Un chat, baches y un desmentido: hablamos con el entorno de Iker Casillas

Desde que Iker Casillas y Sara Carbonero regresaron a Madrid el pasado verano les han perseguido los rumores de divorcio. Ayer era la revista 'Lecturas' la que ponía sobre la mesa algunos datos sobre esta supuesta separación que rápidamente desmentía la revista '¡Hola!', asegurando que seguían igual que siempre. Ellos, por el momento, se mantienen en su línea, absoluto silencio. Vanitatis ha podido hablar con varias personas del entorno cercano del futbolista y están, cuando menos, sorprendidos.

Mientras 'Lecturas' afirmaba en sus páginas que las familias de ambos y sus más allegados ya habían sido informados de la decisión de la pareja, la competencia iba más en la línea de la información recabada por Vanitatis durante las últimas horas. Puestos en contacto con alguien del entorno familiar del guardameta, señala que jamás se les ha comunicado una intención de divorcio. Tienen constancia de que los últimos años han sido complicados para ellos a todos los niveles, a los problemas de salud de ambos se unió la pandemia, y todo ello ha provocado que vivieran algunos baches, pero han afrontado juntos las dificultades y a día de hoy no hay constancia de que quieran dejar de hacerlo.

Por otra parte, Iker conserva un grupo de amigos de siempre, con los que sin duda hubiera compartido un cambio tan importante en su vida. Hablamos con una persona de este círculo y nos encontramos una vez más con la misma respuesta, ni confirma ni desmiente, pero aporta un dato clave: no tienen noticias.

Explica que hace tiempo que no ven a Iker, puesto que hace meses que no viaja a su pueblo, Navalacruz (Ávila), mantienen la relación a través de un chat en el que hablan a menudo. Considera extraño que si Iker decidió hace meses separarse no se lo haya contado ya. Y es que, según afirma, no hablan cada día de la parte más íntima de sus vidas o del momento por el que pasan sus relaciones de pareja, pero cree que si la separación ya es un hecho, y viven en casas separadas, sería raro no tener noticias de ello.

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M. V.

Según su familia, Iker continúa viviendo en el domicilio familiar, en el que residen también los pequeños Martín y Lucas, hijos de la pareja. Y el cambio más significativo es que, debido a la situación sanitaria, hacen vida social con un círculo muy reducido de personas. Pasan la mayor parte del tiempo libre en casa con sus niños.

Hasta el momento, Iker y Sara, se han pronunciado acerca de esta información solo a través de "fuentes cercanas", y ha sido para asegurar que no hay divorcio. A pesar de eso, el diario ABC (que dio la exclusiva de la operación de Carbonero), publicó ayer que el comunicado para anunciar su separación ha estado redactado y encima de una mesa muy recientemente, aunque la salud de Sara ha impedido su divulgación.

Esta discreción es la habitual en la pareja. Solo hay que echar la vista atrás y fijarse en su forma de proceder hasta ahora. Se casaron en secreto en marzo de 2016 y cuando, diez días más tarde se hizo público, no tuvieron reparo en confirmar la noticia. Los dos embarazos de Sara y el cáncer que paralizó su vida y del que ya está recuperada han sido hechos que ellos mismos han comunicado a través de las redes cuando han considerado oportuno. Si ahora han decidido tomar rumbos diferentes, ¿por qué no confirmarlo y acabar así con las informaciones cruzadas?

“No voy a decir nada” son las únicas palabras de Carbonero la misma mañana de este miércoles 10, cuando algunos reporteros le preguntaban por la información publicada después de dejar a sus hijos en el colegio. Iker, por su parte, continúa guardando silencio.

El tiempo será el que decida si las adversidades a las que han hecho frente les hacen más fuertes como equipo o si por el contrario los baches que han sorteado terminan por romper la relación.