Ángel Garó: indignación y polémicas, el recuerdo de uno de los grandes humoristas

Ángel Garó nunca pasa desapercibido. El humorista deja huella allí donde pisa, unas veces para bien, otras para mal y otras para todo lo contrario. Pero jamás deja indiferente a los que están a su alrededor, y es que ya lo explica él mismo: "Yo cubro y soy ‘trending topic’ cada vez que salgo en la tele. Y los ‘trending topic' hay que pagarlos, ¿eh?”. Y eso no es todo. Hace solo unos días abandonó el directo el plató de ‘La última cena’ asegurando que se sentía estafado y, una vez más, sus declaraciones acerca tanto del programa ‘Sálvame’ como de sus integrantes, la cadena y la productora han corrido como la pólvora.

En los últimos años, Garó parece haberse enganchado a la polémica; sin embargo, entre sus muchas declaraciones, hay algo que afirma en varias ocasiones y en lo que no le falta razón. Él tiene una extensa carrera a sus espaldas, y vivió años cargados de trabajo y de éxitos. Años que ahora parecen lejanos, pues él mismo ha confesado en diferentes ocasiones que no está pasando por su mejor momento, sobre todo económico. Y eso que, si las cifras a las que hace referencia son ciertas, es mucho el dinero que ha ganado en sus mejores años: “Ángel Garó por 10 minutos ha cobrado siempre 24.000 euros. Para la gente que hay en esta cadena los tienen por mil, trescientos o mil quinientos euros… Lo que ellos pagan es miserable", dice en referencia a su caché por cocinar un día y ejercer de comensal dos en ‘La última cena’.

Atrás quedaron sus famosos alter ego Juan de la Cosa o Maruja Jarrón, ahora son las propias polémicas de Garó las que cubren minutos de televisión desde que decidiera participar en la sexta edición de ‘Gran Hermano VIP’. Durante sus semanas de ‘encierro’ pudimos conocer más de cerca al humorista y si hay un momento suyo que se recuerda en el concurso no es precisamente divertido. Tuvo una gran pelea con Asraf Beno, actual novio de Isa Pantoja, y perdió los papeles hasta tal extremo que tuvieron que sujetarle sus compañeros. "A estudiar, a saber quién es cada quién en la vida. Para hacer cuatro tartas de mierda, asquerosas, que no saben a nada... mamarracho. Que te he hecho de comer desde el principio. Que me he portado muy bien contigo. Eres un reptil, una víbora, eres una cobra. No, no me voy a ir de aquí, te aguantas, y tú fuera de la cocina. Entra para lo tuyo y calladito. Sinvergüenza, poco hombre", fueron algunas de las palabras que le dedicó.

Peleas de balcón

Pero no necesitó entrar en el concurso para mostrar una de sus caras más amargas, y es que meses antes ya le había puesto en el candelero una supuesta discusión con su pareja por la que fue detenido cuando pretendía viajar de Málaga a Madrid y un vídeo anterior en el que increpaba a dos policías desde el balcón de su casa: “No voy a bajar. A mí me pagan para verme. Me he puesto una camisa para hablar con ustedes, pero no me pidan que baje. No os voy a dar ese gusto”, afirmaba gritando desde arriba y muy enfadado.

Desde Vanitatis hemos querido conocer cómo ha sido su vida desde 2019, cuando tuvieron lugar los hechos antes expuestos y su participación en el reality, y hemos hablado con una de sus vecinas malagueñas. Ella se ha sentido siempre orgullosa de vivir cerca de Garó, pero considera que “tiene una personalidad un poco extraña, a veces está muy simpático y saluda y a veces pasa sin mirar”. “Tiene unos horarios un poco extraños, sale poco de casa, no tiene una rutina así del día a día ni nada, al menos es lo que parece desde fuera”, afirma convencida.

En los últimos dos años, los que ha estado alejado de la televisión, tampoco ha tenido más suerte sobre las tablas, y es que él siempre ha considerado que es en el teatro donde realmente se gana la vida. ‘Tango mío’ fue su última obra, en ella trabajaba con su hermana Olga Garó, recorrieron varias ciudades de Andalucía en 2019 con este espectáculo, pero desde ese mismo año ya no está en cartel. Desde entonces, no ha habido más.

No, no parece el mejor momento para marcharse de un plató casi en directo después de dos años de ausencia, pero él considera que la tele no le da de comer, no quiere volver, y no le importan las consecuencias. Lo tiene claro, ¿tendrá un plan B? Si es así, seguro que no tardaremos en enterarnos.