La lucha de Shakira por demostrar que no hubo fraude: Bahamas, gimnasio y aviones
La defensa de la cantante asegura que vivió en el Caribe cuando Hacienda la sitúa en España. No ha presentado un billete de avión que justifique su teoría
Shakira ha vuelto a defenderse, esta vez abogado mediante, para evitar llegar a juicio por fraude fiscal. Los técnicos de Hacienda la acusan de no haber pagado impuestos en España (14,5 millones de euros) cuando vivía aquí mientras que ella asegura que no, que en los años que le imputan fraude ella vivía en Bahamas.
Los peritos de la defensa legal de Shakira acudieron el pasado jueves a los juzgados de Esplugues y allí declararon que la presencia de la cantante en España fue “esporádica” hasta 2015.
Su relación con Gerard Piqué había empezado mucho antes, en 2010 y su primer hijo, Milan, nació en 2013. El segundo, Sasha, en 2015, el año en el que ella dice que fijó su residencia en España.
Así lo defienden sus peritos, quienes el jueves, tal como adelantó ‘El Periódico de Cataluña’, volvieron a personarse ante el juez “para ratificar el contenido de sus informes aportados al procedimiento y han confirmado los hechos que le llevan a discrepar del criterio seguido por la AEAT para contabilizar los días de presencia física de Shakira en España, que hasta 2015 en ningún caso superaron los 183 días”.
Dinero devuelto
Es como lo cuentan a Vanitatis los representantes de la colombiana, quien ha pagado cantidades millonarias, algo que espera pueda beneficiarla en el momento de decidir si se celebra o no juicio. Devolvió a la Agencia Tributaria los 14,5 millones que esta le reclamaba, más las correspondientes deudas e intereses.
Según fuentes judiciales, Shakira no ha presentado pruebas contundentes y podría pactar admitir el delito y pagar otra multa, pero ella niega lo sucedido y seguirá batallando, por ahora, hasta el final. Lo señalan sus representantes, quienes recuerdan que es “un procedimiento que aún se encuentra en fase de instrucción”. Y añaden que “la defensa está, como siempre, en disposición absoluta de colaborar con la autoridad judicial y tributaria en aras de solucionar la diferencia de criterio”.
Falta de pruebas
Esa diferencia de criterio quedó clara el jueves de nuevo, cuando tras los peritos de la defensa declararon los técnicos de Hacienda, quienes han recabado todos los datos posibles, desde peluquerías a gimnasios, para determinar dónde pasó la cantante los días en los años que se le imputa el delito, de 2012 a 2014. Ella asegura que en Bahamas, de donde tenía un certificado de residencia, pero, como señalan fuentes judiciales, no ha podido aportar ni un billete de avión que corrobore esos viajes.
La guerra entre la cantante y Hacienda empezó en 2018, cuando la acusaron de fraude. Entonces ella respondió con una dura carta en la que denunciaba filtraciones a los medios. "Shakira no ha recibido la querella formalmente, sino que se ha enterado por la prensa, y lo más grave es que Fiscalía lo ha filtrado repartiéndola a la prensa incluso antes que al juez, extralimitándose de su función con el fin de lastimar su reputación, tan relevante para una artista de su estatus", señalaron entonces sus representantes.
En tono duro, recordaron que Shakira ya había pagado "hasta el último euro exigido por la Agencia Tributaria", lo que suponía, en su opinión, que no debe nada. Así, añadieron: "No tiene sentido que la Fiscalía reclame a Shakira el pago de una fianza obviando que los pagos exigidos ya han sido realizados en su totalidad".
Circo judicial
Meses más tarde, en febrero de 2019, la colombiana decidió mostrarse más cauta y, siempre a través de sus representantes, dijo que “colabora con todo y tiene la intención de colaborar con todo lo que le pidan”. Ese mismo año llegaba uno de los momentos más temidos por la cantante: declarar ante el juez. Fue el 12 de junio de 2019 y su presencia en los juzgados de Esplugues se convirtió en una suerte de circo mediático alimentado por todas las partes.
Decenas de periodistas se agolpaban en las inmediaciones de los juzgados y ella llegó tarde y camuflada. Además, habían alquilado una plaza de garaje en el mismo edificio para evitar pisar la calle y que le tomaran fotografías. Y por si eso no era suficiente, llegó envuelta en un grupo en el que había una mujer exactamente igual que ella. Es decir, llegaron dos ‘shakiras’ para despistar a los fotógrafos.
Año difícil
Shakira trató de cerrar ese año difícil con una buena acción y en otoño presentó el proyecto de una nueva escuela en Barraquilla fundada por su ONG Pies Descalzos. También dio alguna entrevista para hablar de sus actos solidarios en lo que parecía un intento de lavar su imagen, muy dañada por el supuesto fraude fiscal.
El proceso judicial sigue en fase de instrucción, como recordaban sus representantes, un proceso que además se ha visto afectado por el parón de la pandemia y se ha alargado mucho más de lo que desearían las partes. Falta saber si habrá juicio, algo por lo que ella sigue luchando en contra. Mientras, la vida sigue, y ya hay un nuevo disco en marcha, un trabajo que ha estado grabando en Miami en la pasada primavera.
Shakira ha vuelto a defenderse, esta vez abogado mediante, para evitar llegar a juicio por fraude fiscal. Los técnicos de Hacienda la acusan de no haber pagado impuestos en España (14,5 millones de euros) cuando vivía aquí mientras que ella asegura que no, que en los años que le imputan fraude ella vivía en Bahamas.