"Me jodió la vida para ganar dinero". Las cloacas de Rocío salpican toda España
El pelotazo de Telecinco con el caso Rocío Carrasco genera una guerra mediática, cultural y política marcada por el tráfico informativo. Crónica de la batalla por sacar tajada
La docuserie de Rocío Carrasco se vendió como el formato que destaparía "la mayor mentira de la historia del corazón" y a una "industria cómplice" de esa farsa. Una especie de Telecinco contra Telecinco… que solo a Telecinco podría habérsele ocurrido.
De hecho, una de las primeras reacciones al serial fue resaltar la hipocresía de Telecinco. ¿Veinte años dando cuerda a Antonio David Flores y, de pronto, TODOS SOMOS ROCIITO Y VIVA EL FEMINISMO? Algo de eso había.
Pero este enfoque se queda (muy) corto para medir la magnitud del asunto. Primero, porque el testimonio de Rocío Carrasco fue tal huracán emocional que desbordó cualquier 'bisnes' televisivo por cínico y lucrativo que fuera (estamos ante un punto de inflexión en los testimonios públicos sobre violencia de género). Segundo, porque si hablamos de manipulación informativa, el volantazo de Telecinco es solo la punta de un iceberg de estiércol mediático. Tercero, porque cuando un caso genera tal terremoto social, es que hay mucho más tomate por detrás del que parece.
En efecto, el caso Rocío Carrasco tiene muchas capas. Si bien la muñeca rusa grande es la de una 'celebrity' denunciando acoso psicológico de su exmarido, en su interior esconde otras muñecas (mercadeo informativo, trifulca judicial, batalla electoral, guerra cultural) asociadas a los grandes grupos de comunicación y poderes políticos del país. Cuando las cloacas del 'cuore' salpican a toda España.
Escuela de tiburones
En la industria del corazón se paga a veces por las exclusivas. La información vale dinero, y cuando hay dinero de por medio, siempre puede aparecer la corrupción. El divorcio de Antonio David y Rocío Carrasco, hija de 'la más grande', valía mucho dinero a finales de los noventa. Antonio David, expulsado de la Guardia Civil por malversación de caudales públicos, pasó a vivir de parasitar informativamente a su mujer. No fue ni mucho menos el único miembro de la tribu de Rocío Jurado que se subió a la noria. Rocío sospecha que su tío, un desahogado Amador Mohedano, vendió la exclusiva de su luna de miel en las islas Mauricio sin avisarla. Había gran competencia interna en la familia. Antonio David fue alumno aventajado de la escuela de tiburones.
"Cuando alguien quiere matarse de verdad, se sube a un séptimo piso o se pone ante un tren"
Cuando se empezó a cocinar el divorcio, Antonio David montó un ‘bisnes’ con un paparazzi para sacar tajada, y al mismo tiempo, ganar el relato público sobre la ruptura. El paparazzi, conocido en el gremio como El Calvo, empezó a seguir a Rocío, a la que fotografiaba cuando se encontraba en la calle con algún hombre (aunque fuera su primo). Las fotos se vendían luego a la prensa rosa (el 70%, para Antonio David y el 30%, para el fotógrafo) como supuestas infidelidades de Rocío (aunque no lo fueran), al tiempo que Antonio David posaba lloroso con sus hijos. El teatro de la mala madre y el padre coraje.
"Quería joderme la vida y ganar dinero", cuenta Rociito en la docuserie. La frase no puede sintetizar mejor la perversión del mecanismo informativo: cuanto más se jodiera la relación, más mercancía se podría vender a los medios. Así llevamos dos décadas… y el negocio está en máximos históricos.
