El look de Tana y el baile de Fran y Eugenia: todos los detalles de la fiesta post-Goyesca

La fiesta tras la Goyesca de Ronda fue un gran éxito social, recuperando el esplendor de épocas anteriores. Tras la celebración en la plaza de la ciudad de mano a mano entre Roca Rey y Pablo Aguado que se saldó con siete orejas, cuatro para el peruano Roca Rey y tres para el sevillano Aguado. Cumpliendo con la tradición, Francisco Rivera y su esposa, Lourdes Montes, se convirtieron en anfitriones de una fiesta que se celebró en su finca, El Recreo de San Cayetano, el que fuera el hogar de su abuelo Antonio Ordóñez y que ahora pertenece a los dos hermanos Rivera, Francisco y Cayetano.

La noche estuvo amenizada por el grupo Los Alpresa, y hubo baile y mucho cante. La gran protagonista fue Cayetana que, convertida en presidenta de las Damas Goyescas, vivía su día más especial en Ronda.

Por la mañana lució mantilla y un impresionante vestido rojo de Lorenzo Caprile. Por la tarde vistió de goyesca con un original modelo en blanco y negro. En su atuendo rojo llamó la atención la medalla que llevaba junto al escote: la de Pedro Romero, el inventor del toreo a caballo que da nombre a la Feria de Ronda. Este año no ha habido celebración pero sí las tradicionales corridas de rejones y la de a pie.

Un baile especial

En la fiesta post-Goyesca hubo un baile que llamó la atención de todos los asistentes y que fue la manifestación de la buena relación que mantienen Francisco y Eugenia. Acompañados de sus respectivas parejas, Lourdes y Narcís, los dos bailaron juntos. Eugenia quería compartir con su hija un día tan especial, que forma parte también de su historia, ya que la duquesa de Alba, de quien Tana ha heredado el nombre y que en un futuro también llevará su título de soltera, duquesa de Montoro, fue presidenta de las damas en el año 74. Posteriormente sería su abuela paterna, Carmen Ordóñez, la que lo obtuvo en 1980.

Eugenia reconoció que llevaba 22 años sin pisar una plaza de toros y en esta ocasión tampoco lo hizo, aunque sí quiso ver la llegada y entrada de su hija. Ella y Narcís Rebollo su sumaron a la fiesta posterior. Entre los invitados estaban Mariló Montero, Teresa de la Cierva, Hubertus Hohenlohe o Inés Domecq, una de las más elegantes en la plaza. El gran ausente fue Cayetano Rivera. Aunque había estado en la plaza y su hijo, vestido de goyesco, formó parte de la comitiva que acompañó a sus primos, se marchó una vez finalizada la corrida.

Eva González no pudo asistir al encontrarse en Madrid trabajando, así que Cayetano, aún convaleciente de la fractura de costillas que le impidió estar en el ruedo, se marchó sin celebración.

La actuación de Hubertus de Hohenlohe, con el tema ‘Yo no sé cantar flamenco’, fue una de las más animadas de la noche. Los asistentes a la fiesta destacaron el buen ambiente, la buena música y la simpatía de Cayetana, que aunque hasta ahora ha tenido un perfil bajo en los medios, siendo una joven muy discreta, “es una chica con un gran don de gentes, cariñosa y que se hace querer enseguida”. Eugenia no podía sentirse más orgullosa de ella y por eso compartía imágenes en sus redes sociales con el mensaje “Te quiero Tana, se me cae la baba, ¡qué bien te he parido!”.