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Salida familiar de las hijas y el viudo de Márquez Piquer para superar su pérdida
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FIESTA EN MADRID

Salida familiar de las hijas y el viudo de Márquez Piquer para superar su pérdida

Destrozados por la reciente muerte de la tonadillera, la familia intenta superar el duelo con una salida nocturna. Siempre han estado todos muy unidos

Foto: Ramiro Oliveros con Iris, la hija que tuvo con Concha Márquez Piquer. (Contacto)
Ramiro Oliveros con Iris, la hija que tuvo con Concha Márquez Piquer. (Contacto)

Ramiro Oliveros ha pasado estos últimos 40 años junto a su esposa, Concha Márquez Piquer, y el día de su funeral, hace ahora un mes, no pudo contener el dolor que supuso perder a la mujer de su vida. Lo compartió con la hija que Márquez Piquer tuvo con Curro Romero, Concha, y con Iris, la hija de ambos. Porque el viudo de la cantante se vio superado por la pena.

Oliveros y las dos descendientes de la tonadillera (su otra hija, Coral, falleció hace años) siempre han estado muy unidos, algo que hemos podido comprobar esta semana. Juntos han salido a animarse por las calles de Madrid, donde pasaron la noche del jueves tratando de superar el duelo.

placeholder Las dos hijas de la fallecida Concha Márquez Piquer. (Contacto)
Las dos hijas de la fallecida Concha Márquez Piquer. (Contacto)

La familia, sonriente y con buenos ánimos, acudió unida al musical de Diana Navarro en Madrid. Un espectáculo dedicado, precisamente, a Concha Piquer, la matriarca del clan. Viudo e hijas de la cantante llegaron arreglados al Teatro Español, en el centro de la capital, donde tiene liugar esta obra, 'En tierra extraña'.

Una pareja mítica

Oliveros y Márquez Piquer se conocieron en la inauguración del Casino de Santander a principios de la década de los 80. Lo contó muchas veces la fallecida artista: actor de profesión, al verla la invitó a cenar. Pero ella se resistió al principio. "Yo, viéndole con muchísimo peligro, le dije que no”, recordó hace años en el mítico programa ‘Con las manos en la masa’. Por aquel entonces, la tonadillera se acababa de divorciar de Curro Romero (firmaron en 1982, aunque se separaron dos años antes) y se escamó ante la planta de Oliveros, un tipo alto, guapo y elegante, conocido por entonces por sus papeles en 'Estudio 1'.

Foto: Carmen Tello y Curro Romero, en una boda. (EFE)

Su insistencia tuvo premio y finalmente convenció a Concha, con quien se presentó en público por primera vez en la entrega de unos Premios Mayte. “Fui yo quien le pidió en matrimonio. Él simplemente estaba enamorado de mí, como no podía ser de otro modo tras conocerme, tratarme y ver la clase de mujer que era yo”, contó hace un tiempo. Finalmente se casaron, sí, en aquel 1982, aunque no por la Iglesia porque ella nunca pidió la nulidad de su primer matrimonio.

Se ha ido su vida

Oliveros se declaró hundido por la pérdida de su esposa en declaraciones al diario 'ABC', donde aseguró que con el fallecimiento de Concha Márquez Piquer se había ido también su vida. Junto a ella estuvo también en una de las últimas apariciones públicas de la artista, cuando presentó el libro que había escrito sobre su madre, ‘Así era mi madre. Concha Piquer’.

Foto: Ramiro Oliveros, en una imagen de archivo. (TVE)

Acaso para intentar hacerle olvidar ese dolor, las hijas de la artista lo acompañaron en un paseo nocturno este pasado jueves. Lo dijo Concha en un programa de TVE: “Mi auténtica fortuna es mi marido Ramiro, mi hija Iris, que vive de su trabajo, mi nieto Oliver y mi otra hija Conchita. ¡Y claro que queda algo de los baúles de mi madre! Queda el recuerdo de sus viajes y de sus éxitos. Aún hay muchos de esos baúles en la finca de Villacastín y está la casa museo que permanece abierta en Valencia, aparte de sus discos”.

Vida con dolor

La familia siempre había sido un pilar en la vida de Márquez Piquer y Olivares, y la trágica muerte de Coral, su segunda hija, los marcó para siempre, sobre todo a ella, su madre. Coral falleció en noviembre de 1986 en un accidente de tráfico en Estados Unidos. Un hecho trágico que la marcó profundamente hasta el final de sus días, lo que no le impidió sacar fuerzas para seguir en los escenarios hasta que lo consideró oportuno y para cuidar de sus hijas, pues como su madre, Concha Piquer, fue una mujer con carácter, resuelta y que no dejó jamás que la adversidad pudiera con ella.

Foto: Las hijas y el nieto de Concha Márquez Piquer, en el cementerio. (Contacto)

La otra hija que tuvo con Romero, llamada Conchitín por los suyos, tiene a sus espaldas una larga carrera profesional en distintos ámbitos, de lo que ha dejado constancia en su perfil profesional en LinkedIn, donde evidencia su gran formación. Es poseedora de una diplomatura de inglés en Londres, otra de radio y televisión, y una tercera de doblaje. Entre 1999 y 2003 se licenció en Periodismo y posteriormente realizó un máster en Comunicación, Relaciones Públicas y Protocolo.

Iris, por su parte, hija del viudo y la fallecida, estudió Marketing y Publicidad en la Universidad de Saint Louis en Estados Unidos, y ha desarrollado parte de su carrera fuera de España como consultora internacional, tanto en Hispanoamérica como en Asia. Heredera del espíritu viajero de su madre y su abuela, la gran Concha Piquer, en los últimos años se instaló en España, donde ha vinculada ha decidido vincularse a numerosas iniciativas de carácter social y humanitario. “Hoy más que nunca, tenemos que pensar en los demás. Cualquier proyecto que se dedique a los más necesitados es poco”, declaró recientemente a una radio de Cantabria.

Ramiro Oliveros ha pasado estos últimos 40 años junto a su esposa, Concha Márquez Piquer, y el día de su funeral, hace ahora un mes, no pudo contener el dolor que supuso perder a la mujer de su vida. Lo compartió con la hija que Márquez Piquer tuvo con Curro Romero, Concha, y con Iris, la hija de ambos. Porque el viudo de la cantante se vio superado por la pena.

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