Hablamos con Fiona Ferrer de su nuevo libro: "Puedo perdonar, pero no olvido"
En su obra 'La estilista' se mezclan realidad y ficción a partes iguales y algunos pueden sentirse reflejados, pero no se trata de ningún ajuste de cuentas, según nos cuenta la autora
Fiona Ferrer es una mujer multitareas. Lo mismo posa en un photocall que cierra un contrato con empresas nacionales e internacionales, como hizo con la Cámara de Comercio de Bogotá. Ha creado su propia marca de ropa (FFL), colabora en fundaciones como Aladina o aparece en su Instagram como donante de médula cuando tuvo que hacerlo para el trasplante a su madre. Mujer positiva e independiente, asegura que la American Express propia le ha salvado en muchas ocasiones. Reivindica el papel de las influyentes profesionales y rechaza a las “cuentistas”. Acaba de publicar su tercer libro con un nombre enigmático, ‘La estilista’ (Editorial La Esfera), donde se mezcla la ficción y la realidad de un sector muy complejo como es el mundo de la moda. La protagonista se llama Frida, que tiene que enfrentarse a las malvadas Ofelia y Grace.
PREGUNTA: ¿Qué hay de autobiográfico en 'La estilista'?
RESPUESTA: Esa percepción se la dejo al lector. La introducción es totalmente autobiográfica y desnudo parte de mí. Hablo de la depresión, del dolor, de las angustias. Me gustaría que, a través de su lectura, muchas personas que se dedican a la moda se sientan reflejadas. No pasa nada por tener un mal momento. El mundo es maravilloso y a mí no me pasa nada, no existe. La perfección solo existe en el Photoshop.
P: Fiona Ferrer también aparece con su guía personal.
R: Sí, he vivido en muchos sitios y, por lo tanto, muestro esas recomendaciones. Explico que me he pagado todo yo y que sé utilizar muy bien mi American Express, que me ha salvado de muchas situaciones y me ha ayudado a descubrir lugares que son los que aparecen en esa agenda.
P: Dices en el prólogo que el libro se puede leer indistintamente por el principio o por el final. ¿De qué depende la elección?
R: El mundo es circular. Todo vuelve y se devuelve, que el karma existe y que al final todo se coloca en su sitio. Es una manera de decir “hagamos las cosas bien” porque al final nos vamos a encontrar.
P: ¿’La estilista’ podría ser un ajuste de cuentas con gente complicada que se ha cruzado en tu camino?
R: No pierdo el tiempo en esas cosas. Si lo fuera, muchos tendrían que temblar. Hay malos, como sucede en la vida. Uno de los personajes se hace llamar Grace y en realidad es María Purificación Gracia. Otra mala es Ofelia Mendoza, a la que llaman la Sapo porque se traga todo y a todos.
P: ¿Ofelia y la Sapo se pueden reconocer en el mundo real?
R: Están distorsionadas y son mezclas de diferentes personalidades. Sí te diré que en el mundo real hay muchas Ofelias.
P: Tuvo mucha repercusión en las redes tu imagen en la que aparecías donando médula para el trasplante de tu madre. La gente se concienció y sucedió lo mismo con la fundación Aladina.
R: Hay algoritmos que miden tu poder de influencia y soy consciente de que esas acciones han tenido gran repercusión. Recibo mensajes de gente que, si no me hubiera visto, no se le habría ocurrido donar médula. Con el tema de mi madre me daba cierto apuro enseñarlo al ser una parte muy íntima. Me di cuenta de que tenía una responsabilidad cuando mi madre me pidió que lo hiciera. Cada 18 y 19 de noviembre subo esa imagen.
P: Tu madre era una mujer muy potente, ¿qué consejos te dio en la vida?
R: Que fuera honesta, que no escuchara a todo el mundo, que no perdiera el tiempo con gente que no me iba a aportar nada y que aprendiera a controlar mi tiempo y a saber a quién se lo daba. Tardé tiempo en hacerle caso. Ahora que no está, los estoy siguiendo y soy más feliz.
P: La tienes siempre muy presente, ¿crees en la reencarnación?
