ESPECIAL LIDERAZGO FEMENINO

Hablamos con el 'dream team' de las modelos españolas: feminismo, maternidad, liderazgo

Han crecido en un mundo en el que las mujeres cobran más que los hombres. Un sector al que siguen vinculadas, unas más activas que otras, pese a que sus carreras han pasado por diferentes lugares. En los 80, 90 y los 2000 fueron referente para muchas jóvenes y ahora, con más edad, siguen marcando la pauta en muchos aspectos. Son las modelos Judit Mascó, Laura Sánchez, Verónica Blume, Martina Klein, Vanesa Lorenzo y Nieves Álvarez

Texto: Silvia Taulés
Diseño: Bolívar Alcocer
Fotos: Agencias



Reunimos al ‘dream team’ de la belleza en nuestro país gracias a la agencia que las representa a todas, SS&M Personalities Management. Les trasladamos las mismas preguntas sobre liderazgo femenino, maternidad, buscarse la vida… y cada una contesta a su manera. Mascó reinvindicativa y solidaria, Sánchez divertida, Blume espiritual, Klein natural, Lorenzo intelectual y Álvarez directa.

Como modelos, han logrado mantener su nombre aunque sus carreras hayan evolucionado hacia otros campos. ¿Ha sido difícil para alguien con una imagen como la suya abrirse camino en nuevos retos profesionales?

Judit Mascó: No ha sido difícil porque desde muy jovencita siempre me han preguntado qué haría después de ser modelo, por lo que sabía que sería una carrera corta, y siempre he tenido muchas inquietudes. He sabido aprovechar las oportunidades, como por ejemplo en los medios. Radio Nacional fue la primera que me dio una oportunidad. La radio, desde los veintipocos años, me ha cautivado. Igual ocurrió en televisión: trabajé en un programa de deportes y de moda en TV3. Me atreví porque me atraía y quería aprender. ¡Y se me da bien! He escrito en columnas de periódicos, he publicado dos libros, escritos por mí, con todo el esfuerzo que supone. Y también un reto personal más que profesional es el hecho de pensar que las personas con perfil público seamos responsables y construyamos una sociedad más justa y solidaria; este pensamiento está en mí desde mis inicios, y es lo que me ha llevado a ser en la actualidad la presidenta de la Fundación Ared.

Laura Sánchez: Crear una empresa (o dos) ha sido igual de difícil que para cualquier otra persona, cierto es que el apartado de comunicación lo he tenido mas fácil, pero el resto ha sido duro, es duro y es un aprendizaje continuo.

Verónica Blume: ¡Interesante pregunta! Por un lado, soy muy consciente de que mi pasado me abre muchas puertas y me permite llegar a más gente. Por el otro, a veces las etiquetas asociadas a la profesión de modelo han podido despertar prejuicios que con el tiempo se han desmontado. Reinventarse siempre es un reto, y en este caso es importante encontrar el equilibrio entre la imagen pública y la nueva propuesta.

Martina Klein: En general, mi carrera no ha sido nada lineal, he ido variando mi imagen y haciendo diferentes cosas (he escrito columnas, novelas infantiles, he participado en diferentes programas de televisión...). Por lo tanto, creo que este nuevo rumbo de mi carrera no es algo muy distinto a la exploración anterior, sino que todo suma y agrega matices al personaje.

Vanesa Lorenzo: El hecho de que esos nuevos retos profesionales estén ligados a la industria de la moda y el marketing, o a mi estilo de vida, ha supuesto que el desarrollo y el trabajo surjan de una manera orgánica.

Nieves Álvarez: Llevo en el mundo de la moda 30 años y he llegado hasta aquí con mucho esfuerzo, disciplina y pasión. Todo ello me ha llevado a crear una imagen de la Nieves que soy, una mujer profesional, arriesgada, con ganas siempre de aprender. La moda me ha abierto muchas puertas como la televisión, colaborar como diseñadora con firmas y siempre me han hecho sentirme cómoda. Cuando la gente no te conoce suele asociarte a una imagen distante, altiva o se piensan que vivimos rodeadas de caprichos, una imagen que dista bastante de la realidad..., al menos de la mía.



Mujeres objeto

Judit Mascó.


Trabajan en un sector, acaso el único, en el que la mujer cobra más que el hombre. Pero al mismo tiempo se critica el mundo de las modelos y muchos las atacan porque las consideran objetos. ¿Qué les diría a esas voces críticas?

