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Mariangela Marseglia (Amazon): "No hay nada más urgente para una mujer que ayudar a otra a creer en sí misma"
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ESPECIAL LIDERAZGO FEMENINO

Mariangela Marseglia (Amazon): "No hay nada más urgente para una mujer que ayudar a otra a creer en sí misma"

Es la única 'country manager' en Europa de Amazon, lo que la convierte en una de las ejecutivas más relevantes de la multinacional. Nos habla de su niñez, sus referentes... y su "superpoder"

Foto: Imagen: EC Diseño.
Imagen: EC Diseño.

Cuenta Mariangela Marseglia (1974, Ostuni, Italia) que un buen día se dio cuenta de que ser mujer le daba una especie de superpoder. Porque sus logros se convertían en hitos para otras mujeres que seguían sus pasos, porque su voz se agigantó hasta convertirse en un referente para otras que venían detrás. Ese fue, precisamente, el momento en que se dio cuenta de que ser mujer era un elemento diferenciador en su carrera. Y como todo el mundo sabe, todo gran poder conlleva una gran responsabilidad. "Fue cuando me vine como 'country manager' de España e Italia, empecé a trabajar con un equipo muy grande y muchas mujeres vinieron a decirme que yo era una especie de referente para ellas. Nunca pensé que yo fuera, no sé, ¡tan importante! De alguna manera eso me dio una responsabilidad, la de seguir abriendo brecha. No soy una persona muy exhibicionista, no me gusta hablar de mi vida privada, pero me di cuenta de que tenía que hacerlo porque había mucha gente mirándome y escuchando lo que tenía que decir, de repente me convertí en un modelo a seguir".

No solo eso. "Darme cuenta de esto me dio un propósito en la vida, una misión más honorable y gratificante que la de ser una exitosa mujer de negocios. No sé si te ha pasado, pero es muy poderosa esa sensación de que tienes la capacidad de cambiar cosas en la sociedad. Por supuesto que quiero ganar dinero y tener éxito, pero si además puedo aportar mi granito de arena a inspirar a otras mujeres, es más gratificante que cualquier otra cosa".

placeholder Varios camiones de Amazon. (EFE)
Varios camiones de Amazon. (EFE)

Por eso tenemos aquí sentada a Mariangela Marseglia una mañana de mayo. Esta italiana es la líder de Amazon en España y la única mujer 'country manager' de la multinacional en Europa. Desde que solicitamos una entrevista con ella para hablar de estos temas hubo facilidades, a pesar de su agenda de vértigo. La compañía anunció a principios de junio que planea crear 3.000 empleos fijos en España este año, elevando su plantilla de indefinidos hasta los 15.000 trabajadores, lo que supone duplicar su fuerza laboral en el país en dos años y entrar en el top 15 de las empresas con más empleados en España. Mucho trabajo, pero el compromiso que tiene Marseglia con la lucha por la igualdad es personal. "Y no solo hablando de ello, también siendo una mujer y manteniendo las características femeninas: la amabilidad, la femineidad, por qué no, la empatía... Tenemos una forma de liderar completamente diferente de la de los hombres".

Amazon no es muy aficionada a publicar sus datos empresariales. La gran multinacional del comercio electrónico emplea a nivel global a un 44,6% de mujeres, aunque no da datos de cómo está el termómetro de la igualdad en España. Cubren un amplio abanico de perfiles que abarca desde los empleos en almacenes hasta aquellos que trabajan en inteligencia artificial.

Foto: Imagen: EC Diseño

Pregunta. Cuando hablamos de igualdad, muchas veces se señala que no hay referentes en la alta dirección, no es solo que no haya muchas mujeres, sino que además no cuentan con demasiada visibilidad. Me interesa mucho su historia personal, el proceso de cómo una niña que nació en un pequeño pueblo del sur de Italia se convierte con los años en un referente dentro del tejido empresarial europeo.

