No hay enfrentamiento entre los hijos y Fernández Tapias: ¿es Nuria González la enemiga?

La demanda de incapacidad solicitada por cuatro de los ocho hijos que tuvo Fernando Fernández Tapias de sus tres matrimonios ha sido una noticia que ha sorprendido tanto al mundo empresarial como a las amistades del naviero. El 1 de marzo, acudían al juzgado de Primera Instancia número 65 de Madrid para encontrarse cara a cara con su padre y con su mujer, Nuria González. Los cuatro demandantes serían Fernando, Borja, Sandra y Juan Carlos, conocido como Tito.

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A todos los efectos, y según los testigos, no hubo saludos afectuosos entre los demandantes y el demandado. Mucho menos con Nuria, que acudió acompañada de su abogada. En realidad, el contencioso no tenía que ver con ella directamente aunque sí de una forma colateral. Según la información a la que ha tenido acceso Vanitatis, esta puesta en escena judicial tendría que ver con el futuro económico de las empresas que fundó y creó el vicepresidente del Real Madrid. Siempre ha reconocido que la ayuda del padre de su primera mujer, Victoria Rivas, madre de sus cuatro primero hijos (Fernando, Íñigo, Borja y Bosco), fue fundamental para el despegue. Pero a partir de esa primera ayuda, el empresario creó su entramado patrimonial que, cuando faltara el titular, los descendientes podrían reclamar.

“Los hijos saben que no van a conseguir esa incapacidad, pero sería un gesto para que en un futuro no haya movimientos con respecto a cambios en la titularidad del patrimonio y, por consiguiente, que esas decisiones repercutan en la herencia que pueden recibir. De esta manera, la demanda quedaría ahí como testimonio aunque la resolución de ahora no contemple ninguna incapacidad”.

Puestos al habla con Santiago Ortiz, abogado de los demandantes, para confirmar este dato y otros más que han llegado a Vanitatis, su explicación es la siguiente: “Son cuestiones estrictamente privadas y es triste que haya interés en ellas. Y que interese la vida de los demás. Como abogado mantengo la privacidad de mis clientes. Lo único que puedo decir es que no hay enfrentamiento entre los hijos y que no hay ninguna cuestión económica por medio”. Por parte de Fernández Tapias, sus representantes legales no han dado señales de vida y prefieren guardar silencio.

El origen del enfrentamiento

La historia de este enfrentamiento filial, que niega Santiago Ortiz, vendría de años atrás. El matrimonio se casó, en régimen de separación de bienes, el 14 de octubre de 2002 en la finca La Peñuela, propiedad de Fermín Bohórquez, amigo del novio. Tapias, a sus 82 años y con una mala salud de hierro, como él mismo ha asegurado tras su último ingreso, tiene en Nuria González su gran apoyo, y las amistades comunes no entienden la aparente hostilidad hacia ella que podría ser el motivo final de la reclamación de incapacidad y no Tapias.

En los últimos tiempos, el empresario no solía acudir al despacho y era su hija Sandra, mano derecha y secretaria personal, quien le acercaba a la mansión familiar de Puerta de Hierro diversas documentación para que firmara. Hubo unas circunstancias que complicaron esa situación y fue entonces cuando aparecieron ciertos roces entre ellos que hicieron que interviniera una tercera persona para supervisar los papeles que rubricaba el empresario.

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Hay dos versiones para este punto de inflexión: una, que los hijos informados por Sandra se molestaron, y otra, que fue el mismo padre el que decidió supervisar absolutamente todo para estar seguro de que no había firmado algún documento sin fijarse. Pudo haber un primer momento complicado, pero si hacemos caso al abogado de los hijos, no hubo ruptura filial. Lo que resulta más difícil de entender es que si efectivamente las relación del empresario con los hijos es nula, como se rumorea, ¿cuál es el fin de una demanda que no va a darles la razón?

Como ya demostraron en el juicio algunos testigos como Florentino Pérez y Lalo Azcona, Fernando Fernández Tapias se encuentra con plena capacidad intelectual para dirigir sus negocios. Salvo que sea una estrategia para apartar a la esposa de cualquier reivindicación patrimonial.

En la actualidad, Fernando, Borja e Íñigo no tienen ninguna responsabilidad laboral en las sociedades de su padre. Juan Carlos fue nombrado presidente de la naviera.