La vida en suspenso de Elisa Pinto desde que empezó su guerra judicial con López Madrid

La vida de Elisa Pinto, una de las dermatólogas más prestigiosas de Madrid, se paró un invierno, en 2014, aunque fue más de un año antes cuando empezó su personal infierno. La existencia de la jefa del departamento de Dermatología del Hospital Ruber Juan Bravo, casada y con tres hijos, dio un vuelco cuando denunció haber sido acosada sexualmente por un famoso empresario, y agredida y amenazada por un famoso policía.

La Fiscalía defiende ahora que Javier López Madrid y José Manuel Villarejo son coautores de un delito de agresión, por el apuñalamiento que recibió la doctora en 2014. Un presunto delito que se suma al de acoso y amenazas por el que están ambos imputados.

Cabe recordar que López Madrid es (o era) uno de los mejores amigos de los reyes Felipe y Letizia, aquel ‘compiyogui’ a quien la Reina mandó un mensaje de apoyo tras publicarse todo este caso. Este prestigioso empresario es el marido de Silvia Villar-Mir, la hija de Juan Miguel Villar-Mir, presidente del grupo que lleva su nombre. Hablamos, pues, de una de las familias más poderosas de la ‘high’ capitalina.

El infierno en el que viven la doctora y también el empresario había empezado antes de aquel fatídico 2014. Más de un año antes para ser exactos, el momento en el que López Madrid entró por la puerta de la consulta de la doctora con su mujer. Hablamos de un asunto turbio, en el que entran variables tan literarias como el poder, el dinero, la corrupción, el sexo y la obsesión. Una historia con dos versiones idénticas y contrapuestas de las que, por ahora, ningún juez ha sabido cuál es la verdadera.

Mal trago en Sotogrande

La noticia de la decisión de la Fiscalía ha supuesto un varapalo enorme para López Madrid, quien vive su propio calvario personal. El empresario estaba este fin de semana en Sotogrande, donde se casó su sobrina, Cristina Villar-Mir, hija de Juan y nieta del fundador del imperio. López Madrid quiso aprovechar la visita a la costa gaditana para pasar unos días de relax y decidió alargar su estancia hasta el martes. Pero nada podía haber salido peor y el descanso se tornó en estrés. Porque, además, López Madrid vive con profunda angustia esta situación, tal y como nos cuentan personas de su entorno más cercano.

Este turbio caso comenzó hace años, cuando López Madrid y su mujer, Silvia Villar-Mir, se convirtieron en pacientes de Pinto. Su dermatólogo falleció y dejó sus pacientes en manos de la doctora. La relación se intensificó y se convirtió en algo íntimo entre paciente y médico. Una relación tóxica que se complica cuando ambos empiezan con las demandas. López Madrid denuncia que él y su entorno empezaron a recibir amenazas que atribuye a Pinto; ella, por su parte, dice lo mismo pero acusándole a él.

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Ambos, que llevan inmersos en una guerra judicial desde entonces, cuentan que entablaron una amistad y que, según ella, López Madrid fue obsesionándose poco a poco hasta llegar el acoso. Aunque, según la versión de él, es lo opuesto: fue ella quien empezó a acosarle a él y a su entorno. La doctora dice que cuando quiso cortar de raíz la situación, se topó entonces con las amenazas. Lo mismo que dice él, pero al revés.

La puñalada

Hasta lo sucedido en abril de 2014 en la calle, cuando, según relata Pinto, un hombre le dijo: “López Madrid quiere que cierres la boca”, y le asestó una puñalada en el abdomen ante la mirada de su hijo, quien entonces tenía 10 años. La versión, a la que la Fiscalía ha dado ahora veracidad, fue puesta en entredicho por numerosos informes policiales, tanto del Cuerpo Nacional de Policía como de la Guardia Civil. Hasta el punto de que la juez de Primera Instancia desestimó la demanda de Pinto, aunque después, ante un recurso de López Madrid, la Audiencia decidiera reabrir el caso.

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Una vez empieza la guerra de denuncias entre López Madrid y Pinto, la vida de ella se para. Esta doctora, procedente de una familia sencilla del barrio de Ventas, con una capacidad intelectual altísima y una carrera profesional de alto nivel, denuncia que tiene miedo hasta de ir a trabajar. Y es cuando todo se para: la web que mantenía activa, con un interesante blog con consejos útiles sobre tratamientos dermatológicos, estética y salud, no publica nada desde marzo de 2014. Los anteriores posts son de julio de 2013, cuando, según ella, ya estaba siendo víctima de acoso por parte del empresario.

Su empresa, Adel Médico SL, de la que es administradora única, presentó sus últimas cuentas, las referentes al ejercicio de 2013, en 2014. Ya no hay actividad en la sociedad desde aquel momento. Y su perfil profesional en Twitter, algo de lo que pocos pueden desprenderse en estos momentos de hipercomunicación, está cerrado a cal y canto. Solo tiene, además, 19 seguidores.

Cita médica

Desde Vanitatis nos hemos puesto en contacto con su consulta para poder recabar su versión de los hechos y su opinión sobre la última decisión de la Fiscalía. Pero no hemos obtenido respuesta. Tampoco de López Madrid, con quien también hemos contactado. Sí sigue pasando consulta médica. De hecho, a partir del 25 de agosto vuelve a tener horas libres, sobre todo por la mañana.

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Hay dos causas judiciales abiertas y opuestas en Madrid, una contra ella y otra contra él, donde los denunciantes son las partes denunciadas en las otras causas. Un embrollo macanudo que ha llenado páginas y páginas en los medios y que cuenta con Villarejo como secundario de honor.

Y mientras, ambos intentan seguir con sus vidas. Ambos del mismo modo, en Madrid, con sus parejas y sus hijos. López Madrid ha sido imputado en varias causas de corrupción, lo que le llevó a irse a trabajar a Londres durante un tiempo. Ella respondió a la mudanza diciendo que ella habría hecho lo mismo pero que su nivel adquisitivo no se lo permite.

Un currículum de impacto

Elisa Pinto, licenciada Medicina y Cirugía por la Universidad Complutense de Madrid, con un MIR en dermatología médico-quirúrgica en el Hospital Gregorio Marañón de Madrid y un doctorado en Medicina y Cirugía con la calificación cum laude. Una profesional que es además miembro de la Academia Española de Dermatología, de la European Academy of Dermatology y de la American Academy of Dermatology. Un currículum que nadie pone en entredicho y por el que mantiene su consulta abierta y activa. Mientras su vida se mantiene ‘in albis’ a la espera de que varios jueces decidan sobre las varias causas abiertas en su contra y en contra de su enemigo.