Judit Mascó: En mi caso siempre he reivindicado que a través del esfuerzo personal logré una serie de hitos, por lo que no me he sentido mujer objeto sino que alcanzaba los retos que me proponía. Ahora, en esta etapa más adulta, entiendo estas críticas en el sentido de que, con una visión de género, en las campañas de los 80 y 90 se usaba la imagen de la mujer como objeto. Aun así, el trabajo de una modelo se trata de eso, de anunciar productos y hacerlos atractivos para que la gente consuma. Cada vez hay más organizaciones que saben que ya no todo vale. También las modelos, yo me fijo en las prendas, qué efectos tienen sobre el medioambiente, sobre las comunidades locales… Y los consumidores también tienen mucho poder.

Laura Sánchez: A ver… No es tan sencillo, lo primero no somos objetos, somos personas, ja, ja, ja, ja. Pero es cierto que el trabajo de la modelo es vender, no venderse, sino vender lo que llevas puesto, ya sea ropa, perfume o un sombrero. Todos esos artículos son los importantes, la modelo es la vía de venta, quizás suene feo pero es así. Una vez asumes tu papel dentro de la moda, es mas sencillo. Y además, cada modelo tiene una actitud, un perfil, transmitimos de manera diferente… y esto hace que la moda sea diversa.

Verónica Blume: Cuando era joven me afectaban mucho este tipo de prejuicios e invertía mucha energía en desmontar las ideas preconcebidas demostrando que no es lo que pensaban. Con el tiempo he aprendido que mientras yo tenga claro cuál es mi postura ante la profesión de modelo, todo está bien. Las críticas muchas veces tienen más que ver con el que critica que con el criticado. Así que le preguntaría qué es lo de 'ser objeto'. ¿Radical? Quizás... pero a estas alturas elijo el respeto.

Martina Klein: Nosotras hemos podido aprovechar una época en que la moda y la publicidad han tenido un lugar muy importante en las artes y en la sociedad en general. Como espejo de la coyuntura social, la moda ha reflejado también esa tendencia de cosificar a la mujer, pero al mismo tiempo la ha empoderado y convertido en referencia. Creo que ha sido un privilegio formar parte de esa etapa y de ese proceso del cambio. Las voces críticas... Algunas las entiendo y comparto, y otras creo que es el ojo de quien mira el que se ofende.

Vanesa Lorenzo: Es cierto que nuestra herramienta de trabajo es nuestro cuerpo, pero hay muchos otros factores involucrados. El resultado de una imagen o un vídeo de moda o publicidad es un trabajo en equipo, donde hay un proceso de creatividad, y en nuestro caso, las modelos tenemos que entender el concepto y representarlo, con una expresión corporal armoniosa y con naturalidad. Por otro lado, esta profesión, de manera internacional, implica viajar, estar sola, adaptarse a trabajar con equipos de culturas distintas, aprender a gestionar tu autonomía económica a edades tempranas, aprender a bajarse de los tacones para relativizar la profesión y sobrellevar los juicios y críticas a los que puedes estar expuesta.

Nieves Álvarez: No me siento mujer objeto en absoluto, si he llegado hasta aquí no es solamente gracias a mi físico, sino a que he sabido rodearme con inteligencia de la gente adecuada para conseguir mis objetivos. Considero mi profesión tan importante y válida como cualquier otra. Arte, creatividad y sensibilidad van unidas a ella. Mi profesionalidad no va unida a una cuestión de sexo, sino al esfuerzo y la constancia. La crítica vacía de peso no merece mi tiempo.



Ellas lideran de forma diferente

Laura Sánchez.


Durante los primeros meses de pandemia se habló mucho de que los países liderados por mujeres se sobreponían mejor a los retos que vivimos. ¿Cree que una mujer puede aportar algo diferente a un hombre en el momento de liderar? 

Judit Mascó: Es verdad y fue alucinante. La verdad es que pienso que tenemos una inteligencia emocional superior para construir equipo, motivar, saber cooperar, porque somos más empáticas, más inclusivas y muchos más adjetivos, ja, ja, ja: sociables, expresivas, cercanas... Y por eso aportamos mucho más potencial a la hora de lograr compromisos y sabemos afrontar mejor los cambios. Estamos más acostumbradas a compartir el poder, somos más innovadoras, más flexibles, también más comunicativas. Sabemos encontrar soluciones entre todos. Yo desde siempre entendí, rápidamente, que dentro de un equipo, con todas las funciones que tiene cada uno, por ejemplo en una sesión de fotos, era importantísimo crear grupo, no sentirme diva ni la primera porque avanzábamos más lentos. Si haces equipo, compartes, opinas, hay buen ambiente, todo sale mejor.