La estrategia de Antonio David metió el turbo cuando contrató al abogado Emilio Rodríguez Menéndez, cerebro del vídeo sexual de Pedro J. y condenado por estafa y fraude fiscal, que ya era el rey de las cloacas cuando aún no hablábamos de cloacas para describir el chantaje informativo como modo de vida. En la docuserie, Rocío Carrasco describe así al abogado de su ex: “Era un ser terrorífico y al padre impío le vino como anillo al dedo porque lo utilizó para hacerme daño e infundirme terror”
Antonio David ganó la batalla de la opinión pública saturando los medios, también por incomparecencia de su rival, porque el malestar psicológico llevó a Rociito a encerrarse sobre sí misma (eso sí, cuando ha salido por fin a dar toda su versión, ha sido un huracán, más 'Kill Bill' que víctima).
Cinco millones de nada
La máquina del fango convirtió a Antonio David en el padre abnegado y a Rocío Carrasco en la cabeza de chorlito que cedió la custodia de sus hijos por dinero, relato distorsionado que dominó los medios durante años, especialmente en Telecinco. Antonio David estuvo tres años en nómina de 'Crónicas marcianas', donde cobraba 2.000 euros por programa, para un total de 624.000 euros, según reveló 'Sálvame'. "Yo no tengo ninguna duda de que Antonio David trató fatal y maltrató psicológica y no sé si físicamente a Rocío Carrasco, segurísimo", aseguró Xavier Sardà hace unos días en la radio. ¿Y lo de pagar a Antonio David por soltar mierda sobre Rocío cada noche en 'Crónicas marcianas'? Vuelva usted mañana.
Según 'ABC', desde que se separó en 1999, Antonio David ha ingresado casi cinco millones de euros entre apariciones televisivas y exclusivas en revistas. Hablando siempre de lo que usted ya sabe.
Quizá los antropólogos del siglo XXII logren descifrar cómo un ex guardia civil logró torear durante veinte años a toda la industria del corazón (que presume de colmillo retorcido) con estrategias básicas de manipulación. ¿Por qué nadie le frenó?
¿Hay autocrítica periodística en la docuserie de Rocío? Sí, pero también vías de escape. Algunos periodistas que jalearon a Antonio David se declaran ahora sus víctimas. Más este señor nos engaño que reflexión sobre la picadora de carne del 'cuore'.
La política por otros medios
El pasado mes, llegó el volantazo de Telecinco, con el demoledor testimonio de Rocío Carrasco, que denunció (cobrando) dos décadas de vapuleo psicológico de su ex en los medios. Algunos programas de la cadena comenzaron a golpear con todo a Antonio David. En realidad, todo había empezado un año antes, cuando Vanitatis publicó los papeles judiciales del caso, que agujerearon el relato dominante del padre bueno y la madre irresponsable.
Minutos después de estrenarse la docuserie, Irene Montero, ministra de Igualdad, y Adriana Lastra, vicesecretaria del PSOE, hicieron bandera en Twitter de la denuncia de Rocío Carrasco, en una muestra de reflejos políticos tan vertiginosa que da que pensar. Tema social explosivo, causa progresista y la tele más popular de España poniendo toda la carne en el asador. Algo (muy) gordo se estaba cociendo.
El testimonio de Rocio Carrasco es el de una víctima de violencia de género. Cuando una mujer denuncia públicamente la violencia puede ser cuestionada o ridiculizada. Por eso es importante el apoyo. #RocioYoSiTeCreo
— Irene Montero (@IreneMontero) March 21, 2021
En ese contexto, 'El Mundo' contraatacó hace una semana lanzando a todo trapo un serial con papeles oficiales del caso. Titulado: 'Los hechos probados'. La tesis era la siguiente: tras el circo televisivo y el juicio paralelo linchador, llegaba la hora de la verdad judicial, de los 'hechos probados' y del periodismo con mayúsculas. ¿Intento de reventar el fenómeno social Rocío Carrasco? La investigación ha ido acompañada, difícilmente por casualidad, por tribunas de Cayetana Álvarez de Toledo y Federico Jiménez Losantos contra una hegemonía feminista justiciera. O Rociito como nuevo campo de batalla de la guerra cultural.
