Shakira y su padre se arrancan por boleros en la fiesta de su 90 cumpleaños
William Mebarak organizó un encuentro en Miami el pasado 6 de septiembre y cuando terminó, en la cocina, se puso a cantar con su hija 'Caribe soy'
Fue una fiesta tan emotiva que al final, cuando todos se habían marchado, padre e hija cantaron juntos. En la cocina, con poco público, William Mebarak celebró la feliz jornada y se arrancó a cantar un bolero dedicado al Caribe, su mar, el que escogió cuando abandonó Nueva York de joven para instalarse en Barranquilla. De pie en la cocina, entre trastos y restos de la fiesta de su 90 cumpleaños, Mebarak cantaba y su hija, emocionada, le grababa y acompañaba a ratos. Sentadas en la mesa, su mujer, Nidia Ripoll, y su hermana, Patricia, observaban con deleite. No se cumplen 90 cada día.
La fiesta de aniversario tuvo lugar hace casi dos semanas en la casa de Shakira en Miami, la misma que ha puesto en el mercado varias veces sin éxito. La familia al completo estuvo en la celebración, en la que la música en directo amenizó una velada llena de emociones y en la que la cantante bailó con su padre.
Vestido él con una típica camisa guayabera de blanco impoluto y ella con un vestido de flores, padre e hija demostraron de nuevo el amor que sienten entre ellos. Para la colombiana, su padre ha sido siempre una fuente de inspiración, y fue precisamente por su afición a la escritura que ella empezó a componer canciones, la raíz de su enorme éxito internacional.
La canción que interpreta William Mebarak con su hija es ‘Caribe soy’, de Leo Marini, un cantante argentino que tuvo mucho éxito en la segunda mitad del pasado siglo. El tema es un homenaje al mar Caribe: “Caribe soy, de la tierra del amor, de la tierra donde nace el sol, donde las verdes palmeras se mecen airosas al soplo del mar”.
La fiesta se celebró el lunes 6 en Miami, a donde viajaron muchos de los amigos y familiares del padre de Shakira. Duró casi todo el día y uno de los momentos más intensos fue cuando le dieron el pastel, una tarta realizada por una amiga de la familia en la que se plasmaba con detalle la pasión de escritor de Mebarak. El pastel contaba con tres alturas y broche final: la base eran citas de sus libros, poemas y artículos periodísticos, el primer piso era un bizcocho de chocolate en el que se veían los 90 años escritos en dorado, y el segundo y último piso, de colores, se inspiraba en libros que han marcado la vida literaria de William. Como colofón, una máquina de escribir de color negro coronaba el pastel. Y entre las decoraciones, unas gafas de sol negras, marca de la casa del padre de la cantante que suele lucirlas siempre que puede.
Pasión de hija
Mebarak es un hombre muy querido por los suyos, tal y como nos dicen sus allegados, quienes le llaman 'príncipe'. La cantante es fruto del segundo matrimonio de William y es como una hija única con hermanos mucho mayores, a los que veía a menudo aunque no vivió con ellos. También en eso es especial. Sus hermanastros, por su parte, son personas sencillas que en su mayoría llevan vidas ajenas a la fama de la artista.
Estos días, Shakira ha reflexionado al ver el amor que todos sienten hacia su padre y así lo contaba en las redes sociales: “Recordar cuán querido y celebrado es por todos los que le rodean me ha hecho reflexionar sobre mi propia vida, y preguntarme si algún día, como él, podré llegar a una edad avanzada, arropada de tanto y sincero amor. No por las canciones que he escrito, o las ideas que se me hayan ocurrido, no por mi huella artística sino por mi legado humano. [...] Los que le conocemos sabemos cómo hace sentir únicas y especiales a cada una de las personas que encuentra a su paso. Les mira a los ojos, les escucha, les aconseja, conecta, ama”.
Shakira aprovecha las redes sociales para rendir homenaje a su padre, a quien queda claro que adora: “Ha sido un escritor, un alma creativa, dueño de una vastísima riqueza literaria, e intelectual, pero no es aquello precisamente lo que celebramos en su día entre boleros, globos y bebidas. A su edad las palabras puede que se hagan cada vez más esquivas o que en su fértil mente, las ideas brillantes se asomen cada vez con menos frecuencia”.
Como dice la colombiana, en la fiesta hubo globos, dorados y blancos, que estaban dentro de dos grandes figuras en forma de 90. Además, los invitados recibieron de regalo una mascarilla negra en la que se imprimió en blanco la cara de William. El padre de Shakira vestía de blanco, como suele hacer, con una camisa guayabera de lino a conjunto con sus pantalones. Su esposa, Nidia Ripoll, siempre sencilla, llevaba pantalones negros y una camisa floreada. Hubo vino, champán, canapés y risas durante todo el día, un día de fiesta en el que bailaron todos aunque se embelesaron al ver a padre e hija al ritmo de boleros. Los mismos que después cantaron ellos solos en su intimidad.
Fue una fiesta tan emotiva que al final, cuando todos se habían marchado, padre e hija cantaron juntos. En la cocina, con poco público, William Mebarak celebró la feliz jornada y se arrancó a cantar un bolero dedicado al Caribe, su mar, el que escogió cuando abandonó Nueva York de joven para instalarse en Barranquilla. De pie en la cocina, entre trastos y restos de la fiesta de su 90 cumpleaños, Mebarak cantaba y su hija, emocionada, le grababa y acompañaba a ratos. Sentadas en la mesa, su mujer, Nidia Ripoll, y su hermana, Patricia, observaban con deleite. No se cumplen 90 cada día.