Laura Sánchez: No me gusta generalizar, pero la mujer es mejor líder, tenemos una serie de aptitudes que lo avalan. La empatía en la mujer líder es primordial, es un liderazgo inclusivo y resolutivo. Las mujeres tenemos una capacidades naturales que llevadas al terreno profesional son la clave para que una 'empresa' funcione -lo entrecomillo porque nos vale para trasladarlo a cualquier función que desarrollemos-.

Verónica Blume: ¡Totalmente! Las mujeres que lideran lo hacen desde todo lo que conlleva ser mujer y brillar. Hombres y mujeres tienen distintos rasgos por los que destacan, y cuando escuchamos nuestra esencia, nace el poder de liderar.

Martina Klein: No lo sé, pero intuyo que sí. Lo cierto es que al hombre ya lo hemos visto liderar y hemos visto también hacia dónde ha llevado el mundo. Creo que se abre una nueva etapa donde la visión femenina y su forma de liderar van a hacernos vivir una nueva versión de la especie humana, junto con la solución al problema en el que estamos metidos ahora mismo.

Vanesa Lorenzo: Creo que nuestro lado yin al liderar puede aportar más reflexión, más empatía y más calma, algo muy bueno para la toma de decisiones y trabajo en equipo.

Nieves Álvarez: Creo en la igualdad entre hombres y mujeres, en las mismas oportunidades a la hora de acceder a una posición laboral sin distinción de géneros. Es verdad que hemos podido ver a grandes mujeres gestionar la pandemia adoptando políticas y decisiones con mayor rapidez, con una manera de comunicar más clara, directa y eficaz. Creo que su éxito radica en que han sabido buscar la cooperación, dejarse asesorar por expertos sin importar sus ideales, buscar una rápida solución. Profesionales que han brillado por sus decisiones acertadas en momentos cruciales...



La empatía, una constante

Vanesa Lorenzo.


¿Cómo piensa que son las mujeres como líderes? 

Judit Mascó: Es la inteligencia emocional, no hace falta tener tres carreras, es sentirte uno más porque sabes que ganas. También creo que las mujeres sabemos aprovechar mucho mejor las segundas oportunidades, así dicho en general.

Laura Sánchez: Creo que esta pregunta te la he contestado un poco con la anterior.

Verónica Blume: Para mí una mujer conectada con la fuerza de su feminidad es una mujer que comunica desde la conexión con la intuición. Una mujer que va más allá, que rompe el molde de lo que socialmente podría esperarse de ella es una mujer con espíritu de guerrera, alma de mujer, de sabia o de maga. Me inspiran las mujeres que lideran porque sé lo que es cumplir el rol social de ser mujer, la avalancha general que es ser madre, amiga y 'mujer de'. Conseguir equilibrar todo eso y brillar liderando es una base potente que aporta mucha sabiduría.

Martina Klein: La mujer no pone la fuerza por delante, la mujer protege a los suyos, los cuida, los alimenta, se ocupa de su educación, de su sensibilidad, del respeto hacia los demás. Y crea sinergias de trabajo en equipo. Creo que el hombre se ha criado en una competencia constante que lleva a cabo en todos los planos de la vida.

Vanesa Lorenzo: Si se lidera sin querer imitar el 'liderazgo patriarcal', por supuesto que puede ser diferente. Por eso es importante liderar desde una perspectiva más actual, desde una forma más transversal, alejándonos de las jerarquías y las imposiciones, apostando por buscar soluciones y no culpables, por una comunicación respetuosa y la motivación.

Nieves Álvarez: La mujer líder tiene esa capacidad de enfocarse también en los pequeños detalles, en saber dirigir equipos con flexibilidad de pensamiento, en la empatía, esa sensibilidad femenina que suele reconocer con rapidez las necesidades del otro, la versatilidad y la conciliación entre vida personal y profesional.



Todas, todos y todes

Dream Team
Martina Klein, Verónica Blume, Judit Mascó y Vanesa Lorenzo.

¿Le gusta el lenguaje inclusivo?

Judit Mascó: Es muy importante, es una forma de incluir a otras personas que a lo largo de la historia han sido invisibilizadas. Es sobre las mujeres, pero también sobre personas con capacidades diferentes.

Laura Sánchez: Me parece necesario, pero tampoco lo llevemos al extremo.

