Sara Carbonero y su huida hacia adelante: escapada, mar, trabajo y bien acompañada
Carbonero ha decidido poner tierra de por medio. Tiene un proyecto laboral entre manos que le viene ahora como anillo al dedo para desconectar y centrar su mente en otros asuntos
Tras los rumores de separación, Sara Carbonero e Iker Casillas, siempre reacios a dar detalles sobre sus vidas privadas, no tuvieron más remedio que dar un paso adelante y confirmar su ruptura. Lo hicieron a través de un comunicado que ambos compartieron en redes sociales el pasado 12 de marzo y en el que confirmaban que sus caminos se separaban.
Siempre discretos, la periodista y el exfutbolista han tratado de continuar con sus respectivas rutinas con total normalidad. Son tiempos difíciles para ambos pero la vida continúa y Sara Carbonero huye hacia delante en medio de la tormenta con la mente puesta en planes de trabajo, uno de los mejores alicientes para no quedarse estancado en pensamientos negativos.
Este fin de semana ha estado marcado para ella por el que ha sido su quinto aniversario de boda, una fecha que lejos de ser motivo de alegría, llega en el momento más triste, aunque tanto ella como Iker hayan dejado claro desde que se supo que su relación había finalizado, el respeto y el cariño que aún sienten el uno por el otro. ""Feliz día al mejor papá", escribía este pasado viernes la periodista en sus redes sociales, felicitando a Iker en el Día del Padre.
El 20 de marzo de 2016, Casillas y Carbonero (luciendo un vestido de premamá blanco) acudieron a las 13:00 horas al juzgado de Boadilla del Monte, acompañados de un primo de Iker y dos testigos, Irene, hermana de Sara, y su hijo Martín, que en aquel momento tenía 2 años. Con sus respectivos carnés de identidad, llegaron al lugar donde uno de los notarios de Boadilla selló su matrimonio. Sara se encontraba embarazada de 7 meses.
“He tenido la boda que realmente había soñado. Tampoco había soñado algo concreto, pero estoy contenta y para mí fue muy bonito, la verdad. No todo el mundo sueña con tener un bodorrio y a mí igual me da más pereza hacer una megafiesta”, confesó Carbonero días después, cuando se filtró que la pareja se había casado en secreto.
Ante todo este panorama agridulce, Sara Carbonero ha decidido poner tierra de por medio. Tiene un proyecto laboral entre manos que le viene ahora como anillo al dedo para desconectar y centrar su mente en otros asuntos. Además lo ha hecho acompañada por su amiga del alma, la presentadora Isabel Jiménez.
Ambas son cofundadores de Slow Love, una empresa de moda y complementos que ahora las ha llevado hasta Almería. "Trabajos que te traen a casa", ha escrito Jiménez en un story de su cuenta de Instagram, feliz de poder viajar hasta su tierra.
Tanto Sara como Isabel han publicado fotografías en las que cada una posa frente al precioso mar almeriense. Un "cambio de oficina", como ha contado Isabel Jiménez que ambas agradecen poder disfrutar.
En muchas de las imágenes mostradas tanto en su perfil de Instagram como en sus stories, Sara Carbonero demuestra que se encuentra bien de ánimo, mostrando sentido del humor. En una de las fotografías publicadas por Isabel, Sara se ha reído con ella: "Tienes otra foto mejor, sácala, sácala", le dice con cierta ironía, dando a entender que hay imágenes descartadas en las que Isabel no debe salir tan favorecida. Además, Carbonero ha mostrado la maleta que ha utilizado para viajar. Se trata de la maleta de su hijo, que posee un relieve de Dar Vather. Sara ha mostrado una divertida fotografía en la que aparece en la calle, muy seria, con esta maleta infantil.
Encantadas de la vida con este viaje se han mostrado las dos amigas. Nada mejor que el mar, la buena compañía y un proyecto entre manos para aliviar las penas.
Tras los rumores de separación, Sara Carbonero e Iker Casillas, siempre reacios a dar detalles sobre sus vidas privadas, no tuvieron más remedio que dar un paso adelante y confirmar su ruptura. Lo hicieron a través de un comunicado que ambos compartieron en redes sociales el pasado 12 de marzo y en el que confirmaban que sus caminos se separaban.