La fortuna de Alejandro Amenábar: 25 años de 'Tesis', matrimonio fallido y un nuevo amor

La fortuna parece tocar a Alejandro Amenábar desde hace más de 25 años, y no solo porque sea el título de su primera serie. El polifacético director, entre muchos otros talentos, tiene el honor de ser parte del Olimpo del cine español e internacional. Ganador de nueve premios Goya y un Oscar, Alejandro Amenábar nació en Santiago de Chile, en vísperas del golpe de estado de Pinochet, de madre madrileña, que había viajado a Chile, donde vivía una hermana mayor.

Allí se casó con un chileno, trabajador de la empresa General Electric. El matrimonio junto a sus dos hijos decidió volver a España ante la crispación que se vivía en el país. El niño Alejandro jugaba a contar historias a la hora del recreo a sus compañeros de colegio, que se reunían a su alrededor para escuchar sus cuentos. No tenía juguetes ni balones ni le dejaban ver televisión. Pero de imaginación iba sobrado.

Más tarde, el joven Alejandro Amenábar trabajó como reponedor en un almacén y como jardinero hasta que pudo comprarse una cámara de vídeo. Después estudió en la Facultad de Ciencias de la Información de la Universidad Complutense de Madrid, donde cuentan que no fue precisamente un alumno brillante. Allí, desencantarse con los estudios decidió comenzar a ponerse tras una cámara, su gran pasión.

Tras rodar varios cortos, la vida del director cambió para siempre cuando se cruzó en su camino José Luis Cuerda, padre de uno de sus amigos, quien al ver su corto 'Himenóptero', se interesó por el guion de la futura película de Amenábar, 'Tesis' (1996), y se convirtió en productor de la cinta y de las dos siguientes.

'Tesis', con 25 años recién cumplidos, se convirtió en la consagración del realizador además de dejarnos en Eduardo Noriega al psicópata más atractivo del cine español. La emblemática película nos adentra en los pasillos de la facultad en la que estudia Ángela (Ana Torrent), una joven que está finalizando una tesis sobre la violencia en el sector audiovisual. Un trabajo académico que le llevará a descubrir, navegando en el archivo universitario, una serie de vídeos inéditos de extrema crudeza y que no parecen ser ficción.

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"Quería provocar un buen escalofrío", recuerda el cineasta en declaraciones a TVE. "Queríamos hacer lo que nos hubiese gustado ver en pantalla en el cine español. Tomando como referencia muchas de las películas que habíamos visto de niños. Muchas venían de Hollywood, pero queríamos integrarlas en lo que conocíamos, en nuestro contexto".

Posteriormente, 'Abre los ojos' y 'Los otros' confirmarían su posición como director más importante de nuestro país tras Pedro Almodóvar. Coleccionista de premios, ha seguido mantenido intactas tanto la fascinación por su oficio como la capacidad para conectar con el público.

"Me gusta pensar que hay gente que va a ver una película porque yo la dirijo, porque sigue mi trabajo y le interesa. A mí lo que más me guía para ir al cine es quién está detrás de la cámara o escribe el guion. Mi 'star system' es más de directores", decía al 'Diario de Sevilla' con motivo del estreno de su última película, 'Mientras dure la guerra', que ha supuesto volver a rodar en español quince años después.

Mantiene su vida personal siempre en un segundo plano y no habló de su homosexualidad hasta 2004, siendo portada de las revistas 'Zero' y 'Shangay'. "Yo no quiero que nadie entre en mi intimidad. Pero, ni puedo ni quiero negarme a una entrevista en cualquier revista y tampoco quiero negarme a dar la cara por los gays. Creo que contribuye a normalizar la situación y además no quiero entrar en el juego ambiguo del 'sí, pero no'. Es tan fácil como decir que eres gay y ya está", aseguró el director en 'Shangay'.

Tampoco tiene redes sociales. "Hace unos años hice una aproximación a Facebook y después a Instagram, y salí espantado de las dos", confesaba en conversación con 'El Mundo'. "Tampoco tengo cuenta en Twitter. Como pertenezco a esa minoría silenciosa e incomunicada, obstinada en vivir en el mundo real, no tiene sentido que me explaye sobre un universo en el que no encajo".

Amenábar se separaba de su marido, David Blanco, a principios del 2018, tras dos años y medio de matrimonio y cinco anteriores de noviazgo. Actualmente vive una historia de amor muy discreta con un médico llamado César. Con las pocas noticias que trascienden sobre su faceta íntima, había pasado desapercibido que el director había contraído el coronavirus, algo que confesaba durante su visita a un desfile de la Mercedes-Benz Fashion Week Madrid.

En declaraciones que recogió 'El Mundo', Amenábar aseguró que "yo lo acabo de pasar de hecho y no he tenido síntomas prácticamente, es una lotería". Tras afirmar que no tiene "ni idea" de dónde pudo haberse contagiado, desveló que su mayor deseo es que "las vacunas lleguen pronto a todas las personas que las necesitan". Un deseo que, por suerte, se está cumpliendo.