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La herencia Medinaceli: un juicio con segunda parte
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La herencia Medinaceli: un juicio con segunda parte

El primer capítulo del enfrentamiento legal por la herencia de la duquesa Mimi tuvo lugar sin que los abogados llegaran a un acuerdo. "Es un proceso muy complicado", aseguran

Foto: Victoria de Hohenlohe. (Getty)
Victoria de Hohenlohe. (Getty)

Este lunes a las nueve de la mañana en el Juzgado de Primera Instancia número 12 de Sevilla se celebraba la audiencia previa de la batalla familiar de Medinaceli. Este encuentro judicial tenía como fin preparar el terreno para el juicio definitivo, para el que no hay fecha. Como estaba previsto, comenzó a su hora, pero a las once y media el magistrado daba por finalizada esta primera comparecencia. El siguiente encuentro se ha fijado para el 27 de septiembre, que será cuando continúe este complicado desencuentro hereditario.

Según explicaban a Vanitatis, “es un proceso muy complicado, con muchas aristas, mucha documentación que analizar, y por eso el juez ha decidido emplazar para otro día porque había otras citaciones. Se debería haber llegado a un acuerdo e incluso hoy habríamos estado a tiempo. Lo primero que hace el juez en la audiencia previa es exhortar a las partes para que lleguen a un acuerdo. Y esto figura en la ley para que haya una conciliacion”.

Foto:  Victoria de Hohenlohe, duquesa de Medinaceli. (Cordon)

Cada una de las partes se ha mantenido en sus aspiraciones. La defensa del duque de Segorbe confirmaba ante el juez que todo se había hecho estrictamente dentro de la legalidad. Por parte de los nietos de Mimi Medinaceli, que así se la conocía familiarmente, no solo su representante no estaba de acuerdo sino que dijo que no se había cumplido la voluntad de la aristócrata.

No era necesario que acudieran los protagonistas. Por un lado, el demandado, Ignacio Medina, duque de Segorbe, y por otro, los cinco nietos de Victoria Eugenia Fernández de Cordoba, duquesa de Medinaceli. Los demandantes son la actual jefa de la casa ducal, Victoria Hohenlohe, y sus primos, Rafael Medina (duque de Feria), su hermano Luis, así como Victoria Medina (duquesa de Santisteban) y Casilda Medina (marquesa de Solera).

A pesar de las conversaciones que durante este tiempo han mantenido los letrados respectivos para llegar a un acuerdo, no ha sido posible, como así confirmaban a Vanitatis: “Desgraciadamente no ha habido posibilidad. Es una pena porque ya son muchos años”.

El contencioso comenzó en 2013, al morir la titular de la Casa Ducal de Medinaceli, a la que se conocía en Sevilla por el apodo de Mimi. Era una mujer que destacaba por su fuerte carácter y su preferencia hacia Ignacio, el menor de la familia y que fue el único hijo, de los cuatro que tuvo, que la sobrevivió. Los otros tres, Ana, Luis y Rafael, habían fallecido, pero quedaban sus herederos que tenían derecho, según la legislación española, a recibir lo que les correspondía. Sin embargo, la mayor parte del patrimonio familiar se encuentra dentro de una fundación liderada por Segorbe, una decisión que tomó la duquesa en vida para evitar que el patrimonio familiar se dispersara.

Foto:  Victoria de Hohenlohe. (Cordon Press)

En ese punto es donde radica el conflicto entre los sobrinos y Segorbe. “Según el Código Civil, cuando dejas hijos o descendientes directos, dos terceras partes de tus bienes van necesariamente a ellos. Es de obligado cumplimiento y cualquier otra cosa es vulnerar la ley. Desde el principio no se cumplió este reparto de la legítima que es lo que exigen los herederos”, confirman fuentes solventes.

Por su parte, los nietos y biznietos de Victoria Eugenia Fernández de Córdoba quisieron dejar claro desde que se hizo público el contencioso cuál era su postura. “Nosotros lo que pedimos es hacer cumplir la soberana voluntad de nuestra abuela y bisabuela, recogida en su testamento del año 2003, ratificado en el año 2012 y posteriormente plasmada en el cuaderno particional del año 2018, aceptado por el duque de Segorbe, y donde se establece clara y contundentemente el importe al que ascienden nuestras cuotas de legítima, cuotas estas que la ley establece como un derecho absoluto de los descendientes".

placeholder La actual duquesa de Medinaceli, Victoria de Hohenlohe. (P.I.)
La actual duquesa de Medinaceli, Victoria de Hohenlohe. (P.I.)

Han pasado ocho años desde el comienzo de este desencuentro judicial y sin ninguna conclusión positiva para los herederos. Por lo tanto, la única salida que les quedaba era plantear una reclamación legal. A todo este conflicto por pleitear por sus derechos se unió la decisión del duque de Segorbe de echar de la Fundación Medinaceli a sus cinco sobrinos. “Consideró que era una deslealtad reclamar esa parte de la herencia y, como no hay acuerdo y han pleiteado, los destituyó”, aseguraban entonces conocedores del caso. Desde la propia fundación reconocieron oficialmente la expulsión y afirmaron que la reclamación era incompatible con su presencia allí. Los nietos de Victoria Eugenia se quejaban también de que su tío no les dejaba entrar en algunos de los edificios de la familia.

Derechos sobre la legítima

Con la expulsión de la fundación de parte de los herederos más críticos con su figura, el duque de Segorbe trató de asegurarse el control de la misma, aunque eso chocaba con los deseos de su madre, que dejó dicho en su testamento que los nietos debían tener representación en el patronato por derecho propio. Todos ellos quedaron fuera del patronato por una votación online dirigida por Ignacio Medina que al parecer no estaba de acuerdo con estas acciones legales que estaban reclamando sus sobrinos respecto a la herencia de la abuela Medinaceli. Estos desacuerdos nada tenían que ver con la gestión de la fundación y sí con los derechos que sobre la legítima les correspondían cuando falleció la aristócrata. Esa es, la cuestión económica, la clave maestra de este entuerto, tal y como confirman a Vanitatis fuentes de toda solvencia.

La solución es complicada y la última palabra en este contencioso la tendrá un juez tras la audiencia previa que continuará el próximo 27 de septiembre.

Este lunes a las nueve de la mañana en el Juzgado de Primera Instancia número 12 de Sevilla se celebraba la audiencia previa de la batalla familiar de Medinaceli. Este encuentro judicial tenía como fin preparar el terreno para el juicio definitivo, para el que no hay fecha. Como estaba previsto, comenzó a su hora, pero a las once y media el magistrado daba por finalizada esta primera comparecencia. El siguiente encuentro se ha fijado para el 27 de septiembre, que será cuando continúe este complicado desencuentro hereditario.

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