un pasajero muy especial: su gato Pepe.
Aunque, eso sí, la causa del viaje no fue agradable, como cuando la influencer usó el avión para hacer de reina maga solidaria esta pasada Navidad. El minino se escapó hace unos días de la mansión de la pareja en Turín y tuvo la desgracia de ser atropellado por un coche.
Debido a las heridas, el gatito ha tenido que pasar varios días en un hospital veterinario de la ciudad italiana y, tras recibir el alta, el futbolista y su pareja decidían transportarlo a nuestro país para que termine de recuperarse en casa de Ivana Rodríguez, la hermana de Georgina.
Pepe es un gato de raza esfinge, que quizá recuerdes porque es el mismo que se compraba Rachel en 'Friends', cuya característica más llamativa es su aparente ausencia de pelaje y su aspecto delgado y esbelto.
Según publica la revista 'Pronto', lo adquirieron hace dos años por un precio estimado en algo más de 3.000 euros y a menudo le hemos visto en las redes de la pareja, incluso viajando con ellos en otros trayectos aéreos menos accidentados.
La aeronave del delantero portugués es un Gulfstream G200 con capacidad para diez personas y valorado en 19 millones de euros que Ronaldo adquirió hace cinco años.
De este avión, que alcanza los 900 kilómetros por hora, y que el luso adquirió cuando aún era jugador del Real Madrid, tanto él como Georgina nos han ofrecido numerosas fotos suyas y de su familia en su interior a través de sus redes sociales, sobre todo cuando se van de vacaciones o cuando tienen que viajar a otro país para acudir a alguna gala o acto publicitario.
Hasta los lujos más desorbitados no son óbice ni cortapisa cuando el dinero no es un problema. Igual que Christina Onassis se gastó 30.000 dólares en una ocasión para enviar un avión privado a Estados Unidos solo para comprar Coca-Cola light, Cristiano Ronaldo y Georgina Rodríguez no han dudado en poner su jet a disposición de un pasajero muy especial: su gato Pepe.