La reivindicación de Esther Doña

¿Te has sentido juzgada en algún momento por casarte con un hombre del que te separaba una notable diferencia de edad?

Muchas mujeres entenderán mi respuesta, me siento juzgada por todo, cómo me visto, con quién salgo, por qué trabajo. Pero tengo que decir que muchas mujeres me apoyan y me animan, no me juzgan por haberme enamorado de un hombre mucho más mayor que yo. De hecho, Carlos siempre decía que la edad solo importa si eres un vino o un queso, o que eres mayor cuando tienes más recuerdos que proyectos. Las mujeres sabemos que el amor no tiene edad.

En esta línea de sentido, ¿qué piensa Esther Doña sobre el #Me Too?

Apoyo totalmente el movimiento #Me Too. Acosar sexualmente a las mujeres es, tristemente, una experiencia que demasiadas mujeres han sufrido en mayor o menor medida.

¿Tienes en mente montar un negocio propio? ¿De qué sería?

No tengo previsto montar un negocio de momento. Estoy 100% enfocada en mis proyectos como comunicadora, donde apoyaré a las mujeres emprendedoras y valientes. Montar un negocio requiere de mucha valentía y de un esfuerzo ingente. Quiero aportar mi granito de arena actuando como altavoz de sus logros y éxitos, dando voz y visibilidad a las mujeres emprendedoras españolas.

Te montas en la máquina del tiempo y te paras en el 2030, ¿qué estaría haciendo Esther Doña? ¿Cómo te ves en ese futuro hipotético?

Es complicado contestarte ya que la pandemia global nos ha descolocado a todos. No sabemos cómo será el mundo cuando superemos esta brutal y cruel crisis sanitaria. Solo espero que esté donde esté sea feliz y vivamos en un mundo mejor, más sostenible y más igualitario.

¿Qué va a pasar con El Rincón? ¿Echas de menos vivir allí? ¿Por qué lo abandonaste voluntariamente?

Comprenderás que para mí vivir en El Rincón sin Carlos era un sufrimiento añadido. Todos los recuerdos vividos íntimamente estaban presentes. Aquí hacíamos nuestra vida juntos, aquí nos reímos, aquí me leía libros de poesía, recibíamos a nuestros amigos íntimos, era nuestro hogar. Después del fallecimiento de Carlos pasé unos momentos muy bajos, pero entendí que Carlos hubiese querido que fuese feliz y para ello debía empezar de cero, comenzar un nuevo capítulo de mi vida. Me trasladé a mi casa en Madrid y estoy intentando, con alegría y optimismo, realizarme como persona comenzando una nueva vida.

¿Has llegado a un acuerdo económico para el reparto de la herencia con los hijos del marqués?

Las últimas voluntades de Carlos poco a poco parece que se van cumpliendo.

¿Qué has aprendido de él? ¿Qué le debe Esther Doña a Carlos Falcó?

De Carlos aprendí tanto... En muchos aspectos le debo la persona que soy actualmente. Él me enseñó a relativizar los problemas y a disfrutar cada segundo que la vida nos regalaba. En definitiva, a ser feliz y agradecida.

¿Y qué crees que aprendió él de ti?

Durante nuestra convivencia cambié algunos hábitos de Carlos como la alimentación o hacer deporte. Él sabía que a mí me encantaba que se cuidara y su afán era darme gusto en todo. Se apuntó al gimnasio conmigo y se compró ropa deportiva por primera vez en su vida. Siempre estuvo feliz con estos cambios porque quería estar perfecto y siempre decía: “El hombre tiene la edad de la mujer a la que ama”, y sus amigos le respondían que qué suerte tenía.