Ainhoa Arteta, más allá del escenario: 4 bodas, 32 apellidos vascos y secuelas del covid

Doble sorpresa en la semifinal de 'Mask Singer'. Por un lado, el programa desenmascaró a Cocodrilo, un Bertín Osborne pletórico y feliz que puso así punto y final a su andadura en el concurso, y por otro lado, anoche también había máscara invitada, la segunda de esta edición, una apetitosa y colorida Paella tras la que se escondía... ¡Ainhoa Arteta!

La soprano, que dejó aparcada la lírica para interpretar un tema de la joven cantante estadounidense Meghan Trainor, engañó y sorprendió a los investigadores que se quedaron de una piedra al ver que bajo esa enorme paellera repleta de arroz y otros alimentos estaba la vasca. Ainhoa salta así del talent 'MasterChef Celebrity' a 'Mask Singer' y curiosamente lo hace con una máscara culinaria.

Dejando a un lado su participación en el programa de Antena 3, si por algo se ha hablado últimamente de la cantante es por las secuelas que está sufriendo tras el covid. Se contagió a principios de este año, pero no fue hasta unos meses después cuando comenzó a notar los efectos de la enfermedad. En concreto, Ainhoa padece un edema en las tibias que requiere reposo y de ahí que se la haya visto pasear en silla de ruedas por el aeropuerto de Barajas, incluso ha confesado que se ha sometido a unas sesiones en una cámara hiperbárica.

En lo profesional, la vasca nos ha demostrado que tiene tantas habilidades en la cocina como en el competitivo mundo de la música clásica. María Callas fue su primer espejo musical, cuando a los seis años su padre –músico, compositor y entrenador de voces– le regaló un disco suyo que le hizo abrir los ojos a su futuro en la ópera. Como recordaba recientemente en el programa de Samanta Villar, "yo no creo que a mí me gustó la música, pienso que a la música le gusté yo".

Tras completar su formación en el conservatorio de San Sebastián, la soprano coge la maleta recién cumplida su mayoría de edad y se muda a Italia, donde recibió clases del mismísimo profesor de una leyenda como Luciano Pavarotti. Más adelante, la artista se mudó a Nueva York para consolidar allí su carrera. Sin apenas saber inglés, las estrecheces económicas la obligaban a coser para poder pagarse las clases y sobrevivía con un dólar al día, calentando las latas con el agua caliente del grifo. Luego encontró trabajo cuidando de la hija de su maestro americano, Melinda.

Pero en la Gran Manzana vivió un escalofriante episodio. "Me sucedió en Nueva York al principio de estar allí estudiando la carrera", relataba hace unos meses la soprano en el programa 'Retratos' de Isabel Gemio. "Vivía en una zona que de día era el mercado de la carne y de noche, el de las prostitutas, proxenetas y las drogas. Un hombre me asaltó y me violó. Y ya no solo fue violarme, sino que casi me mata", aseguró añadiendo que "ocurrió el día que me daban mi primera ópera e iba a casa con la partitura. Me la tenía que aprender en cuatro días", por lo que no tuvo tiempo "ni para hacer duelo ni para pensar en lo que me había pasado. La Policía me dijo que si no me habían matado podía estar contenta".

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R. Riaño

A esta Lady Corcho –"porque a mí no me hunde ni Dios"– le apasiona Eurovisión y afirma que se sabía todas las canciones antes de que empezara el certamen. Además tiene documentados nada menos que 32 apellidos vascos, reconoce que su profesión frustrada es la de peluquera y guarda un gran recuerdo de su actuación en la Casa Blanca frente a Bill y Hillary Clinton.

Madre de dos hijos, sobre su vida personal, reconocía en 'El hormiguero' que "me he casado cuatro veces, pero no soy nada promiscua. Me enamoro y me caso, y así me salen las cosas". La última vez que ha pasado por el altar ha sido con Matías Urrea, un militar con el que vivió un enlace a lo 'Oficial y caballero'. Dando más detalles sobre su vida amorosa, confesó a Pablo Motos que "los noviazgos los llevo despacito, eso sí, luego me caso rápido. Por si la cosa falla, tengo apalabrado hasta el sexto".

En el mismo programa, Ainhoa Arteta no rehuyó la pregunta sobre un espinoso asunto, las acusaciones realizadas contra Plácido Domingo por presunto acoso sexual. "Ya lo dije en su momento y fui muy drástica, como en todo. La relación que he tenido con él ha sido respetuosísima. ¿Que a Plácido le gustan las mujeres? Claro, pero de ahí a otras cosas… No lo he sentido jamás. Pienso que es un hombre tan caballeroso que no le veo forzando a nadie", explicó entonces.