Ortega Cano y Gloria Camila desconocen lo que hay en los contenedores de Rocío Jurado

El próximo martes, 14 de diciembre, no habrá 'Sálvame'. El programa de Telecinco será sustituido por una puesta en escena que marcará la segunda parte del serial protagonizado por Rocío Carrasco. Si la primera entrega ya se convirtió en un enfrentamiento entre los seguidores y los detractores de la hija de Pedro Carrasco, esta vez la figura central será Rocío Jurado. Como aperitivo, la productora ha mostrado unas imágenes donde aparece Rociito a contraluz caminando por el pasillo de un almacén de contenedores. A continuación, y como cebo de lo que será el nexo de unión del capítulo, una pregunta. ¿Qué guardan esos 18 contenedores con las pertenencias de 'la más grande'?

Hasta la próxima semana no se desvelará parte del secreto. Una información que solo conocía la protagonista de la docuserie. José Ortega Cano, que no estaba al tanto de la información que se iba publicando en el programa la tarde del jueves porque se encontraba fuera de casa, se ha sorprendido al recibir mensajes y llamadas. Prefiere mantenerse al margen hasta que se resuelva el enigma. En ese primer momento de desconcierto, lo único que ha explicado a Vanitatis es: “No tengo ni idea de lo que hay guardado. Me imagino que habrá muebles, libros y todo lo que había en el chalet. Cuando yo me fui con mis hijos al campo, todo se quedó allí. No puedo decir mas”. Su hija Gloria Camila tampoco sabe qué hay en los contenedores.

Desde el entorno del torero aclaran que él no se llevó nada más que su ropa, la de los niños y algunos juguetes. Se fueron a vivir a Yerbabuena, y Gloria y su marido se encargaron de poner en orden la vida de sus sobrinos Gloria Camila y José Fernando. Ortega, en esos primeros años, era un alma en pena que no era capaz de superar la soledad en la que se quedó tras la muerte de la artista.

El torero vivió durante dos años en Montealto, el chalet de la Moraleja al que la prensa siempre denominó Villa Jurado. Una casa que compro Rocío al vender el inmueble de Montepríncipe donde vivía con Pedro Carrasco cuando se casaron y donde nació la niña Rocío. En esa urbanización tuvieron de vecinos a Raphael y Natalia Figueroa, Luis Cobos y el productor Luis Sanz, entre otros personajes del mundo artístico.

En 1998, Rocío Jurado vendió el chalet y la familia se trasladó a la nueva vivienda de Alcobendas, en La Moraleja. Tras la separación del boxeador llegó Ortega Cano a Villa Jurado. El torero tenía su casa espléndida en Fuente del Fresno, pero nunca se planteó que el nuevo matrimonio se instalara en ese domicilio. Para la artista era impensable y el marido, con su buen talante, se amoldó a la rutina doméstica de la familia Jurado. Al casarse Ortega solo trasladó al domicilio conyugal sus enseres personales. No hubo despliegue de mobiliario, ni mudanza importante. No era necesario llenar la casa cuando ya estaba hasta arriba.

El 1 de junio de 2006, Rocío Jurado fallecía en su casa, donde se instaló tras su segundo viaje de Houston. Durante un tiempo, el viudo y los dos hijos continuaron viviendo en el que había sido el domicilio familiar. Una vez que se puso a la venta, Ortega Cano cerró la puerta y no quiso saber más del lugar donde había sido muy feliz.

En esos dieciocho contenedores se encuentra la vida de Rocío Jurado. Las amistades de la artista se preguntan qué necesidad hay de mostrar esa intimidad. “Cuando se abre una ventana no se sabe qué vientos pueden entrar. Los hay buenos, regulares y malos. Y con esto puede suceder lo mismo”, concluyen los íntimos, que nunca olvidan a la amiga".