Enrique Ponce, el héroe de Ana Soria tras su accidente

El pasado 28 de junio, Enrique Ponce anunciaba su retirada de los ruedos a través de un comunicado en sus redes sociales en el que, tras más de tres décadas en la profesión, aseguraba: "He decidido hacer un alto en mi camino y retirarme por tiempo indefinido". Muchos hablaron entonces de una posible crisis sentimental con Ana Soria (e incluso un embarazo) que le habría hecho pasar por un mal momento y no estar del todo bien anímicamente para torear, pero nada más lejos de la realidad.

Poco después, la pareja protagonizaba sus primeras imágenes juntos, tras el revuelo, y lo hacían en Almería, a bordo de un barco deportivo (propiedad del padre de la joven) para supervisar los últimos preparativos del mismo antes de ponerlo en marcha de cara a las vacaciones. Desde ese día, se han dejado ver, en varias ocasiones, subidos a la embarcación disfrutando de días de sol en altar mar, tal y como presagiamos, teniendo en cuenta que fue lo que hicieron en su primer verano juntos.

Todo parecía idílico y, alejados de polémicas y de las redes sociales, ya que ambos han borrado sus respectivas cuentas de Instagram, estaban dispuestos a disfrutar al máximo de unas románticas vacaciones en el sur de nuestro país, pero un accidente les ha empañado las mismas. Los fotógrafos captaban el momento en el que Ana Soria sufría un percance al tropezar en el amarre cuando bajaba del barco, que le hacía quedar atrapada en posición horizontal entre la embarcación y el pantalán.

Rápidamente, Enrique Ponce corría a auxiliarla y trataba de sacarla del hueco en el que se había quedado encajada. El acto heroico no termina ahí y, una vez en tierra, el extorero trataba de tranquilizarla y arrancarle una sonrisa dedicándole gestos de cariño y buenas palabras. Mientras, Ana Soria se quejaba de las magulladuras que tenía a causa de la caída: arañazos en los hombros y lesiones leves en otras partes del cuerpo. Pocos después, la pareja se marchaba acompañada de su mascota, Ney.

Lo cierto es que esta demostración de amor habrá sido vista con buenos ojos por el padre de Ana Soria, Fernando, que les acompañó durante toda su jornada en alta mar, dando buena muestra de la excelente relación que Enrique Ponce mantiene con la familia de su novia y lo integrado que se encuentra en la misma... Una romance que continúa viento en popa, pese a las críticas recibidas por parte de algunos de los apoyos de Paloma Cuevas y la diferencia de edad entre los protagonistas.

Así, mantienen una historia de amor que todavía se ha consolidado más, si cabe, con la adquisición de una nueva casa en Almería. Según el programa 'Viva la vida', la pareja se han mudado a una lujosa zona de esta ciudad, en primera línea de playa, a un impresionante piso con vistas al mar y que dispone de tres habitaciones, tres baños, salón y terraza. Por esta vivienda, que se distribuye en una superficie de 140 m² y también cuenta con una plaza de garaje, podrían pagar 1.500 euros de alquiler.

Enamorados y felices, Enrique y Ana disfrutan de la tranquilidad que les ha aportado apartarse del centro mediático, así como el hecho de que el extorero haya firmado ya el acuerdo de divorcio con su exmujer. Según pudo saber este medio hace unas semanas respecto a este divorcio: "Paloma ha sido extremadamente generosa. Lo que quería era liquidar de una vez una historia que no tenía vuelta atrás. Quizá el problema hayan sido terceras personas que no son Ana Soria y sí un entorno que le ha influido para que fuera retrasando el divorcio al que Paloma nunca se opuso".

Por deseo expreso de ambos, la custodia de las hijas que tienen en común quedó en manos de la madre, sin embargo, Paloma Cueva nunca pidió una pensión compensatoria: "Había una serie de cuestiones económicas poco favorables para Ponce en las que nada tenía que ver Paloma y sí una mala gestión por parte del hermano y socio. Nunca con mala intención, por supuesto, pero que complicaron la vida a Ponce", aseguraba la misma fuente.