Lorenzo Silva: un escritor que se niega a jubilarse y dos guardias civiles culpables de su éxito

No es habitual verle en televisión y menos rodeado de actores o humoristas. Por eso sorprende su presencia en la edición para famosos de '¿Quién quiere ser millonario?' al lado de Marta Hazas y Carlos Latre. Aunque seguro que la legión de fans de los libros de Lorenzo Silva agradecen poner quizá cara por primera vez a uno de nuestros autores más prolíficos.

Nacido el 7 de junio de 1966 en la maternidad del antiguo hospital militar Gómez Ulla, ubicado en el límite entre los distritos de Latina y Carabanchel de Madrid, la vida parecía empeñada en que no saboreara las mieles del éxito como escritor.

Tras estudiar Derecho en la Universidad Complutense, estuvo trabajando como abogado de una gran empresa del sector energético desde 1992 hasta 2002, tras pasar un año como auditor de cuentas y otros dos como asesor fiscal en una firma multinacional.

Fue con el cambio de siglo que una de sus obras, 'El alquimista impaciente', la segunda en la que aparecían sus personajes más conocidos, la pareja de la Guardia Civil formada por el sargento Rubén Bevilacqua y la agente Virginia Chamorro, obtenía el Premio Nadal, cimentando su prestigio.

"Me gustaba la novela policiaca y pensaba que en España se había desaprovechado el género porque no se había utilizado la realidad de nuestro país", cuenta en su web sobre la creación de este emblemático dúo literario. "Y yo hice una novela para divertirme y como provocación. La gente en España piensa que una novela policiaca no puede funcionar a no ser que tengas detectives con perfiles americanos, así que yo decidí poner a dos guardias civiles de protagonistas. Quería hacer literatura divertida y provocadora. Nunca pensé que llegaran a publicarme sinceramente".

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A este guardia civil honorario por su contribución a promover la imagen del Cuerpo le gustaría ser el capitán Nemo de Julio Verne y asegura que no tiene planes de jubilarse. "No lo he pensado jamás, desde hace cuarenta años. Si lo decidiera, por razones que no acierto a vislumbrar (se puede escribir de muchas formas, y al ritmo que uno quiera) me dedicaría a hacer algo con las manos. Música, miniaturas, tallas de madera. Algo así. Yo me moriré siendo escritor, con éxito o sin éxito. El éxito es de los otros, pero la escritura es siempre tuya, y mientras creas en ella nadie te la puede arrebatar", confesaba en una entrevista para 'El Comercio'.

Autor de cientos de relatos y artículos, un puñado de ensayos literarios e históricos, varios libros de poesía, una obra dramática que él define como "de muy ingenua factura", un par de libros de viajes y una treintena larga de novelas, su obra se ha traducido a catorce idiomas.

Además de ser comisario de Getafe Negro, el festival de novela policíaca de Madrid, ha dado también el salto al cine escribiendo junto a Manuel Martín Cuenca la adaptación a la gran pantalla de la novela 'La flaqueza del bolchevique', por la que ambos fueron nominados al Goya al mejor guion adaptado en 2004.

En lo personal, mantiene una relación con la barcelonesa y también escritora y poetisa Noemí Trujillo, con la que ha sido 'infiel' a la Benemérita, al escribir al alimón un libro sobre la Policía Nacional.

Juntos han firmado la novela 'Si esto es una mujer', que supone el debut del personaje de la inspectora Manuela Mauri, que trabajando en el departamento de homicidios de Madrid, es una mujer madura que trata de educar a dos hijos menores, Manuel y David, fruto de su matrimonio fallido con otro policía.