El megayate de Amancio Ortega navega en Montenegro y el de Isak Andic en Grecia

Mientras muchos millonarios extranjeros escogen las costas españolas para pasar sus vacaciones, algunos de los personajes más ricos de España prefiere alejarse y disfrutar de su verano lejos del país. Quizás es más atractivo para ellos navegar por aguas desconocidas en anonimato.

Dos de los millonarios que suelen aparecer en las listas de 'Forbes' tienen sus yates estos días en costas lejanas. Los barcos de Amancio Ortega e Isak Andic surcan el Mediterráneo pero fuera de nuestras fronteras.

El fundador de Inditex compró hace un par de años un nuevo yate, llamado Drizzle, que se sumaba al Valoria B. El primero suele ser el que usa su hija Marta para pasar las vacaciones, momentos en los que a veces se suma su padre. Estos días se encuentra en las costas de Montenegro, en concreto en Tivat, la capital de una de las regiones adriáticas más desconocidas en España y más deseadas por quienes buscan lugares con magia.

Con verdes montañas que llegan casi hasta el mar, la costa montenegrina es el nuevo destino de moda entre quienes persiguen lugares nuevos. El superyate de la familia Inditex partió de Mónaco, donde suele pasar el invierno, camino a Génova, donde estuvo hasta el 12 de julio. Después navegó hasta la citada Tivat, donde recaló el 19 de julio y donde permanece.

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El Drizzle, el ‘yate mediterráneo’ de los Ortega, es una embarcación de 67 metros de eslora y 11 de manga donde navega con su familia y junto al que apareció en el 'Daily Mail' con su mujer, Flora Pérez, y la hija de ambos, Marta. Construido en 2012, tiene tres camarotes dobles con camas separadas, tres camarotes individuales y una suite, zona para comidas en la zona inferior y en cubierta, cocina y una inmensa pantalla de cine. Además, incluye una zona perfectamente acomodada para la tripulación que puede llegar a estar compuesta por 18 personas.

100.000 llenar el depósito

Solamente llenar el depósito cuesta unos 100.000 euros. Ya el año pasado el Drizzle fondeó en la costa de Montenegro y Croacia. Para el resto del tiempo, cuando ni Ortega ni su familia están en el Mediterráneo, usan el Valoria B, adquirido en 2018. Este megayate descansa en Sanxenxo, el pueblo de sus amores, donde Ortega se siente en casa.

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La embarcación mide 47 metros de eslora, tiene tres cubiertas, cinco camarotes y espacio para 10 personas y nueve tripulantes. El Valoria B, además, está matriculado en España, con lo que es de pabellón español, lo que implica que paga sus impuestos en nuestro país, algo que no ocurre con todas las embarcaciones. Y si el Drizzle, de bandera maltesa, pasa estos días de cala en cala bajo el sofoco del sol mediterráneo, el Valoria B no se ha movido de Galicia, donde tiene amarre permanente bajo el fresco y las aguas frías y oceánicas.

En Grecia

Otro barco de pabellón español que recala estos días en aguas lejanas es el de Isak Andic, el velero Nirvana Fomentera. El fundador de Mango es un enamorado de las costas griegas, a donde suele ir muy a menudo con este velero de 53 metros de eslora y 11 de manga. En concreto, el Nirvana Formentera fondea estos días en Sami, una ciudad y un antiguo municipio en la isla de Cefalonia, en las islas Jónicas. Sami es un lugar de aguas cristalinas, playas blancas rodeadas de verde, aunque a Andic lo que le gusta es navegar con el viento y no quedarse varado en un puerto o una playa.

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Y lo hace siempre a bordo de su velero, que tiene capacidad para 12 invitados, con sus respectivas suites, además de un camarote principal con sala de estar y despacho. En la embarcación hay dos comedores: uno interior y otro exterior, así como una cocina con todas las modernidades, despensa y camarotes para la tripulación. El diseño de interiores del velero corrió a cargo de arquitecto catalán José Juanpere Millet, quien logró que el Nirvana Formentera fuera conocido por sus líneas elegantes y nada ostentosas pese a ser el barco privado español más grande.

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Desde que lo comprara en 2008 por 30 millones de euros, el velero se convirtió en un lugar deseado por la jet. Siempre ha contado con invitados de honor como Jaime de Marichalar. Los amigos de los tres hijos de Andic, Jonathan, Judith y Sarah, son también asiduos al velero, donde se montan grandes fiestas, en especial cuando el barco está amarrado. El año pasado, además, lo reformó para mejorar la cubierta del barco accesorio y cambió toda la madera.

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Otro barco español famoso es el Mata Múa, propiedad de la baronesa Thyssen, un velero que a diferencia de los otros no ha salido de las costas españolas. Estos días, el Mata Múa está en Sant Feliu de Guíxols, donde presumimos que Carmen Cervera pasa sus días de vacaciones. Con amarre fijo en el Puerto de Barcelona, lleva todo el mes de julio en la Costa Brava, el histórico refugio marino de la baronesa.