Desencanto, fiestas y amor ideal: la novela de Santiago Isla (hijo de Pablo Isla)
El músico y escritor lanza casi sin promoción 'Los juegos florales', una novela generacional donde aborda la precariedad de sus coetáneos y describe el ambiente del "pijerío cultural madrileño"
Según la información promocional, 'Los juegos florales' (Espasa) es "una tragicomedia que cuenta las tribulaciones de Ignacio Benavides, un joven aspirante a escritor con una vida social y amorosa casi inexistente, que entra en un mundo frívolo que no conoce. Es un niño perdido, como los de Peter Pan". Benavides es un joven de 27 años en cuyo rostro apenas se reflejan "los excesos". Un alter ego quizá de su autor, Santiago Isla, conocido por estos lares más por su parentesco con Pablo Isla, el presidente de Inditex, que por su carrera como escritor (esta es su segunda novela) y músico.
Isla (Madrid, 1994) es el mayor de los tres hijos del primer ejecutivo de la firma gallega, fruto de su matrimonio con María de la Vega. Ha adquirido fama propia al margen de su familia por su labor como cantante y autor de novelas. Desde 2017 firma el blog Sonajero, lidera el grupo musical Chelsea Boots y en 2020 publicó su primer libro, 'Buenas noches', protagonizado por Madrid, la noche y la búsqueda de un amor ideal. Su segunda novela ha llegado a borbotones, apenas un año después, y ya editada por un gran sello como es Espasa, de Planeta. Él mismo explicó en una entrevista en 'ABC' que, además de todo esto, tiene "un trabajo de verdad" en una compañía de telecomunicaciones.
A pesar de las credenciales, llegamos a la noticia del lanzamiento de este nuevo texto casi por casualidad. El libro está en la calle desde la semana pasada, pero no ha sido objeto de una campaña publicitaria especial: apenas alguna mención en las redes sociales de la editorial y el propio autobombo del autor. Isla estuvo el sábado firmando en la Feria del Libro de Madrid, pero no captó la atención mediática. La expectación generada es en todo caso muy diferente de aquellos primeros conciertos, cuando lideraba el grupo Sin Blanca y los periodistas se infiltraban entre el público para hacer sus crónicas sobre el hijo rockero de Pablo Isla. En este caso, pareciera que editorial y autor hubieran rechazado la idea de rentabilizar el apellido y quisieran transitar el mismo camino del resto de autores novatos.
Por parte de su madre
Y eso que Santiago Isla rompió ya hace tiempo la discreción pública marca de su casa. Tras estudiar Derecho, como su padre, el joven decidió probar suerte en la música, una vena que le viene de su madre, María. Tras pasar por otras bandas, actualmente lidera Chelsea Boots, que fue fichada por Universal Music en 2017 y que se encuentra preparando su nuevo trabajo, que será íntegramente en español.
En estos años, el grupo, que se inspira en las míticas bandas de rock británico, ha logrado hitos como telonear a Keane en Madrid, cosechar algún premio en festivales de música o participar en los míticos Conciertos de Radio 3. Paralelamente, Santiago siguió sus estudios cursando un máster en el IE sobre Management y Digital Business.
Tras ver su currículo y leyendo algunos fragmentos de 'Los juegos florales', bien podríamos jugar a adivinar cuánto hay de inspiración y cuánto de realidad en las conversaciones que tiene el personaje Ignacio Benavides con su padre. "Cada vez que actuaba por impulso se moría de remordimiento. Se acordó de su padre: 'Ignacio, ¿pero qué futuro es ese?'. Era de una conversación que habían tenido hace años. Él le había argumentado con el arte, la escritura, lo que llevaba dentro. Le daba tanta vergüenza contrariarle que declamaba con pasión mirando a un bol de frutas, al borde de la encimera. Dentro se formaba una pirámide de peras...
—Ya, Ignacio, pero tendrás que vivir, y de eso es muy difícil. Y a los argumentos económicos de su padre él respondía con heroicidades de Hemingway, o sufrimientos de Proust, o la sorprendente fama que tuvo Blasco Ibáñez.
—Proust era rico, no me vale. La discusión crecía hasta un punto de no retorno y al final el padre acababa cortando.
—Hijo, por ese camino no hay más que piedras. Y ser un hombre frustrado es arruinarse la vida. Tú no eres capaz de tomarte nada a la ligera, así que piénsalo muy bien. Creo —esto lo decía frotándose la papada, en un gesto suyo muy característico— que al menos deberías probar con Periodismo. Estudiar la carrera.
—Pero yo quiero ser escritor.
—Ya hijo, ya, pero insisto. De algo hay que vivir".
Hasta ahí los paralelismos. Isla ha recreado en este libro el desencanto de una generación abocada a la precariedad laboral, sin mayor horizonte que el día siguiente, "agarrada a sus aficiones con una obsesión no exenta de la melancolía que impregna los finales de época: la música, las fiestas, las marcas, el coleccionismo de chicos y chicas, la gastronomía y mucho de ese amor ideal que Ginsberg consideraba el peso del mundo", según se lee en la información sobre el libro. "Este es el paisaje en el que vive Ignacio Benavides, quien, para complicarlo aún más, ha elegido como tabla de salvación la literatura, eso de lo que ya sabemos que es muy difícil vivir… A no ser que tengas contactos en las productoras de contenidos: y eso es lo que le acaba de suceder. Con la ilusión de ver sus sueños cumplidos y de redimirse de su propio 'spleen', Ignacio empieza a frecuentar a los conseguidores del pijerío cultural madrileño que viven de las rentas y a las musas de cartón piedra que los acompañan".
"Un escritor, ya verán"
Santiago Isla se convierte en un narrador "irónico y autocrítico" que "marca distancia con un estilo tremendamente personal y confirma los dones con los que se calificó su primera novela: frescura, luminosidad, altura, elegancia, inteligencia y entusiasmo".
Mientras lidia con los prejuicios por ser quien es, Isla ya ha encontrado quien le admire por su literatura. Se trata del escritor y periodista Juan Cruz, que ya ha dejado escrito su diagnóstico sobre el nuevo libro de Isla: “El espejo de un escritor tronante le sirve para la eficaz caricatura, y el desamor o la búsqueda del fracaso le abren camino al arte de contar la herida. Un escritor, ya verán”.
Según la información promocional, 'Los juegos florales' (Espasa) es "una tragicomedia que cuenta las tribulaciones de Ignacio Benavides, un joven aspirante a escritor con una vida social y amorosa casi inexistente, que entra en un mundo frívolo que no conoce. Es un niño perdido, como los de Peter Pan". Benavides es un joven de 27 años en cuyo rostro apenas se reflejan "los excesos". Un alter ego quizá de su autor, Santiago Isla, conocido por estos lares más por su parentesco con Pablo Isla, el presidente de Inditex, que por su carrera como escritor (esta es su segunda novela) y músico.