Respuesta. No creo que sea un referente para nadie, pero gracias. En mi caso influyeron varias cosas, y en primer lugar el trabajo duro. Mis padres no eran empresarios ricos, pero me inculcaron que había que trabajar mucho para asumir los retos de la vida. Ellos me empujaron a buscar la mejor universidad, salir fuera, aprender inglés y otros idiomas, a ver el mundo como una posibilidad. Y lo que es más importante, a estudiar y trabajar.

"Mis padres no eran empresarios ricos, pero me inculcaron que había que trabajar mucho para asumir los retos de la vida"

P. Pero no basta con eso.

R. En mi caso también fueron fundamentales los mentores, desde los inicios de mi carrera he tenido la suerte de encontrarme con gente que creía en mí, tanto hombres como mujeres. Es algo muy poderoso que alguien crea en ti, porque entonces tienes confianza para conquistar el mundo. Me pasó cuando acepté ese gran trabajo en Seattle (en febrero de 2014 la nombraron asesora del vicepresidente sénior de International Retail). Llevaba tres o cuatro años en la compañía y de repente me pidieron que me marchara a Seattle para ocupar uno de los puestos más estratégicos de la empresa. Me dije: "Oh, Dios mío, no estoy preparada, no puedo hacerlo". Pero alguien me dijo que sí podía, y efectivamente lo hice. Eso es justo lo que estoy intentando hacer yo ahora, especialmente con las mujeres, porque los hombres no tienen ese problema. Ellos tienden a creer que pueden con todo aunque no estén preparados, de la misma manera que las mujeres tienden a pensar que nunca están preparadas para los grandes trabajos y los grandes retos. Quiero decirles que no se preocupen, que nunca van a sentir que están al 100% preparadas pero se puede aprender a través de la experiencia.

Hablamos de quiénes fueron las personas que le transmitieron esa confianza en ella misma, sus modelos. "Mi madre por encima de todo, ha sido muy importante en mi carrera porque ha sido y es mi mayor fan incluso hoy. Según ella, soy la mejor profesional del mundo, para ella soy capaz de cualquier cosa, y eso de alguna manera me ha construido como soy. Además, ha habido algunos compañeros que me han marcado mucho".

Foto: María Pombo, Penélope Cruz y Vicky Martín Berrocal. Imagen: EC Diseño

Es muy crítica con la actitud tímida de algunas mujeres, a las que pide que salgan del cascarón, que piensen 'a lo grande'. "Creo que es una herencia cultural, las mujeres crecen con el mandato de cuidar a los demás, de estar en segundo plano, cuidar de la familia, de los hijos o de los mayores. Así que, cuando alguien nos saca de eso y nos dice que estamos listas para conquistar el mundo, siempre tendemos a pensar que deberíamos estar mucho más preparadas, por lo menos al 120%, y según mi experiencia eso es prácticamente imposible, nunca vas a estar preparado para ese gran reto, hay que atreverse y aprender mientras trabajas".

P. ¿Qué cualidades femeninas cree que contribuyen de forma positiva al perfil de un líder?

R. En estos momentos, la cualidad más valorada en un líder sea hombre o mujer es la flexibilidad, la capacidad para adaptarse a un mundo que está en continuo cambio. Hace 30 o 40 años no pasaba, estabas toda tu carrera haciendo lo mismo, pero ahora tienes que reinventarte cada tres años para seguir el ritmo del mundo. Esa adaptabilidad es algo muy femenino, y ahí es donde la mujer puede encontrar esa confianza en sí misma que le falta, es mucho más capaz de adaptarse a los cambios que los hombres, en eso somos mejores. Tú vives así, probablemente. El trabajo, los compromisos familiares, las aficiones, hay que ser flexible para llegar a todo. Y la otra cualidad muy femenina que favorece a las líderes es la curiosidad. No quiero generalizar porque hay hombres también muy curiosos, pero sí es una tendencia muy femenina el seguir aprendiendo e investigando cosas nuevas. En este mundo de hoy, eso es imprescindible.

