El juez Pedraz, Lequio y Cullum, el amigo de Marta Ortega, comparten noche en el Teatro Real

Las fiestas que se organizan en el Teatro Real ya tienen por adelantado un positivo a la hora de catalogar el encuentro ajeno al mundo operístico. El marco incomparable que glosaban las crónicas antiguas al referirse a este lugar fue elegido por la firma Möet & Chandon para celebrar una cena de gala. El escenario se convirtió en un gran comedor con mesas imperiales adornadas con centros de flores blancas, luces navideñas y en el centro una gran pirámide formada por copas de champán María Antonieta. Cuenta la leyenda que la última reina de Francia ideó un regalo para su marido Luis XVI, que consistía en que los cristaleros crearan una copa con la forma de su pecho. Y este excéntrico obsequio marcó la moda de beber champán que con los siglos fue evolucionando pero siempre quedó en el imaginario histórico esta historia.

Esta pirámide era una manera de echar la vista atrás, como contaba Berta De Pablos-Barbier, nombrada el 1 de noviembre de 2020 presidenta de esta marca que engloba el grupo de lujo LVMH, cuyo propietario es Bernard Arnault. Según la lista Forbes, el hombre más rico de Francia. La directiva no pudo estar presencialmente pero sí lo hizo a través de un plasma donde quiso compartir con los invitados los 170 años de la creación de este champán. Y cuya celebración se hace a la vez en 17 países y con una vertiente solidaria.

En este caso, la ONG elegida era Greenpeace y el actor y modelo Jon Kortajarena fue en su día el artífice de esta elección. Como imagen de la firma pudo elegir hace un año a qué organización se destinarían las donaciones. Y así contaba su experiencia: “Viajé con ellos a una zona de Pacífico Sur donde estaban viviendo familias enteras como refugiados climáticos porque sus pueblos habían desaparecido por la subida del nivel del mar”. Y esta era la relación de Kortajarena con Greenpeace.

Una historia que se unió a otras muchas sorpresas que llegaron de la mano de algunos de los invitados. Por primera vez, Victoria Federica posaba con su novio, Jorge Bárcenas, en el photocall. Al contrario de lo que pudiera parecer por su profesión de DJ, el chico parecía mucho más aturdido que su pareja. La hija de la infanta Elena, mucho más suelta, simpática y agradeciendo los piropos de los conocidos de sus padres. Victoria Federica no cobró por asistir a este acto, cuya empresa matriz LVMH forma parte del mundo laboral de Jaime de Marichalar. Estuvo sentada junto a Ana y Casilda Finat, que se han convertido en influyentes por su manera de trabajar. Casilda montó hace años una línea de joyas sin pretensiones y con mucha alegría y un gran esfuerzo fue abriendo tiendas en Madrid y provincias. Las mellizas manejan su publicidad a través de vídeos originales y con mucho sentido del humor. Y ese es su éxito. Sobre todo de Casilda, la melliza Ana es más prudente.

Otras parejas llamativas de la noche champanera fueron Esther Doña y el juez de la Audiencia Nacional Santiago Pedraz y la formada por Alessandro Lequio y María Palacios. Cada una en su estilo. Lequio porque no suele ser asiduo a los eventos multitudinarios aunque sí María, su mujer, por trabajo. En el caso de Doña y Pedraz, su presencia es fija en actos sociales desde que comenzaron su relación. Pasarán parte de las navidades en Málaga, donde vive la familia de la viuda del marqués de Griñon. Al preguntar a Pedraz si se sentía agobiado por su vertiente social en la prensa del corazón comentó que le daba igual: “Yo sigo con mi vida cotidiana y si me sacan fotos cuando estoy con Esther pues es lo que hay”. Lequio y Pedraz se entretuvieron charlando y el conde llegó a decirle que era más guapo al natural. Pedraz le respondió que él también.

Entre los más de doscientos invitados acudieron al Teatro Real una maravillosa Nieves Álvarez, Eugenia Ortiz, Nuria March, Pepe Barroso y su espectacular novia Gara Arias, Gemma Ruiz y Juan Díaz, Carla Pereyra y Elena Tablada y Javier Ungría. Hace unos días se cumplía un año del fallecimiento de Elena de Moure, abuela de Elena y una mujer muy querida por todos los que la conocieron, que la llamaban 'mami'.

La fiesta la cerró el cantante Jamie Cullum, autor del tema principal de la película ‘Gran Torino’. Viaja a menudo a España y es amigo personal de Marta Ortega, la nueva presidenta de Inditex. Cullum fue uno de los invitados a su boda con Carlos Torretta y cantó para ellos y sus invitados ese gran día en Coruña.