Verónica Blume: Me parece maravilloso poder estar presenciando este momento social único. Me da otra visión el tomar conciencia de que todo lo que hemos aceptado como normal no es la única manera de hacer, me llena de potencial sobre lo que las mujeres podemos ser. Estamos viviendo un momento muy inspirador y es un privilegio poder acceder a la información que nos resuena para inspirarnos e inspirar a los demás.

Martina Klein: Creo que nos va a costar, pero a la siguiente generación le va a costar menos. El lenguaje ha sido muy machista y ha marcado de una forma subliminal nuestra manera de ser, y aunque ahora parezca forzado, conseguiremos que las siguientes generaciones vean nuestra forma de hablar y de actuar como una anécdota de tiempos pasados en los que la mujer y todo lo femenino significaba menos y peor.

Vanesa Lorenzo: Es importante cambiar nuestro lenguaje para que se adapte a nuestros tiempos y necesidades, pero todavía tengo pensamientos enfrentados.

Nieves Álvarez: Es una manera bastante ridícula de destrozar nuestro idioma. Para mí, el sexismo no está en las palabras sino en el comportamiento de las personas, en su educación. De nada nos sirve utilizar ese tipo de lenguaje si no cambiamos las formas y, sobre todo, el fondo, que es en el que realmente debe estar basada una completa igualdad.



Convivir con el miedo

Martina Klein.


¿Alguna vez se ha vestido diferente o ha cambiado de calle por ese temor que muchas mujeres llevamos en el ADN a llamar la atención?

Judit Mascó: Infinidad de veces, claro. Muchas veces me he vestido para un acto y tengo que salir a la calle para coger un taxi y me veo obligada a taparme con un abrigo largo para no llamar la atención porque mi vestido es 'demasiado' sexy o corto. No llamar la atención, escuchar comentarios que no quieres escuchar, eso ha pasado a lo largo de toda mi vida. Y ese es el cambio por el que también apuesto, para que no tengan que vivirlo mis hijas, que tienen de 15 a 23 años, porque no es normal que el 'otro' sexo sufra esta discriminación y a las mujeres se nos juzgue o seamos el epicentro de las miradas de esa forma de prejuzgar por ir vestida de una forma u otra. Como si no tuviéramos derecho a llamar más o menos la atención, al igual que un hombre.

Laura Sánchez: Ese ADN es cierto que lo tenemos, pero yo no sé si por profesión o por educación soy un poco sinvergüenza, intento no hacer nada 'vergonzoso' para que me miren, como por ejemplo gritar por la calle. Pero que me miren por cómo voy vestida me da bastante igual, no me entero, es lo bueno de ser una miope sin gafas, ja, ja, ja, ja, ja.

Verónica Blume: Llamar la atención es para mí una manera de exponerme a críticas, a peligros, a proyecciones que nada tienen que ver con la realidad. Prefiero soltar la máscara que grita 'mírame' y continuar explorando caminos en los que conectamos a través del sentir y del ser.

Martina Klein: A mí, por mi estilo, no me gusta llamar la atención, no me siento cómoda cuando voy ajustada o escotada; de hecho, cuando más cómoda estoy es cuando voy con un estilo más holgado o lo que se define como ‘masculino’. Eso no significa que no piense que todas tenemos derecho a ir como nos da la gana sin tener miedo de volver a casa solas o que tengamos que cruzar la acera por ir de determinada manera. O que tengamos que vestirnos diferente para gustar a los demás.

Vanesa Lorenzo: Sí, muchas veces.

Nieves Álvarez: Sí que en ocasiones me visto más discreta de lo que me gustaría por no llamar la atención y tambien pienso: "¿Por qué lo hago?". Otras muchas me visto de forma que a priori se entendería como masculina y me siento muy a gusto, una vez más vemos cómo la moda representa tu estado de ánimo o tu personalidad.



El tópico de la rubia tonta

Nieves Álvarez.


¿Recuerda algún momento en el que haya sufrido machismo?

Laura Sánchez: Es una tontería, pero me ocurre bastante si salgo a comer con mi marido, él pide agua y yo cerveza, el camarero cuando lo sirve lo pone al revés. Tonterías aparte, no he vivido ningún caso extremadamente machista en mi vida.

Verónica Blume: No tengo ninguna anécdota específica, pero sí un cúmulo de pequeñas experiencias cotidianas que, sobre todo cuando era más joven, me hacían deslizarme hacia un lugar en el que sentía que debía ser 'pequeña, discreta y servicial, ir siempre detrás de los demás y, a ser posible, estar más bien calladita'. El paso del tiempo y el momento global que estamos viviendo me enseñan a diario que es el momento de liberarnos de esa coraza. Me muevo en entornos de mujeres muy poderosas en el mundo del yoga. He encontrado mi lugar. Y aquí me quedo.