"Ahora tienes que reinventarte cada tres años para seguir el ritmo del mundo. Esa adaptabilidad es algo muy femenino"

Más en un trabajo como el suyo. "Exacto. Si no eres curioso y basas tu trabajo exclusivamente en lo que ya conoces, probablemente en cinco años esa experiencia se volverá irrelevante". "Piensa por ejemplo en el periodismo (es una profesión que conoce bien porque su esposa es periodista). Es una profesión antigua que ha vivido una revolución a medida que la gente leía menos papel y se informaba más a través de internet".

P. Tras el mítico 8 de marzo de 2018 y el #MeToo da la sensación de que el movimiento feminista se ha desinflado de alguna manera, ¿qué errores cree que hemos cometido? ¿Se ha roto la unidad de las mujeres? ¿Ha habido una ralentización del movimiento feminista?

R. Hay una cierta tendencia a, una vez que se han logrado las cosas, olvidarnos de lo difícil que fue llegar hasta ahí. Pero Madeleine Albright dijo que había un lugar especial en el infierno para las mujeres que no ayudan a otras mujeres. Esta unidad de las mujeres es algo muy importante, tenemos que ayudarnos unas a otras porque si no lo hacemos será aún más difícil llegar. Como he dicho, cuando llegas a algo en la vida, te conviertes en CEO de una empresa o algo similar, tiendes a olvidar lo duro que fue llegar. Pero honestamente creo que, a pesar del estrés diario, no hay problema más urgente para una mujer que ayudar a otra a creer en sí misma y a ganar confianza. Cuando consigues algo, tienes la responsabilidad de darle visibilidad a esta causa, y es verdad que parecerá que ya se ha conseguido, y alguien empezará a criticar y a decir que para qué hacer nada si ya hemos llegado muy lejos, pero lo cierto es que nunca ha sido tan importante apoyarse unas a otras.

placeholder Marseglia, en otra foto cedida por Amazon.
Marseglia, en otra foto cedida por Amazon.

P. Sobre las políticas más eficaces para impulsar esa igualdad hay mucha controversia, sobre todo sobre las cuotas.

R. Personalmente, no creo en las cuotas, pero sí creo que hay que ponerse metas y trabajar duro para llegar a ellas. En esta compañía, por ejemplo, buscamos llegar a la igualdad total y estamos trabajando en ello. Esto se traduce, por ejemplo, en que quizá pasamos más tiempo a la hora de buscar un candidato para tal o cual puesto porque siempre querríamos que hubiera una mujer entre las opciones. Esto es significativo especialmente en el mundo de la tecnología, donde es mucho más fácil y más rápido encontrar a un hombre para una vacante, a veces tienes que bucear algo más y emplear más tiempo para encontrar una mujer igual de buena. Otra cosa que hacemos en Amazon es empezar casi desde el principio: estamos intentando convencer a las niñas para que estudien matemáticas, ingeniería o informática a través de proyectos como Technovation Girls, al que apoyamos desde hace años.

Technovation es una especie de competición en la que cada año invitan a gente joven de todo el mundo a aprender y aplicar las habilidades necesarias para resolver los problemas del mundo real a través de la tecnología. "Es una manera de atraer a niñas de entre 12 y 18 años para que se enamoren de la tecnología y, quizá, en el día de mañana quieran estudiar una ingeniería. Obviamente es una cosa que lleva años, es un proyecto muy a largo plazo. Además, en Amazon diseñamos políticas para dar flexibilidad a las mujeres, para que mantengan la motivación y que lleguen a ser los seres humanos que quieren ser. Un ejemplo, estamos extendiendo las bajas maternales a los padres también y llegando a otro tipo de acuerdos para dar flexibilidad a la gente y conseguir el 'smart working'. Son cosas que hacíamos antes del covid y no tienen nada que ver con la pandemia".

Foto: Imagen: Irene de Pablo.