R: Sí, creo que de alguna manera mi madre está conmigo. He pasado situaciones complicadas y me ha salvado de momentos en los que corría algún que otro peligro.
P: Contabas que cada vez que tienes un problema importante, tu madre te echa una mano.
R: Sé que está y también me aferro a esa idea. No me preguntes en qué lo noto porque no lo sé explicar. Son sensaciones. Cada mañana la doy los buenos días y, al acostarme, las buenas noches. Cuando meto la pata, me miro al espejo y hablo un ratito con ella.
P: Has pasado situaciones muy complicadas como fue la muerte de tu padrastro Dieter. ¿Se superan esas situaciones tan impredecibles y trágicas?
R: Más que superarse, las proceso y aprendo a vivir con el dolor. Mi mensaje es muy claro: o te hundes o sales adelante. O decides salir de la cama o, si te quedas, entras en depresión.
P: Pasaste la pandemia sola y agobiada porque estabas rodeada de cajas por el cambio de casa y sin saber muy bien cómo salir adelante.
R: Fue agobiante porque se juntaron muchas cosas: la soledad del confinamiento se juntó con más peripecias incontrolables como fueron una inundación, la calefacción que no iba y miles de cajas que había que abrir y recolocar. La parte buena fue que pude terminar el libro, que me sirvió de terapia, y que me hice adicta a las videoconferencias. Todo pasó y, gracias a Dios, no he tenido ningún problema de salud. Le pido a la vida energía positiva.
P: Tienes amigos en medio mundo, ¿qué haces cuando te fallan?
R: Lo paso mal y olvido. Sigo el consejo de mi madre: “No regales tiempo ni amor a quien no lo merece”. Cuando olvido, no hay vuelta atrás.
P: Isabel Pantoja hace lo mismo que tú.
R: Me encanta compartir esa manera de funcionar. Cuando digo adiós, no hay vuelta atrás. Puedo perdonar, pero no olvido.
P: Hace unos años, la cámara de comercio de Bogotá le abrió las puertas a empresas españolas gracias a tu trabajo y a tus contactos
R: Gestioné un proyecto muy grande e importante entre El Corte Inglés y la Cámara. Y como empresaria, aposté por diseñadores colombianos y me convertí en distribuidora. Traje a España ocho marcas en exclusiva que funcionaron muy bien. A raíz de mi relación con Colombia, creé mi marca FFL, que se produce íntegramente allí en talleres que sirven de punto de apoyo a mujeres.
P: ¿Crees que cada vez se está imponiendo en la sociedad el 'estás conmigo o contra mi' en temas de actualidad?
R: Me molesta esa gente que dice que no ve ciertos programas y es mentira. En la vida hay que verlo todo para tener opinión. No se puede ser cínico y decir: “No leo prensa del corazón, ni escucho en la radio o en la tele ese tipo de formatos”. Y resulta que después esos personajes tan estirados aparecen en exclusivas mostrando su casa, sus hijos, sus parejas. O dicen “no veo ‘Sálvame”, y resulta que se saben todo lo que se emite. Esto que he dicho es muy de Frida, la estilista. Todo tiene una cara a, b y c. Nada es de color blanco ni negro. Hay matices.
Fiona Ferrer es una mujer multitareas. Lo mismo posa en un photocall que cierra un contrato con empresas nacionales e internacionales, como hizo con la Cámara de Comercio de Bogotá. Ha creado su propia marca de ropa (FFL), colabora en fundaciones como Aladina o aparece en su Instagram como donante de médula cuando tuvo que hacerlo para el trasplante a su madre. Mujer positiva e independiente, asegura que la American Express propia le ha salvado en muchas ocasiones. Reivindica el papel de las influyentes profesionales y rechaza a las “cuentistas”. Acaba de publicar su tercer libro con un nombre enigmático, ‘La estilista’ (Editorial La Esfera), donde se mezcla la ficción y la realidad de un sector muy complejo como es el mundo de la moda. La protagonista se llama Frida, que tiene que enfrentarse a las malvadas Ofelia y Grace.