Carlos Sainz cumple 60 años a todo gas: así es su vida tras el volante

Pese a que a sus 60 años recién cumplidos y tras haber conseguido un merecido estatus de leyenda del motor ya podía estar disfrutando de una apacible jubilación, Carlos Sainz sigue a pleno rendimiento sin pisar el pedal de freno. Ahora se encuentra centrado en los raids, con el Dakar siempre como gran objetivo, pero también pelea en el campeonato Extreme-E para vehículos todoterreno propulsados por energía eléctrica, con Laia Sanz, la 'princesa del Dakar', como copiloto.

Con su legado asegurado en la figura de su hijo Carlos Sainz júnior, la edad no ha sido para él un obstáculo para mantenerse en la élite del automovilismo. Su sucesor en el 'negocio familiar', destacando ahora en la Fórmula 1, le dedicaba una cariñosa felicitación con motivo de este aniversario especial. "¡Felices 60 al más grande! A seguir padreando muchos años más", escribía el joven piloto junto a una foto tan tierna como vintage de ambos.

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Muy discreto, muy familiar, con un círculo de confianza de toda la vida con su mujer Reyes, a la que conoce desde casi la adolescencia, en el centro y también junto al que es su mánager desde los años 80, Juanjo Lacalle. Así describen los que conocen a Carlos Sainz, quien llegó a ser premio Princesa de Asturias de los Deportes.

Tan familiar es que incluso su carrera deportiva le llega por su cuñado, Juan Carlos Oñoro, a quien conoció con 13 años, cuando era piloto oficial de Chrysler y llevaba de copiloto a Lacalle. Pese a que en su casa no sentó bien su afición, Carlos empezó a correr al poco tiempo de cumplir los 18 años y al año siguiente consiguió acabar subcampeón de la Copa Iniciación de circuitos. Años después llegarían sus grandes triunfos: dos mundiales de rallies con Toyota y tres victorias en el Rally Dakar.

Aún con una pasión tremenda para las carreras, como si tuviera 20 años, el madrileño conseguía la última victoria en el legendario rally en 2020, en una edición muy especial en la que se sintió especialmente satisfecho de haber batido a gente mucho más joven pero con mucha experiencia. Un orgullo que también se suma a haber sido elegido como el mejor piloto de la historia del mundial de rallies tanto por sus compañeros como por los aficionados.

Detrás de esta hambre de victorias y de seguir sumando éxitos años a los 60 años –le llena de orgullo y satisfacción ser el ser piloto que ha logrado ganar dos Dakar con más edad– hay mucha disciplina en su día a día. Madruga mucho, se mete en la sauna a las 7 de la mañana y sigue una rutina intensa de ejercicios.

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Persona de valores a la antigua usanza, es muy poco amigo de la polémica, padece cierta timidez social y donde disfruta más es en el campo cuidando de sus viñedos en Cebreros, el pueblo de Ávila donde nació Adolfo Suárez, que ya han producido varias añadas de un vino tinto de uva garnacha llamado Pegaso. Aunque dedica mucho tiempo a sus negocios, sigue volcado en su equipo.

Minucioso hasta la saciedad, es una persona que según todos sus equipos es, en el buen sentido, muy pesado. Trabajador incansable, machaca a la gente a base de perseverancia, hasta llegar a conseguir lo que quiere de los coches. Según la gente que le conoce bien, cuando Sainz llega a un equipo, todos tiemblan porque es extremadamente metódico.

También ha sido muy importante para otra de nuestras leyendas, Fernando Alonso. Cuando el piloto asturiano participó en el Dakar, fue a Sainz al que primero pidió consejo y este le dijo que había que respetar mucho este mítico rally. Ambos se llevan muy bien, se respetan mutuamente, y Alonso le ve como una especie de hermano mayor.

Por supuesto, y aunque le gusta mantenerse en la distancia, Sainz sigue muy de cerca la carrera de su hijo Carlos en la F1, incluso a la hora de firmar contratos, viviendo con gran intensidad cada prueba. Cabe destacar que si alguna vez Carlos Sainz Jr. consigue ser campeón del mundo, serán la única pareja padre-hijo en ganar mundiales de Fórmula 1 y de Rally. En cualquier caso, Carlos Sainz padre se siente plenamente orgulloso de lo que ha logrado su hijo hasta la fecha, una de sus últimas hazañas conseguir podio en la última carrera de la temporada. "¡Enhorabuena, Carlos! Otro podio para acabar una gran temporada. ¡Orgulloso!", le escribía entonces.

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Desde luego, el objetivo del joven piloto es llegar a lo más alto, puesto que, como contaba a Vanitatis en una entrevista, "me veo campeón del mundo. Y estoy trabajando en crear mi historia. Piensa que tengo un padre campeón del mundo y un ídolo como Alonso al que me toca darle el relevo. Pero no me siento presionado por sus referencias, han marcado una época y sé que estoy aquí por sus ejemplos. Pero mi historia es diferente y haré todo según mi visión".

A la vista está, mientras se acerca a su objetivo, su padre ejerce (y ejercerá) de incondicional apoyo, al tiempo que lleva a cabo sus propias competiciones de las que no piensa retirarse tan fácilmente. "¡Muy contento, sin embargo, con cómo hemos evolucionado y con ganas de luchar por el título el año que viene!", asegura en una de sus últimas publicaciones en redes.

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