Las campanadas de Cristina Pedroche comienzan entre haters y desnuda

Se acerca uno de los días más importantes del año, en todas las casas, pero sobre todo en la de Cristina Pedroche, pues desde hace ya bastantes años, Nochevieja es para ella una noche diferente, especial y llena de nervios y de emoción. Desde que presentó las campanadas por primera vez, consiguió enganchar a la audiencia, que se quedó admirada de su saber hacer y también de su desparpajo, pues sin tapujos dejó ver que el vestido que llevaba era más transparente de lo que parecía a simple vista.

Las críticas fueron demoledoras, pero si por algo es conocida Cristina, además de por sus poses imposibles de yoga, es por saber convertir una mala crítica en un éxito rotundo. Desde ese instante, su meta fue escoger el vestido más radical, sorprendente y rompedor para terminar el año y este reto autoimpuesto ha hecho de ella el rival a batir. Poco importa que en otras cadenas estén Anne Igartiburu y Ana Obregón brindando con champán o Paz Padilla presumiendo de cuerpazo con el vestido definitivo, el minuto de oro es de Pedroche (de momento).

Tener las cosas claras y saber que, haga lo que haga, le van a llover las críticas, le ha servido para varias cosas. La primera de ellas, trabajar más duro junto a su gran amigo Josie, un estilista de lujo, para lograr que cada vestido sea memorable y diferente -algo en lo que de momento han hecho pleno-. La otra es aprovechar toda esa atención indeseada, plantarle cara y hacer de esas críticas su mejor promoción.

¿Le acusan de enseñar más piel de la que es decorosamente aceptable? Pues nada mejor que desnudarse por completo aprovechando un paseo hacia la Puerta del Sol, donde espera el reloj en el que “hacemos el balance de lo bueno y malo, cinco minutos antes de la cuenta atrás”, que cantaría Mecano y el resto del mundo durante el resto de la noche después de escuchar aunque solo sea un verso.

No es la primera vez que usa esta estrategia, no la de cantar canciones de Mecano, sino la de posar ligera de ropa en plena calle. En esta ocasión, Pedroche ha compartido en sus redes sociales un vídeo en el que, además, anuncia que solo quedan 10 días para su gran momento, mientras lee una de las numerosas críticas que ya le han hecho y que sabe que se repetirán: “Otra vez a desnudarte para llamar la atención. ¿Qué pasa? ¿No sabes hacer otra cosa?”.

Se baja de un taxi y con una mezcla de fastidio por el comentario y nervios por lo que está a punto de pasar, comienza a caminar por la calle mientras se va quitando la ropa. Primero el abrigo blanco de pelo, que no duda en tirar al suelo, y después el vestido negro que lucía. Eso sí, que nadie espere ver más de la cuenta, pues en el mismo vídeo quedan censuradas ciertas partes de su cuerpo. Nos insta a seguirle la pista, pues anuncia que “continuará”.

No hay duda de que Cristina Pedroche tiene perfectamente controlado lo que sus fans esperan de ella, pero también lo que alimenta a los haters. Con el mismo vídeo ha conseguido tener contentos a ambos, calentar motores para lo que espera y dejar claro que ella sigue teniendo el poder. Quienes piensen de ella que solo es una cara bonita es que no han entendido nada y solo hay que echar un vistazo a su alrededor para ver que no es así.

Trabajadora incansable, no para quieta ni un minuto y es capaz de compaginar su trabajo de colaboradora en ‘Zapeando’ con otros proyectos como presentadora, además de como empresaria, pues siempre apoya al máximo los negocios de su marido Dabiz Muñoz, uno de los mejores chefs del mundo.

Además, saca tiempo para hacer ejercicio y no es raro que compagine disciplinas que ya controlaba, como el running, el yoga y el fitness, con otras nuevas como los ejercicios en telas. No hay duda de que, de cara a Nochevieja, Cristina será quien marque los tiempos, de momento ya ha puesto en marcha la cuenta atrás.