P. Entrando en el terreno más personal, Amazon es una empresa que no para nunca, ¿cómo se puede conciliar cuando uno es el director de orquesta?

R. Yo tengo suerte porque gozo de esa flexibilidad que la compañía facilita. Como muchas mujeres, yo no trabajo de nueve a seis cada día. En mi caso, a mí me gusta llevar a mi hijo a la guardería por las mañanas, así que no llego a la oficina antes de las nueve y media o diez. Eso significa que a veces tengo que trabajar hasta más tarde, pero esta flexibilidad es muy útil para mí, es lo que me permite conciliar mi vida personal con la laboral. Por otro lado, yo no permito que mi trabajo se coma mi vida. A veces, los jefes mandan mails por la noche o los fines de semana. Yo jamás mando un mail más allá de las ocho de la tarde. Tampoco trabajo nunca los fines de semana, ese es el tiempo de mi familia y de las cosas que me gustan más allá del trabajo, que son unas cuantas. Son cosas que me hacen ser una mejor persona. Por ejemplo, soy muy aficionada a las abejas, cada fin de semana voy a un sitio cerca de mi casa para cuidar de mis abejas, y ese rato fuera de Amazon me hace ser una persona mucho más equilibrada.

"Me gusta llevar a mi hijo a la guardería por las mañanas, así que no llego a la oficina hasta las nueve y media o las diez"

Entonces, se puede ser una auténtica 'mamma' italiana y dirigir una empresa como Amazon, asumiendo el concepto de 'mamma italiana' con toda su carga histórica, tópica y prejuiciosa. "Sí, sí se puede", responde rotunda, "pero requiere muchas ganas". "En algún momento de la jornada tienes que decir 'ok, mi trabajo es importante, es lo que me hace ser quien soy, y además me permite realizarme y cumplir mis sueños, pero mi vida, mi familia, son igual de importantes'. No hay nada que no se pueda dejar para mañana. Hay que trazar una línea. Por otro lado, tengo suerte porque mi pareja me ayuda mucho. Estoy casada con una mujer que es muy demandante, cuando nota que tengo la cabeza en otra parte me trae de vuelta, reclama el espacio familiar constantemente, me pone los pies en el suelo, y eso me ha ayudado mucho a lo largo de mi carrera, especialmente al principio, cuando estaba tan centrada en el trabajo".

"Al principio solo era trabajo, trabajo y trabajo, pero luego me di cuenta de que eso no era bueno ni para mi salud física ni para mi equilibrio mental. Ella me ha enseñado que al final yo no estoy salvando vidas. No hay nada que no pueda esperar hasta mañana si estás cenando con tu hijo y con tu familia". Hace un par de años, además, empezó con la meditación, lo que le ha enseñado que la mente solo está centrada en un mismo asunto una media de cinco horas seguidas. "Más allá de eso es inevitable empezar a pensar en otras cosas y dejas de ser productivo. En ese momento hay que desconectar".

Cuenta Mariangela Marseglia (1974, Ostuni, Italia) que un buen día se dio cuenta de que ser mujer le daba una especie de superpoder. Porque sus logros se convertían en hitos para otras mujeres que seguían sus pasos, porque su voz se agigantó hasta convertirse en un referente para otras que venían detrás. Ese fue, precisamente, el momento en que se dio cuenta de que ser mujer era un elemento diferenciador en su carrera. Y como todo el mundo sabe, todo gran poder conlleva una gran responsabilidad. "Fue cuando me vine como 'country manager' de España e Italia, empecé a trabajar con un equipo muy grande y muchas mujeres vinieron a decirme que yo era una especie de referente para ellas. Nunca pensé que yo fuera, no sé, ¡tan importante! De alguna manera eso me dio una responsabilidad, la de seguir abriendo brecha. No soy una persona muy exhibicionista, no me gusta hablar de mi vida privada, pero me di cuenta de que tenía que hacerlo porque había mucha gente mirándome y escuchando lo que tenía que decir, de repente me convertí en un modelo a seguir".

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