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30 años de la mayor tragedia de los Domecq: repentina muerte de las 4 nietas del patriarca
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CONMOCIÓN NACIONAL

30 años de la mayor tragedia de los Domecq: repentina muerte de las 4 nietas del patriarca

Se llamaban María José, Valvanera, Esperanza y Patricia. Su muerte provocó la consternación de todo el país. 2.000 personas colapsaron Jerez en su funeral

Foto: Álvaro Domecq, padre e hijo. (Getty)
Álvaro Domecq, padre e hijo. (Getty)

La familia Domecq es una de las sagas con más renombre en Jerez y en toda Andalucía. Abuelos, padres, hijos y nietos con sangre aristócrata, vinculados al mundo de la ganadería, del rejoneo y del vino, han logrado forjar la fama de poderío y señorío con la que hoy sigue contando el numerosísimo clan.

Pero si algo ha dejado claro el paso del tiempo y la historia es que los ricos también lloran, y en el caso de la familia Domecq, la tragedia ha golpeado con fuerza en su seno en más de una ocasión. Esta tomó su forma más cruel hace hoy 30 años, cuando las cuatro nietas de Álvaro Domecq Díez, el iniciador de la gran saga de rejoneadores, fallecieron de manera repentina tras sufrir un grave accidente de coche.

Se llamaban María José, Valvanera, Esperanza y Patricia. Las cuatro hermanas eran hijas de Fabiola Domecq Romero (hija de Álvaro) y Luis Fernando Domecq Ybarra.

Foto: Álvaro Domecq, padre e hijo. (Getty)

Aquel 22 de marzo de 1991, María José, de 21 años de edad, se pone al volante de un Opel Kadett familiar. El resto de ocupantes del vehículo son sus hermanas, Valvanera, de 15 años, Esperanza, de 13, y Patricia, de 11, así como la profesora y acompañante de las niñas, Manoli Puerto Galindo, de 29 años.

Es viernes y las cinco se dirigen desde Jerez de la Frontera (Cádiz) a la finca Los Alburejos, propiedad del abuelo de las jóvenes. Allí, el diestro Paco Ojeda va a torear unas vaquillas y todas quieren disfrutar de ese momento y pasar un rato en familia.

placeholder Exterior de la finca Los Alburejos. (www.fincalosalburejos.com)
Exterior de la finca Los Alburejos. (www.fincalosalburejos.com)

Son las 17:00 de la tarde y en el kilómetro 13 de la carretera comarcal 440 (Jerez-Los Barrios), a la altura de la venta El Mata, en el término municipal de Medina Sidonia, María José trata de hacer un adelantamiento en una curva peligrosa a un Renault 21. Este último frena de manera inesperada. El coche de las jóvenes choca con la parte trasera del Renault y como consecuencia se desplaza de manera repentina al carril contrario. A María José no le da tiempo a esquivar a un camión que viene de frente. Se produce un violento choque frontal.

Los cuerpos de las cuatro nietas de Álvaro Domecq Díez, así como el de la profesora de estas, quedaron atrapados dentro del vehículo. La presencia de los bomberos para poder sacarlas fue necesaria. Según los informes de la época, aún no lo habían hecho cuando hasta el lugar del accidente llegó el abuelo de las niñas, Álvaro Domecq Díez, acompañado de su hijo Álvaro Domecq Romero.

Los cuerpos de las víctimas fueron llevados al Hospital de la Seguridad Social de Jerez y, una vez realizada la autopsia, fueron trasladados a la finca familiar donde fueron velados durante toda la noche.

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El suceso conmocionó a todo el país, especialmente a los vecinos y conocidos de la localidad. Aseguran las crónicas de la época que más de 2.000 personas se congregaron a las puertas de la parroquia de Fátima en Jerez, donde tuvo lugar el funeral que fue oficiado por el obispo de la localidad, Rafael Bellido Caro. La multitud acompañó a los cuatro féretros cuando fueron trasladados al cementerio de La Merced. Informaciones de la época apuntan a un colapso total de la ciudad debido a la cantidad de personas que se concentraron para ofrecer su apoyo emocional a la familia en aquellos durísimos momentos. Entre los asistentes, muchos rostros conocidos del mundo de la política, del toro y de la ganadería.

A muchos de los presentes les marcó la imagen de la madre y el padre de las cuatro jóvenes rezando con entereza ante el féretro de sus hijas.

Las fuertes creencias religiosas de la familia y su fe sirvieron, sin duda, para que el clan soportara semejante dolor. “Usted, con el corazón en la mano, a pesar de su fe, ¿no tiene miedo a la muerte?”, le preguntaba la periodista Nieves Herrero a Álvaro Domecq en una entrevista el 23 de abril de 1991, después del accidente de tráfico de sus nietas. “Yo no”, contestaba él. “¿Cómo se la imagina?”, volvía a preguntar Herrero. ”Creo que es un paso de esta vida a la otra; lo que hace falta es tener fe, porque si no tienes fe, entonces es un desastre”, explicaba él.

placeholder Álvaro Domecq Díez, en una imagen de archivo. (Cordon Press)
Álvaro Domecq Díez, en una imagen de archivo. (Cordon Press)

“Desde esta fe cristiana que tienen, aceptan y comprenden la muerte", comentaba un miembro de la familia a 'ABC' en el año 2011.

“Recuerdo y todavía se me pone el vello de punta, cuando llamé por teléfono al patriarca de los Domecq para darle el pésame por el desgraciado accidente de carretera en el que murieron varias de sus nietas”, comentaba el taurino Paco Mora en ‘Aplausos’, en febrero del 2020, donde desveló la respuesta de este hombre que acababa de vivir una de las mayores tragedias de su vida: “No se preocupe, Mora, Dios lo ha querido así para que en el Cielo me estén esperando cuatro ángeles el día que Él decida que ha llegado el momento para mí”. Ese día fue el 5 de octubre de 2005. La muerte se produjo en la misma finca donde habían sido veladas sus nietas, la casa a la que se dirigían las cuatro cuando la carretera sesgó sus vidas.

La familia Domecq es una de las sagas con más renombre en Jerez y en toda Andalucía. Abuelos, padres, hijos y nietos con sangre aristócrata, vinculados al mundo de la ganadería, del rejoneo y del vino, han logrado forjar la fama de poderío y señorío con la que hoy sigue contando el numerosísimo clan.

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