El vestido de novia de Rocío Gil Oset con el que ha evocado a Andalucía

Rocío Gil Oset, nieta de Jesús Gil, se ha casado este sábado 18 de septiembre en la basílica de San Francisco el Grande con Philip Pérez-Cirera, compañero de trabajo en Gilmar, la empresa propiedad de Jesús Gil Marín y donde ella ostenta uno de los cargos ejecutivos como directora de relaciones institucionales.

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Paloma Barrientos

Al enlace han acudido numerosos rostros conocidos entre los que hemos podido ver a Francisco Rivera y Lourdes Montes o al cantante Pitingo, que ha sido el encargado de ofrecer uno de los momentos más emotivos con su cante y su bonita voz. Lourdes Montes un casquete de terciopelo y tul de Mimoki, un vestido de Silvia Tcherassi y joyas de Joyería Suárez.

También el presidente del Atlético de Madrid, Enrique Cerezo, ha sido uno de los asistentes al enlace, al que ha acudido con su mujer, María Jesús de Frutos.

Al tratarse la novia de la nieta de un personaje tan mediático como lo fue Jesús Gil, esta boda ha generado mucha expectación y como siempre ocurre, existía mucha curiosidad por saber cómo sería el look nupcial escogido por la novia. El misterio ha sido resuelto.

Rocío Gil Oset, que ha llegado al templo en un coche clásico y que ha entrado al mismo del brazo de su padre, Jesús Gil Marín, se ha decantado por un vestido diseñado por su amiga Juana Martín, diseñadora de trajes flamencos, con cuello halter y silueta sirena que ha realzado su figura, y una voluminosa falda con larga cola compuesta por volantes de tul superpuestos que han aportado cierto aire flamenco al estilismo.

Como peinado, ha lucido una melena suelta, pero semirrecogida en la parte de arriba con un moño alto que ha servido de punto de sujeción para el velo de tul, fijado por una hilra de flores blancas y que la ha cubierto por delante y por detrás.

En su mano, Rocío ha sujetado un frondoso ramo compuesto por ramajes verdes y camelias blancas.

Por su parte, el novio ha escogido un frac y pantalón azul marino combinado con camisa blanca y corbata a juego con el look.

Rocío Gil Oset y Philip Pérez-Cirer se comprometieron hace dos veranos en Venecia tal y como ella misma anunció a través de redes sociales con una foto de ambos con el puente Rialto al fondo y un mensaje con el que aceptaba la petición de mano: “¡Claro que sí! Sí a disfrutar de la vida y a todas sus aventuras juntos. Sí a mi mejor amigo, al mejor compañero del mundo, al hombre con el corazón más grande. Te adoro”.

A diferencia del mediático abuelo, Rocío siempre ha preferido mantenerse en un plano mucho más discreto. A sus 28 años, su currículum académico y laboral es amplio. Estudió publicidad relacionada con las nuevas tecnologías, posee un MBA en Protocolo y Organización de Eventos y un Executive de Dirección de Empresas Inmobiliarias en el Instituto de Empresa, así como cursos de locución para radio y televisión. Habla varios idiomas y lleva, desde hace unos años, las relaciones institucionales de Gilmar, la empresa inmobiliaria que fundó su abuelo junto con Manuel Marrón.

El novio tiene ascendencia francesa por parte materna y mexicana por parte de padre, dedicado al mundo de los caballos. Precisamente, esta es una de las aficiones que une a la pareja.