Los informes psicológicos de Rocío Carrasco y cómo se intentó deslegitimarlos

Se acerca el final de la serie documental sobre Rocío Carrasco y son muchos los detalles que siguen siendo susceptibles de análisis, pero si hay un tema fundamental, sobre el que ha pivotado fundamentalmente, ha sido su relación con su exmarido, que ha derivado en una brecha familiar sobre la que había guardado silencio durante dos décadas. Sin embargo, sobre todos los litigios que han mantenido desde su separación a los tres años de su boda, en 1999, hay uno que ha marcado el devenir de ambos durante los últimos años.

El 22 de diciembre de 2016, Rocío Carrasco denunció a Antonio David Flores por un supuesto delito de lesiones psicológicas, por el que no fue ni juzgado ni condenado (algo que subrayó ella en 'Rocío, contar la verdada para seguir viva'), pues fue sobreseído provisionalmente, lo que confirmaría posteriormente el Supremo. Un caso que solo se podría reabrir si se aportaran nuevas pruebas, antes de que prescriba, como nos han subrayado diversos expertos en Vanitatis.

Más allá del hipotético recorrido legal de este asunto, queremos pararnos hoy en cómo argumentó la defensa de Antonio David el valor de los informes psiquiátricos presentados en la causa por parte de su exmujer. Recordemos que la hija de 'la más grande' tiene un diagnóstico acreditado, "trastorno de adaptación en su forma de reacción mixta de ansiedad y depresión", y en su caso es de carácter crónico.

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Respecto a los informes presentados a la causa, esto es lo que afirmaban los abogados del que fuera colaborador de 'Sálvame': "Es especialmente significativo que todos los informes que presenta la demandante son de facultativos médicos privados y es más, respecto al primero de ellos, en su declaración manifestó que cambió de psiquiatra porque no tenía confianza en él. Es importante significar que no se aporta ni un solo parte médico de un psiquiatra de la Seguridad Social o de su seguro médico".

Los abogados de Rocío Carrasco contraargumentan en los siguientes términos: "¿Qué quiere decir la defensa del investigado, que porque tales facultativos presenten sus servicios en la sanidad privada los mismos están faltando a la verdad? Antes al contrario, por eso mismo se ha pedido por esta parte su ratificación y su adveración con el médico psiquiatra y médico forense de la clínica".

Añaden: "Es decir, nuevamente las manifestaciones vertidas de contrario caen en una total y patente contradicción, siendo además el criterio adoptado por el abogado defensor, en virtud de las declaraciones por el mismo vertidas en el escrito del 3 de abril de 2017 que ahora se impugna, absurdas e irrelevantes".

En Vanitatis hemos tenido acceso a al menos 10 de esos informes, que describen la dolencia de Rocío Carrasco y los síntomas que presenta. Nos vamos a quedar en esta ocasión con uno fechado el 3 de marzo de 2017, posterior a la interposición de la denuncia, en el que su psiquiatra hace un relato demoledor de cómo ella sufría a consecuencia de esta enfermedad, en su caso de carácter crónico.

El especialista que lo firma la trató entre el 5 de diciembre de 2011 -recordemos que la agresión de Rocío Flores a su madre fue algo después, el 27 de julio del año siguiente- y el 16 de noviembre de 2016, cuando cerró su consulta por jubilación. Fue entonces cuando Rocío Carrasco fue derivada a otro especialista. Ya desde los primeros párrafos manifestaba de manera meridiana que la dolencia de su paciente "está originada por un agente estresante cuya acción es intermitente, se manifiesta como un trastorno más prolongado en el tiempo que los trastornos adaptativos habituales" y se produce un empeoramiento de su situación "cuando dicho factor estresante vuelve a actuar".

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Siempre según el relato del psiquiatra, Rocío identifica el agente estresante en "ciertas conductas del padre de sus hijos, cuyo matrimonio ha sido anulado, y que ella siente como un riesgo para su buena relación con los hijos, así como un perjuicio para su intimidad y honorabilidad, lo que se acrecienta por su difusión en ciertos medios de comunicación".

El facultativo describe sus cuadros de ansiedad y destaca que "hay que añadir un descenso del estado de ánimo, que ella considera haber sufrido desde hace años y que, al menos en la fecha de su primera consulta conmigo, se manifestaba por tristeza, disminución de su capacidad de interés, bajo impulso a la actividad, autorreproches y sentimientos de minusvalía".

"Esta sintomatología depresiva ha ido evolucionando de forma variable, siempre en función de la intensificación y difusión de su conflictiva, llegando en alguna consulta a verbalizar ideas de autolisis", se sostiene en este informe, en el que se avanzan las ideas suicidas, que la llevaron a intentar quitarse la vida el 5 de agosto de 2019.

[Teléfono de prevención del suicidio: 900 925 555]

El psiquiatra destaca en su evolución la importancia de la aparición del 'elemento estresante', que queda patente con "una intensificación de sus síntomas de ansiedad con manifestaciones corporales tales como trastornos digestivos, arritmias y alteraciones dermatológicas, junto con un aumento de sus dificultades para el sueño".