Martina Klein: Siempre me ha llamado mucho la atención la reacción de ciertos hombres periodistas al charlar conmigo: modelo rubia, joven, y verles sorprendidos porque de repente podían mantener una conversación conmigo. En su momento me enorgullecía porque me sentía ingeniosa, pero visto desde esta perspectiva me duele que pensaran de esa forma. También recuerdo una reunión que tuve con un productor importante en la que me dijo que chicas monas como yo había a puñados y que si no era yo, sería cualquier otra.

Vanesa Lorenzo: No recuerdo un episodio traumático, pero vivimos en una sociedad machista que impregna nuestro día a día. Muchísimas de nuestras conductas son machistas, tanto las de las mujeres como las de los hombres. Estar atentos y poner en duda nuestros comportamientos y mensajes, a priori inofensivos, también forma parte de la evolución.

Nieves Álvarez: Vivo en una profesión donde las mujeres tenemos más peso que los hombres en muchos apectos. La verdad es que no recuerdo ningún episodio machista a lo largo de mi carrera, de todas maneras pocos hombres se atreven a decir algo a una mujer de 1,80 y mirada de hielo, ja, ja, ja. A veces las mujeres exitosas o independientes suelen imponer a los hombres, valores que muchas mujeres admiramos tambien en ellos.



Educando a la próxima generación

Verónica Blume.


Como madre, ¿educa en la igualdad y en el feminismo?

Judit Mascó: Tengo cuatro mujeres en casa. Ahora puedo y quiero decir que soy feminista, es un principio de igualdad de derechos. Al final, el feminismo busca esa igualdad y la libertad de acabar con los favoritismos y los prejuicios. A mí me educaron en la igualdad, con un padre que compartía tareas de la casa con mi madre, y de joven, cuando viajaba por el mundo, estaba convencida de que tenía que trabajar por la igualdad. Pero entonces no me acababan de gustar las connotaciones que tenía el concepto feminismo. Y me pregunto si la sociedad patriarcal y machista, y los medios, se han ido encargando de llenar de negatividad esa palabra y sin quererlo yo lo había normalizado. Ha sido recientemente que lo he tenido tan claro: con los últimos movimientos que han democratizado el feminismo, como el #MeToo, las manifestaciones del 8 de marzo. Eso ha coincidido con que mis hijas son mayores, y escuchándolas a ellas y lo claro que lo tienen... Si estás a favor de la igualdad, hay que ser feminista. Ellas son feministas y punto, y tienen toda la razón. Reivindico el feminismo desde todos estos puntos de vista.

Laura Sánchez: Por supuesto, ella ya, siendo una adolescente, incluso me educa a mí y me da algún tip generacional que yo no sabía que tenía. Me parece que el liderazgo femenino es un tema muy a desarrollar, tratando el feminismo desde donde se tiene que tratar. Yo no soy mejor que los hombres, yo soy mujer y sé hacer cosas muy buenas para que todo vaya bien. Esto no es una cuestión de sexualidad, es una cuestión de remar a favor.

Verónica Blume: Tengo un hijo de casi 18 años. Siempre he sentido que es un privilegio tener un hijo varón con el que he tenido conversaciones sobre el respeto hacia todos los humanos, hombres y mujeres. El mensaje que queremos inculcarles a nuestros hijos es muy importante, pero más lo es el ejemplo que les mostramos en nosotras mismas.

Martina Klein: Nuestros hijos están educados en el feminismo, hablamos mucho del tema. Y aprendemos juntos de los errores en los que ha sido educada nuestra generación. Todos colaboramos en casa de la misma manera y todos pueden llegar tan alto como ellos quieran.

Vanesa Lorenzo: Lo intento, teniendo en cuenta lo que comento arriba, que todos somos víctimas de un legado patriarcal y cambiar eso no es fácil, pero en eso estoy. Cuidando y revisando los mensajes que doy y mi propio comportamiento para que puedan ver en mí un ejemplo que se aleje del patriarcado. Todos estamos en el mismo barco y debemos remar juntos. El machismo también afecta de manera negativa a los hombres. Compartir su estado de privilegio con nosotras será bueno para todos.

Nieves Álvarez: A mis hijos les educo por igual, pero acorde a la personalidad y necesidades de cada uno. En la creencia de que con trabajo y esfuerzo se consiguen las cosas sin distinción de género. Como conclusión quiero dejar claro que estoy en contra de cualquier discriminación por razones de género o ideología.