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Quince años sin Rocío Dúrcal: "He vuelto a recordar su voz", dice Carmen Morales
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ANIVERSARIO

Quince años sin Rocío Dúrcal: "He vuelto a recordar su voz", dice Carmen Morales

La hija mayor de la artista recuerda en Vanitatis a la añorada cantante, a la que cada vez echa "más de menos". "Era una mujer especial, mágica", nos comenta

Foto: Rocío Dúrcal, en una preciosa imagen con su hija Carmen. (Getty)
Rocío Dúrcal, en una preciosa imagen con su hija Carmen. (Getty)

Un día como hoy de hace 15 años fallecía Rocío Dúrcal. Una mujer potente, divertida, cariñosa, generosa, hiperactiva y, sobre todo, muy familiar. Siempre quiso tener a los suyos bajo sus alas, quizá por el mucho tiempo que pasaba fuera de casa, cantando por el mundo. Todos los sábados que no estaba fuera de España organizaba en el chalet de Torrelodones la reunión familiar, donde daba igual cocinar la paella para ocho que para ochenta. Acudían los hermanos de Junior, los suyos, parientes cercanos, lejanos, los amigos de sus niños..., y si se terciaba, también invitaba a gente de la prensa.

Esta costumbre de convocar los fines de semana la sigue manteniendo Antonio, el hijo, que como su madre se encarga de cocinar. Las hermanas Carmen y Shaila participan siempre que pueden en estas reuniones fraternales donde el recuerdo de los padres es casi presencial.

Foto: Rocío Dúrcal y Junior, en una preciosa imagen con sus tres hijos. (Getty)

En este aniversario, la primogénita ha querido homenajear a su madre a través de Vanitatis: “Siento mucha nostalgia y me sigue sacando una sonrisa cuando la recuerdo, pero después viene el suspiro y la añoranza. Mamá nos decía que nunca pudo acostumbrarse a la falta de su madre y que cuantos más años pasaban, más echaba en falta a mi abuelita. Y ahora me pasa a mí lo mismo: cada vez la echo más de menos".

Continúa Carmen: "A mi padre también, pero en este día me doy cuenta de cuánto la necesito. Era una mujer especial, mágica, y voy a decir una cosa que a lo mejor suena raro. Hace poco que he vuelto a recordar su voz. Por mucho que me esforzaba no podía procesar en mi cabeza su voz hablando, no cantando. Y me entraba mucha angustia. Es una cosa rara, pero ahora la he recuperado. Puede ser que la tenga ahora más presente. Siento muchísimo todo lo que se ha perdido. Ver crecer a mi hijo, a mis sobrinos, las cosas buenas que nos pasan, incluso hasta las negativas".

"Me gustaría saber qué pensaría de muchas de las cosas que están sucediendo -se pregunta Carmen-, como la pandemia, los confinamientos, el no poder viajar. Me pongo a pensar cómo reaccionaría y qué me diría porque era una mujer muy positiva e intuitiva. Cada vez siento más su presencia , sus ojos con chispitas y su risa. Hasta cuando se cabreaba acababa riéndose”.

Foto: Rocío Dúrcal, en una preciosa imagen con su hija Carmen. (Getty)

Carmen recuerda que tenía buen carácter, “pero cuando le entraba el genio, lo tenía y fuerte. Lo que pasaba era que como mi padre lo tenía más, ella se convertía en una especie de apaciguadora de tormentas. A mí me tapaba cuando quería salir y mi padre no me dejaba”. La hija se emociona al intentar destacar las cualidades de Rocío Dúrcal: “Era tan buena persona, tan bonita. Muy tierna, muy de verdad, no tenía dobleces y de una generosidad grande. Aunque regresara de un viaje de América, nunca le daba pereza reunir a la familia y organizar una paella o lo que fuera”. Termina recordando a su madre con el que es su tema preferido: 'Amor eterno'.

Otro de sus rasgos era su sentido del humor, que le sirvió para afrontar el cáncer que le detectaron años atrás. Ella misma ironizaba con sus cambios físicos y se quitaba el sombrero en algunos de los actos públicos a los que acudía para recibir homenajes o recoger premios. Aparecía sonriente del brazo de Junior, el amor de su vida, con el pelo muy corto, y se plantaba junto a los periodistas y decía: “¿Habéis visto que tengo cabeza de emperador romano?”. A continuación volvía a colocarse el gorro, el sombrero o lo que llevara para cubrir su cabeza y nadie plasmaba ese momento. Esta es una de las anécdotas que demostraban la buena sintonía que mantuvo siempre con la prensa y el respeto que siempre hubo hacia ella.

Foto: Blanca Cuesta y Borja Thyssen en una imagen del acto. (Gtres)

Fedra Lorente, cuñada de Rocío y casada con Miguel Morales, hermano de Junior, coincide en ese rasgo de generosidad que siempre la acompañó. “Han pasado quince años y parece que fue ayer cuando nos dejó. Ella estaría feliz porque tenemos mucho trato con Shaila, Carmen, Antonio y con sus hijos. Nos vemos con frecuencia porque mi sobrino organiza almuerzos en su casa y lo pasamos muy bien. Antes era ella la que lo hacía y nos juntábamos la familia De las Heras y la familia Morales. Éramos una buena tropa”.

Rocío Dúrcal nació en el barrio de Chamberí, y la cuñada recuerda que presumía de ser de uno de los barrios más castizos. Destaca que era una mujer tranquila, pero “como viniera alguien de fuera con cuentos de su marido o de sus hijos, Marieta podía matar. Ahí le salía el carácter de leona y avisaba: ¡ojo!, que son míos”.

Un día como hoy de hace 15 años fallecía Rocío Dúrcal. Una mujer potente, divertida, cariñosa, generosa, hiperactiva y, sobre todo, muy familiar. Siempre quiso tener a los suyos bajo sus alas, quizá por el mucho tiempo que pasaba fuera de casa, cantando por el mundo. Todos los sábados que no estaba fuera de España organizaba en el chalet de Torrelodones la reunión familiar, donde daba igual cocinar la paella para ocho que para ochenta. Acudían los hermanos de Junior, los suyos, parientes cercanos, lejanos, los amigos de sus niños..., y si se terciaba, también invitaba a gente de la prensa.