Pedraz, Boyer o los Albertos: cuando el poder es protagonista inesperado de la prensa rosa

En la novela de 2018 'El rey recibe', de Eduardo Mendoza, el genial escritor describe por boca de uno de sus protagonistas los contenidos que deberá tener una futura revista del corazón que van a comenzar a publicar a principios de los 70 en España y que bautizan como 'Gong'. "Gente de postín, si son guapos, si no, no. Cantantes, sobre todo extranjeros. De cine, caras bonitas. Los políticos, proscritos, sobre todo los ministros y sus esposas".

Pero las décadas pasan y los gustos (y los ministros y sus esposas) cambian. Como cambian, a veces, los protagonistas de las portadas de la prensa rosa. Todo esto viene a colación de la reciente aparición presidiendo el '¡Hola!' de Esther Doña y su novio, el juez Santiago Pedraz.

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Su romance fue uno de los más sorprendentes del verano y se confirmó cuando la viuda del marqués de Griñón compartía unas fotos en su perfil de Instagram mientras disfrutaba de unas vacaciones por el Mediterráneo en compañía de su pareja y fotógrafo oficial. Ahora ambos han saltado a la prensa rosa nacional con un reportaje titulado apropiadamente 'El poder del amor'.

"Estoy aquí, al lado de Esther, porque estoy enamorado y no quiero esconderme. Cuando uno ama, quiere gritarlo a los cuatro vientos", asegura el juez de la Audiencia Nacional. Un organismo que, según publica 'El Mundo', ha demostrado nuevamente su preocupación por la exposición mediática del magistrado.

El posado mediterráneo de Esther Doña que firma Santiago Pedraz (y confirma su felicidad)

J. M.

"Los jueces no estamos ahora como para facilitar la crítica", son las declaraciones procedentes de la AN que cita el mencionado medio al respecto de la escalada en la exposición mediática de Pedraz. Un toque de atención que su novia negaba hace quince días, remitiéndose a este tuit del juez.

"Las grandes exclusivas de hoy envolverán el pescado de mañana" (Walter Lippmann). Puedo asegurar que en más de 35 años de mi carrera judicial nadie me ha dado un "toque". Y menos aún en mi vida personal por mi trabajo. Es la grandeza de nuestra carrera. Independencia judicial.

— Santiago Pedraz (@sjpedraz) September 11, 2021

Desde luego, Santiago Pedraz no es la única figura inesperada relacionada con las esferas del poder en poblar la prensa rosa española, aunque sea la más reciente. A la cabeza viene inmediatamente la historia de amor entre el ministro socialista Miguel Boyer e Isabel Preysler. Pocas relaciones amorosas hicieron correr tantos ríos de tinta como aquella que comenzó en 1982 cuando ambos estaban casados, ella con el marqués de Griñón y él con la ginecóloga Elena Arnedo. Ella tenía entonces 36 años y él, 48.

Posaron por primera vez juntos en la entrega de los premios Naranja y Limón en 1987 y al año siguiente contraían matrimonio. Juntos tuvieron una hija, Ana Boyer, y su unión duró más de 27 años, hasta la muerte del político en 2014 debido a una embolia pulmonar.

En el mundo de la política han llenado páginas también relaciones como las de Pablo Iglesias e Irene Montero. Más atrás en el tiempo, José Federico de Carvajal, expresidente del Senado, también protagonizó portadas cuando dejó a su esposa Matilde Carvajal para vivir un sonado romance que acabó en boda con Helena Boyra, su secretaria.

"Me enamoré y sigo enamorado", diría años más tarde en su libro de memorias 'El conspirador galante', recordando aquel episodio amoroso que "desencadenó un notable escándalo nacional y fuimos objeto de una intensa presión y un acoso mediático por momentos despiadado".

Seguida con avidez por las revistas fue la historia de amor entre Carmen Posadas y Mariano Rubio, entonces gobernador del Banco de España. Tras su boda en 1988, la autora aseguraba que muchos empezaron a llamarla Carmen Posados. "Yo llevaba muy mal ser un personaje perseguido por los paparazzi. Lo fui en una época y tuve un insomnio irredento que no se me ha curado hasta hace poco. Lo llevaba tan mal que me dediqué, deliberadamente, a salir de ese mundo, porque en realidad los que aparecen en las revistas son los que quieren aparecer. Lo tienes que fomentar tú".

Los empresarios también han reclamado con los años su cuota de protagonismo en las portadas. Ahí está, por ejemplo, el escándalo que en los años ochenta vivieron Marta Chávarri y el financiero Alberto Cortina, casado entonces con Alicia Koplowitz.

Fue en enero de 1989 cuando se destapó la relación entre el empresario y la que entonces era esposa del marqués de Cubas, Fernando Falcó. Ambos fueron capturados por los objetivos de los paparazzi saliendo juntos de un hotel de Viena. Las fotos se publicaban en la portada de 'Diez Minutos' y se dice que la revista pagó 8.400.000 pesetas por ellas. Convertidos ya en habituales del papel cuché, Cortina y Chávarri se dieron el 'sí, quiero' en 1991 y se separaron en 1995.

También objetivo habitual de los fotógrafos fue el otro miembro de los Albertos, Alberto Alcocer, casado con Esther Koplowitz desde finales de los 60 hasta los primeros 90. Aquella célebre relación la resucitaba hace unos años en 'Vanity Fair' un amigo de la empresaria, Ignacio Elorrieta, asegurando que "Esther no tiene ningún trato con Alcocer. Ella sabe quién es este señor que le ha hecho todo el daño que ha podido. Él le quitó el control de su empresa y además la convirtió en un personaje público, lo mismo que hizo Alberto Cortina con su hermana Alicia".

La erótica del poder lleva años seduciendo pues a la prensa del corazón. Incluso presidentes del Gobierno como Felipe González o Adolfo Suárez han posado para sus portadas. El fallecido político debutó en estas lides en 1977 con una portada en '¡Hola!' titulada 'El triunfo de un político con buena imagen'.