Sylvia Córdoba, ex de Santiago Pedraz, demoledora contra Esther Doña y el juez

Se está convirtiendo en una de las historias más seguidas en la crónica social. Quizás porque es poco habitual ver a un juez posando en una revista del corazón como '¡Hola!', junto a su nuevo amor, Esther Doña, viuda a su vez del marqués de Griñón, quien falleció el 20 de marzo del año pasado.

Una historia en la que hay un tercer vértice, la ex del magistrado, Sylvia Córdoba, quien ha elegido una revista de la competencia, 'Lecturas', para dar su visión de los hechos, aunque no podemos pasar por alto que antes habló con 'LOC'.

En el mencionado suplemento de 'El Mundo' manifestaba: "Nosotros estábamos muy bien, o eso creía yo". Según su relato, se enteró por las redes sociales de lo que estaba sucediendo: "Yo no me podía creer lo que estaba viviendo, pero era cierto".

Y quizás la frase lanzada con más intención es: "Ya sabe dónde se ha metido".

Ahora aterrizamos de nuevo en este lunes en el que las revistas que habitualmente salen los miércoles han salido hoy y llegamos a la portada de 'Lecturas' en la que da la cara en un momento delicado para ella, mientras ve al juez Pedraz y a Esther Doña mostrar su historia de amor con absoluta naturalidad y, como decimos, posando en la mencionada revista, que en ciertos círculos sociales es entendido como que la cosa va en serio, que no se trata de un amor de verano.

Recordemos que su historia de amor empezó en 2018 y en sus planes entraba casarse, pero todo eso se ha ido al traste. Estupor es quizás lo que mejor refleja el sentimiento de Sylvia hacia su ex, pues afirma que "no le reconozco" y manifiesta que nunca fue celosa, por lo que "nunca me he preocupado por terceras personas".

El juez Pedraz, de 63 años, tenía las cualidades suficientes para que esta abogada con bufete propio se enamorara y se planteara formar una familia con él: "Me parecía un hombre atractivo, es juez, tiene carisma, no pasa desapercibido". Y destaca: "Me pidió matrimonio en noviembre de 2020 y en marzo de 2021 ya estaba comprando una casa". Una casa que tiene sus cargas, por lo que ella manifiesta que "me ha dejado tirada con la hipoteca de una casa que tiene muchos gastos".

Según mantiene, le han resultado particularmente dolorosas las declaraciones de Esther Doña en las que aseguraba que la familia del juez estaba deseando verle enamorado y feliz: "No me gustan los mentirosos ni los vagos. Me ha molestado que él haya permitido que ella haya hecho esas declaraciones", mantiene.

La ruptura fue, siempre según su relato, por correo electrónico. Ella fue consciente de que todo había terminado cuando apareció la fotografía del beso de la ahora feliz pareja: "Ahí pensé que ya todo estaba roto. No me dio ninguna explicación y si hubiera hablado conmigo lo hubiera entendido. Es una persona muy inteligente, culta, pero cobarde. Lo admiraba y se me ha caído un mito".

La relación venía de atrás por la amistad con Carlos Falcó, marido de Esther Doña. "Esther siempre ha estado mandándole mensajes a Santiago. Cuando vivía Carlos siempre nos invitaban a su cumpleaños, al de ella… pero ya no sé si las invitaciones venían más por la parte de Esther que por la de Carlos. Se volvió acosadora cuando fallece Carlos Falcó. Subió la intensidad de sus mensajes a Santiago. Yo le preguntaba si no creía que estaba metiéndose mucho en nuestra vida". La abogada mantiene que el juez le constestó que "Esther no era su tipo ni física ni intelectualmente".

Sobre la repercusión mediática y en ámbitos judiciales de la relación entre su ex y Esther Doña concluye: "Hay más risas que escándalo. Se le está viendo con políticos, en fiestas… Ella lo sube todo a sus redes y creo que le está haciendo un flaco favor. Tiene una profesión muy seria, con un código deontológico que no permite aceptar regalos. No sé si los hoteles o los yates en los que se fotografía lo son".