Revolución en el clan Janeiro-Campanario: de la madre de María José a Jesulín 'superstar'
Según parece, Remedios Torres estaría negociando una entrevista con La Fábrica de la Tele, que podría suponer un terremoto mediático
¿Podemos afirmar sin incurrir en ninguna exageración que 2021 es el año en el que el clan Janeiro-Campanario vuelve al primer plano como hacía muchos años que no los veíamos? La respuesta es afirmativa. No hay que leer mucho más de este reportaje para llegar a esa conclusión, pero sí os avanzamos que son muchas las variables, no todas en clave positiva, que manejamos.
La fecha más importante de lo que llevamos de este año es el 18 de abril, cuando Julia Janeiro, la primogénita de Jesulín de Ubrique y María José Campanario, alcanzaba la mayoría de edad y, por lo tanto, se procedía a lo que conocemos en términos periodísticos como 'despixelado' o, lo que es lo mismo, a publicar sus fotografías para que pudiéramos verla en todo su esplendor.
Un hecho nada baladí, si tenemos en cuenta que la revista '¡Hola!', en la que sus progenitores suelen ocupar la portada cuando deciden hacer un reportaje, lo hizo unos días antes de este cumpleaños, lógicamente, con su consentimiento, y 'Lecturas' adelantaba su edición del miércoles al lunes, lo que nos da una clave del interés de esta joven que, por el momento, no tendría intención alguna de dar entrevistas, aunque su perfil de Instagram creció exponencialmente desde entonces. Ahora tiene 177.000 seguidores, pero es una cuenta cerrada.
En esos días hablábamos con la periodista Rosa Villacastín, con motivo de la elaboración de un perfil sobre sus posibilidades como personaje de la prensa del corazón y la crónica social, quien nos hacía unas declaraciones un tanto premonitorias: "A ella no la conozco, pero sí a sus padres. Creo que Jesulín y María José, que han sufrido mucho con el tema de la fama, intentarán evitar que la hija sea carne de revistas y de las redes. Creo que lo harán. Para mí un ejemplo en ese sentido es Belén Esteban y un día se lo dije en televisión. La felicité porque supo apartar a su hija de todo este mundo. Andrea, que es hermana de Julia, lo está haciendo muy bien. Se ha apartado totalmente, porque aquí no se puede estar a medias. Aquí en cuanto apareces ya van a por ti porque te conviertes en carnaza. Aunque sus padres traten de evitarlo, será ella la que tomará la decisión, porque tendrá personalidad propia".
En efecto, después de alcanzar la mayoría edad surgieron testimonios en televisión sobre su vida personal, ya que se contactó con personas que la han conocido en los últimos años, lo que, sin duda, puede haber propiciado que haya cerrado al público su perfil en la mencionada red social. Aun así, es imposible sustraerse a tener unos padres tan mediáticos y una hermana como Andrea Janeiro, hija de una de las mujeres más populares de nuestro país, Belén Esteban. Era esta quien desvelaba, por cierto, que ambas hermanas tienen buena relación, aunque, según ha manifestado, "hay alguien que se ha molestado, alguien a quien le importa tres narices".
Como es sabido, Jesulín de Ubrique está viajando a Madrid para las grabaciones del programa 'El desafío', de Antena 3, lo que evidencia que quiere reforzar su carrera televisiva (recientemente también le veíamos en el programa 'Dos parejas y un destino', en TVE), y en una de sus últimas estancias en la capital, en la que estuvo acompañado por su mujer, María José Campanario, y su hija Julia, también se encontró con Andrea Janeiro.
Es en este contexto donde debemos encuadrar las declaraciones de Belén Esteban en 'Sálvame', en las que desveló que la madre de María José Campanario estaría negociando con La Fábrica de la Tele una entrevista que, sin duda, podría generar una enorme tormenta mediática. Hablamos de Remedios Torres, la suegra de Jesulín de Ubrique. Un 'desliz' de la ahora empresaria, ya que en principio no tenían intención de que trascendiera, que la llevó a manifestar que "aquí todavía mi madre no ha venido a contar nada y te aseguro que tendría muchas cosas que contar".
Una condena muy sonada
Más allá de las polémicas televisivas en las que pueda haber estado inmersa Remedios Torres, quien se ha mantenido apartada de los medios en los últimos tiempos, no podemos pasar por alto su momento de mayor difucultad cuando junto a su hija fue juzgada y condenada a un año y 11 meses de prisión (aunque evitaron la entrada en la cárcel) en el marco de la operación Karlos. Una sentencia que sería confirmada por el Supremo en 2012, después de que desestimara los recursos presentados por madre e hija.
Un año antes habían sido condenadas por falsedad de documento oficial y tentativa de estafa al intentar lograr una pensión de la Seguridad Social para Remedios. Según la sentencia, se consideró probado que Carlos Carretero, exjefe de la policía local de Ubrique, había sido el cabecilla de una trama que hacía este tipo de trámites con la ayuda del inspector médico Casto Pérez-Lara. Según Campanario y su madre mantuvieron en el juicio, recurrieron a él por recomendación de un amigo. Campanario admitió en el juicio haber pagado a los supuestos gestores 9.000 euros por los trámites, pero el tribunal consideró que eran conscientes de que se estaban haciendo de manera fraudulenta.
La irrupción en el universo catódico de Remedios Torres podría suponer un auténtico terremoto, no sabemos de qué magnitud, porque no ha trascendido lo que estaría dispuesta a contar, pero Belén Esteban ya desveló que el problema para cerrar esa entrevista sería que pide un caché muy elevado, lo que induce a pensar que sus declaraciones serían de alto voltaje. ¿Asistiremos ahora a la reapertura de rencillas pasadas y a que se someta a examen los acontecimientos del pasado como se está haciendo con el caso de Rocío Carrasco? Estaremos atentos...
¿Podemos afirmar sin incurrir en ninguna exageración que 2021 es el año en el que el clan Janeiro-Campanario vuelve al primer plano como hacía muchos años que no los veíamos? La respuesta es afirmativa. No hay que leer mucho más de este reportaje para llegar a esa conclusión, pero sí os avanzamos que son muchas las variables, no todas en clave positiva, que manejamos.