Pero los 'hechos probados' resultaron ser más resbaladizos de lo previsto. Según 'El Mundo', los médicos negaron que Rociito hubiera intentado suicidarse, como aseguró en la docuserie, pero Vanitatis y 'ABC' (poco sospechoso de ‘irenemonterismo’) desmintieron rápidamente la información con otros documentos médicos: sí hubo intento de suicidio. La verdad es que Rocío no se tomó tres pastillas, como dijo 'El Mundo', sino... 39.
Para acabar de rematar el psicodrama, Carlota Corredera, presentadora de la docuserie de Rocío, cargó el pasado miércoles en 'prime time' contra los "negacionistas" del suicidio:
1) "Decir que lo que hay en el informe médico de Rocío no se escribió jamás es ser un negacionista. Han hecho circular el bulo de que Rocío no intentó quitarse la vida, se han publicado fragmentos de texto, de dudosa procedencia y convenientemente manipulados para intentar demostrar que no existe ningún informe médico en el que Rocío relate su intento de suicidio, incluso la han ridiculizado asegurando que solo se tomó tres pastillas". 2) "Se nos escapan las razones de los medios de comunicación, periodistas o colaboradores que afirman que es falso algo que se puede ver con los ojos, que es 100% verdad. Solo se me ocurren dos opciones: o son ignorantes o malas personas". 3) "Nos parece muy grave y absolutamente demoniaco que entre los negacionistas de Rocío haya medios de comunicación aparentemente serios que se dedican a contar las pastillas que hacen falta para quitarse la vida y a mentir sin pudor sobre el número de píldoras que se tomó Rocío Carrasco".
Carlota Corredera con el cuchillo entre los dientes. Crítica clara a 'El Mundo', pero también fuego amigo dentro de Telecinco...
"Nos parece absolutamente demoniaco que entre los negacionistas de Rocío haya medios de comunicación aparentemente serios"
En efecto, la información de 'El Mundo' había sido jaleada en otro programa por el periodista Dani Montero: "Cuando alguien quiere matarse de verdad, se sube a un séptimo piso o se pone delante de un tren". Como exdirector del medio digital creado por el comisario Villarejo, quizá Montero no sea el más indicado para hacer valoraciones morales sobre nada, pero sí lo es desde luego para agitar un buen lodazal, que es en lo que se ha convertido este asunto. La rajada de Montero se produjo en el programa de Ana Rosa Quintana, que se emite en Telecinco, pero es de una productora rival (Unicorn Content) a la que lanzó el serial de Rocío en la misma cadena (La Fábrica de la Tele, creadora de 'Sálvame'), lo que podría explicar ciertas posiciones divergentes sobre Rociito en la cadena amiga.
Lo que empezó con Antonio David montando un chiringuito unipersonal de exclusivas en los años noventa... ha acabado en jarana mediática nacional.
O la batalla entre Rocío y Antonio David como generador infinito de trifulcas por todo el país: guerra informativa, guerra televisiva, guerra política... y probablemente en breve guerra judicial. ¿Quién da más? España vista a través de un grano de arena. El testimonio de Rocío Carrasco nos da de comer a todos.
¿Telecinco repartiendo carnets de deontología periodística? No lo vimos venir. ¿Rocío Carrasco convertida en diva izquierdista? Tampoco. ¿Prensa 'seria' que entra a limpiar la ciénaga del 'cuore' y la enmierda aún más por motivos ideológicos? No me lo esperaba. ¿Todo dios a tortazos y tratando de sacar tajada política y mediática al caso? ¡Inaudito! ¿Antonio David no era el padre coraje que nos vendieron sino un vendedor de humo? ¡Sorpresón! ¡Acabáramos! España al desnudo.
La docuserie de Rocío Carrasco se vendió como el formato que destaparía "la mayor mentira de la historia del corazón" y a una "industria cómplice" de esa farsa. Una especie de Telecinco contra Telecinco… que solo a Telecinco podría habérsele ocurrido.